Yom Kipur- el día del perdón

iom kipur

Yom Kipur
Es el día más sagrado de la religión judía.
La época de los días de penitencia, que comenzaron en Rosh Hashana y continúan en los diez días de penitencia, llegan a su día culmine en Iom Kipur.
Es un día de perdón y expiación de los pecados entre el ser humano y D’s y entre el ser humano y el prójimo.

Introducción

Yom Kipur es el día más
sagrado de la religión judía.
La época de los días de
penitencia, que comenzaron en Rosh Hashana y continúan en
los diez días de penitencia, llegan a su día culmine en Iom Kipur. Es un día
de perdón y expiación de los
pecados entre el ser humano y D’s y entre el ser humano y el prójimo.
En Rosh Hashana los seres humanos son juzgados por sus actos, pero el veredicto del juicio
es fijado en Yom Kipur.

El cometido del ayuno
El cometido del ayuno

La finalidad no es la tortura por si misma, sino para elevarse: en el
Sefer Hajinuj (precepto 413) explica: “La raíz de este
precepto es para que seamos seguidores del Santo Bendito Sea, para fijar al ser humano un
día en el año para expiar los pecados mediante la
penitencia, es por eso que fuimos ordenados a ayunar. Pues el comer y el beber y demás placeres corporales nos incitan a continuar en la persecución de lo material y evitan que el alma procure la verdad y no es
digno presentarse a juicio delante del Santo Bendito Sea comido y bebido… Es por eso que
el hombre debe en este día fortificar la fuerza de su alma
para que ella sea digna de recibir la expiación de
D’s”.

Leyes de Iom Kipur
Leyes de Yom Kipur
En este día debemos abstenernos de nuestro
necesidades básicas: 1. Comer y beber, 2. Lavado, 3.
Friccionarse el cuerpo en aceite, 4. Calzarse zapatos de cuero, 5. Relaciones conyugales,
como está escrito: “y en el ayunareis” (Leví tico 17:31). El hombre está
obligado a desligarse totalmente de su vida cotidiana y consagrar todas sus fuerzas para
purificarse en este día, para expiar los pecados del año trascurrido y retornar a D’s.
El retorno a la tradición
El retorno a la tradición de Israel

El retorno está relacionado con la idea del
libre albedrío. Esta idea aparece en el comienzo de la
humanidad. Cuando D’s no recibe la ofrenda de Kain está
escrito: “Y entonces le preguntó el Eterno ciertamente
si obrares bien serás acepto, pero si no obrares bien el
pecado se agazapará a la puerta y te tentará , más tu puedes dominarlo
(Génesis 4: 6-7). “De que os di para escoger entre la
vida y la muerte, entre la bendición y la maldición y los exhorté a escoger la vida,
para ti y tu simiente” (Deuteronomio 30:19).

Maimónides describe este tema en las Hiljot
Teshuba 5:3: “El creador no obliga al ser humano y no decreta a él
a hacer el bien o el mal, sino que todo está en sus
manos”. La fuerza del libre albedrío que el hombre
adquirió le permite abrir una nueva página
en su vida y corregir sus caminos, y así ve la tradición judía el principal proceso de la Teshuva”.

Kol Nidrei

La oración de “Kol Nidrei”

 

La esencia de esta oración es transmitir un
mensaje que aún si el hombre hiciera o pronunciara una idea
o un comentario que no van de acuerdo con la forma de vida del judío
creyente, se deberá entender que sus comentarios son de la
boca para afuera, y en el interior de su corazón siempre
seguirá apegado a D’s y a su Torá
.

Hay quienes sugieren que la oración de Kol
Nidrei fue compuesta por los judíos marranos de España
que se congregaban en sótanos en Iom Kipur y declararon que toda
la forma de vida cristiana es solo una expresión verbal y en
sus corazones cuidaban fidelidad al judaísmo.

Kaparot

1) Kaparot – En la víspera
de Iom Kipur, también llamado el “día sagrado” se acostumbra a realizar kaparot: se toma un
gallo (para los hombres) y una gallina (para las mujeres). Si no se encontraran gallinas
se pueden tomar distintos tipos de animales, como ser peces. Algunos utilizan dinero. Se
revolea el gallo, la gallina, o el pez o dinero y se recita: “esta gallina esta en mi
lugar, me reemplaza y es mi perdón, esta gallina irá a la muerte y yo entraré en una
vida larga y apacible”. Si la kapara se realizara con dinero se debe recitar:
“este dinero irá para caridad y etc”.

Seudat mafseket

2) “Seudat mafseket”
– La última comida antes del ayuno se debe concluir media
hora antes de la puesta del sol. Nuestros sabios fijaron que se debe aumentar el banquete
del noveno día (el día
anterior a Iom Kipur) del mes de Tishrei. Los sabios dijeron que: “todo aquel que
come y bebe en vísperas de Iom Kipur, es como si hubiera
ayunado el noveno y el décimo día”
(como si hubiera ayunado los dos días).

Ropa blanca

3) En Iom Kipur se acostumbra a vestir ropa
blanca
(llamada Kitel). El color blanco es un símbolo
de pureza, como está escrito aunque vuestros pecados sean
como la grana, tornarse tan blancos como la nieve” (Isaías
1:18).

Las oraciones principales

4) Las oraciones principales de Iom Kipur son las confesiones que
pronunciamos en cada uno de los rezos del día, y en total
nos confesamos diez veces. Recordamos nuestros pecados en forma alfabética:
Hemos pecado, traicionamos, robamos y etc. y luego las explicamos en la oración de “al jet”. Por ejemplo: “por el pecado que
hemos cometido al despreciar a nuestros padres y maestros… por el pecado que hemos
cometido por hablar cosas absurdas… por el pecado que hemos cometido por calumnias…
por el pecado que hemos cometido por odio gratuito”. La confesión
sirve para completar el arrepentimiento, pues cuando el hombre confiesa sus pecados, se
compromete a no volver a cometerlos nuevamente.

 

5) En Iom Kipur se recita la oración de “Izcor”, por cada uno de las almas de los
seres queridos. Aquellos que poseen sus padres vivos, no participan de esta oración. Luego de recitar esta oración se
recita “Izcor” por las almas caídas en el
Holocausto y por las almas de los caídos en las luchas de
Israel.

 

La oración de
Neila: En cada fiesta rezamos la tefila de Arvit, Shajarit, Musaf y Minja, y en Iom
Kipur se agrega la tefila de Neila, al final del día. Cuando
el sol se pone y la noche se aproxima se cierran los portones del cielo o las puertas del
Beit Hamikdash y el Santo Bendito Sea firma el veredicto del juicio. Nos dirigimos a D’s
bendito sea y pedimos: “ábrenos las puertas en el momento final”.

Al concluir la tefila de Neila el jazan proclama, y el público detrás de el, “Shema
Israel H’ Elokenu H’ ejad” – Escucha Israel, el Señor es nuestro D’s, el Señor
es Uno – . Se recita tres veces “Baruj shem kvod maljuto
leolam vaed” – Bendito sea su nombre, su gloria y su reino eternamente – . Y siete
veces “H’ hu aelokim” – H’ es nuestro D’s, luego se toca el shofar para recordar
el son del shofar de Iom Kipur en el año del jubileo (Leví tico 25). Este sonido se realizaba en sus comienzos para
devolver la libertad a los esclavos judíos y devolver las
tierras vendidas a sus dueños. Tocamos el shofar con la esperanza que todas las diásporas de Israel vuelvan a su tierra, “y volverán sus hijos a las fronteras”.

Maftir Iona

Maftir Iona: En la oración de Minja se
lee la Torá , en el libro de Levítico
capítulo 18. Luego de la lectura de la Torá , se lee la haftará del libro de
Iona, que relata la profecía de Iona que previno a los
ciudadanos de Ninive de la destrucción que les depara, ellos
se arrepintieron de sus actos y el decreto fue anulado.

IONÁ
por el Rabino Daniel
Oppenheimer

Se
acerca Iom Kipur y, como todos los años, leeremos una de las historias más
llamativas del Tana”j: la odisea
del profeta Ioná ben Amitái. Dado
que los Sabios eligieron esta lectura como la más apropiada para uno de los
momentos más delicados del año, debemos intentar entender el significado que
nos quiere transmitir. Comencemos,
entonces, relatando la historia y luego la podremos analizar.

 

Ioná
era uno de los más célebres profetas de Israel.
Vivía en la época de Ieravam ben Ioash, rey de Israel (en aquellos
tiempos, el pueblo judío estaba dividido en dos reinos:
Israel y Iehudá), durante la era del 1
er
Bet HaMikdash. Ioná era alumno de
Elishá, discípulo del profeta Eliahu (Elías) y había sido el encomendado de
ungir a Iehú, abuelo de Ieravam para reemplazar a la contumaz dinastía de Omrí.
Corría alrededor del año 3105 (645 antes de la era común).
Los Sabios identifican, además, a Ioná con el niño resucitado por el
profeta Eliahu (Melajim 1 cap.17), lo cual acredita su nombre “ben Amitái”,
pues se ratificó (Emet) en este hecho la autenticidad de la profecía de
Eliahu..

 

Ioná
recibió una orden Di-vina: ir a
Ninevé, la capital del imperio asirio y advertirle a su población acerca de su
inminente destrucción, como consecuencia de su nefasta conducta (robaban,
calumniaban a la gente, blasfemaban a D”s…)

 

Ioná
no quiso ir. ¿Por qué?
Los resultados de esta misión eran previsibles:
si la gente de Ninevé se arrepentiría y corregiría su comportamiento,
esto se convertiría en una obvia recriminación en contra del pueblo judío,
quien seguía firme en su obstinada manera de pecar.
Dado
que Ioná no quería participar de esta evidente imputación en contra de los
hermanos judíos a quienes amaba profundamente, decidió fugarse
.
(Obviamente, la exigencia Di-vina hacia los judíos es inmensamente
superior que los requerimientos demandados a los asirios.
Sin embargo, la analogía podía darse, dejando mal parados a los judíos).
En las palabras de los Sabios: “Ioná
demandó el honor del hijo – Israel, por encima del honor correspondiente al
Padre -D”s (Mejilta 28).

 

Ioná
emuló de este modo la actitud de Moshé Rabeinu quien, a su vez, ofreció ser
borrado del texto de la Torá antes que permitir que el pueblo de Israel fuese
destruido por el pecado del becerro de oro.

 

Había
una razón adicional a su intento por desoír el pedido de D”s.
Previamente Ioná había sido enviado a Ierushalaim (capital del reino
sureño de Iehudá) para llevar un mensaje similar de advertencia.
El mensaje había sido escuchado y obedecido.
Ierushalaim se salvó (Pirke d’Rabi Eliezer).
Sin embargo, en aquella oportunidad los necios habían acusado a Ioná de
ser un profeta falso (alarmista, fanático, exagerado, ortodoxo, etc.),
“demostrando” su tesis de fantasía con los hechos que no se habían
consumado de acuerdo al vaticinio de Ioná.
(La
verdad es que si una profecía de amonestación no se cumple en la práctica,
esto no establece la falacia del profeta, pues podía ser que la reparación
moral de la gente tornó innecesario el castigo
).
Ioná quería evitar una nueva acusación de tal índole, pues sentía
que sería un agravio hacia D”s, (cuando la gente cree que apercibe y no
cumple). Ioná, como Moshé, no
quería convertirse en un instrumento que derivara en un Jilul HaShem (profanación
del Nombre de D”s).

 

Pero…
¿acaso
es posible escaparse de D”s?
Evidentemente
no.

 

Ioná
quería eludir la profecía. Sabiendo
que el nivel espiritual fuera de Israel es inferior al de la tierra de Israel,
Ioná razonó que saliendo de Eretz Israel, D”s no le hablaría más y quedaría
exento de cumplir con esta controvertida misión.
Se dirigió hasta el puerto de Iafo y pagó por una embarcación que lo
alejara de su tierra, de sus hermanos y de la propia profecía.
Esta acción no fue la acertada a pesar de las nobles intenciones de Ioná,
quien incurrió así en la prohibición de retener la profecía (Talmud Sanhedrín
89.)

 

Mientras
navegaba hacia Tarshish, se levantó una tormenta que azotaba precisamente el
sitio por donde pasaba la embarcación, haciendo peligrar al barco y a su gente.
Mientras Ioná se acostó a dormir, la tripulación comenzó a invocar a
sus dioses sin resultado. Al notar
que la tempestad no era habitual,
hicieron una lotería para determinar quien era el responsable.
El sorteo cayó sobre Ioná. Éste
dio a conocer su identidad hebrea, su creencia en D”s “del Cielo y de la
Tierra” y el motivo de su culpa. Los
marineros se asustaron y le pidieron que
les dijera qué deberían hacer para salvarse del temporal.
Ioná les respondió que el mar se calmaría únicamente si lo arrojaban
al mar. Los tripulantes quisieron
evitar llegar a esto e intentaron infructuosamente acercar el navío hacia la
orilla (sentían que estaban frente a una persona sagrada).
Sin embargo, al ver que sus esfuerzos eran en vano, rogaron a D”s que
no los culpara por lo que estaban por hacer.
Tomaron a Ioná y lo echaron al agua, tras lo cual el mar se calmó.
Maravillados, los marineros se convirtieron al judaísmo y prometieron
hacer lo mismo con sus familias (Pirke d’Rabi Eliezer 10).

 

Un
pez designado por D”s tragó íntegro a Ioná quien permaneció en la panza
del pez durante tres días. Ioná
no estaba muy cómodo dentro del pez y compuso allí un himno a D”s en el cual
se arrepintió de su acción. El
pez despidió a Ioná en la orilla y Ioná volvió
a recibir la temida orden: “Ve
a Ninevé y adviertele”.

 

Ioná
fue. Ninevé era una gran metrópoli
que requería tres días para caminarla de punta a punta.
Ioná anunció a todos que la destrucción era inminente (las palabras
textuales son: “y Ninevé ‘nehefejet`
= se transformará
”, la misma palabra utilizada respecto a la
destrucción anterior de Sodoma, pero que en este caso alude a lo que realmente
sucedió finalmente, pues los habitantes de Ninevé modificaron
su actitud). La gente escuchó a
Ioná y se estremeció. Avisaron al
rey, quien mandó la orden de ayunar, de vestir ropa de duelo y de corregir sus
malas acciones, dando él mismo el ejemplo.
“D”s observó su
proceder que se habían apartado del mal
y no destruyó a Ninevé”.

 

Se
había cumplido lo que Ioná había temido.
Ninevé se había salvado, mientras Ioná permanecía a un borde de la
ciudad, en una cabaña que había construido, para contemplar los
acontecimientos. Ioná estaba tan
enfurecido por el curso de los eventos que pidió morir.
Se sentía impenitente por estar cuestionando la postura de D”s
respecto a Ninevé y esto le causaba una terrible angustia (Alshij).
D”s sólo le respondió: “¿tanto
disgusto te trae?” e hizo crecer
imprevistamente un árbol de kikaión (algunos identifican este árbol con un
ricino) que poseía un follaje frondoso y protegió a Ioná del sol
recalcitrante. Ioná se alegró
considerablemente con esta inesperada fortuna.
Sin embargo, al amanecer del día siguiente, D”s envió un gusano que
atacó al Kikaión dejando a Ioná desguarnecido frente al viento cálido y el
sol ardiente. Ioná volvió a
sentirse decepcionado y reiteró su súplica a D”s objetando que no quería
vivir más. A lo cual D”s le
respondió: Tu
te lamentas por el Kikaión que no te esforzaste por él ni lo plantaste, que en
una noche apareció y en una noche se perdió – ¿y yo no mostraré sensibilidad
hacia Ninevé, una ciudad tan grande con tanta población (120.000 niños
inocentes y aun más adultos)?

 

El
libro de Ioná termina aquí. No
nos cuenta más. Lo que pasó con
Ioná personalmente no lo sabemos. El
Ialkut Shimoní (parte del Midrash) dice que Ioná cayó sobre su rostro en
aquel momento y respondió: “(D”s!)
conduce a tu mundo con el atributo de la misericordia, tal como está escrito:
‘de D”s dependen la misericordia y el perdón’”.

 

Hasta
aquí la historia ¿Cuáles son las
enseñanzas?

 

 

La Mishná en Ta’anit cuenta que
cuando en Israel escaseaba la lluvia, se decretaban ayunos sucesivos para pedir
clemencia de D”s. En estas
ocasiones, el anciano del pueblo hablaba a la población y le observaba que en
Ninevé no
dice: “y D”s observó su
ayuno”, sino: “y D”s observó “su proceder que se habían apartado del
mal”. El objetivo no es el ayuno
(si bien, obviamente lo debemos cumplir), sino el cambio que debe generar
en nosotros.
Ayuno
sin Teshuvá (arrepentimiento – remordimiento) es un acto estéril.

 

Asimismo,
los Sabios califican la Teshuvá (contrición) como un “acto
engañoso
(Talmud
Ierushalmi Ta’anit 2:1). ¿Qué
significa esto? ¿No dice, acaso, (Pirkéi
dRabi Eliezer) que los habitantes de Ninevé estaban cercanos (fáciles de
influenciar) a la Teshuvá?

 

Para
responder a esta pregunta, debemos entender que la Teshuvá puede funcionar en
varios niveles. Lo más habitual es
que
una persona se asuste de las consecuencias directas de una acción (p.ej.,
fumar), y que esto le sirva como disuasivo para alejarse del hecho.

La Teshuvá de Ninevé perteneció a esa categoría.
Por lo tanto sus habitantes corrigieron sus acciones externas,
devolvieron lo que habían robado, etc. (Meshej Jojmá, Pinjás).
Sin embargo, no
se modificó su cosmovisión que trajo aparejado el pecado y que quedó latente
en su ser íntimo para volver a incurrir en él
.
Su proceder fue
el resultado del miedo de la amenaza de destrucción
(Bet Elokim).
Si bien para Ninevé, que no goza de la Mitzvá de Teshuvá constante
como los judíos, esto puede ser suficiente, no es el caso respecto a Israel.
Por consiguiente, la consecuente demanda recriminatoria a Israel temida
por Ioná, seguía en pie: si
Ninevé era capaz de una Teshuvá, si bien periférica, tanto más se esperaba
de Israel que logre una Teshuvá total!

(Rabbi Noson Scherman en la introducción a Ioná – Artscroll)

 

 

Por
último. Veamos cómo continuó la
historia. Ninevé se salvó.
Asiria (cuya capital era Ninevé) pasó a convertirse luego en “la vara
de D”s” mediante la cual castigaría al reino norte de Israel y a otras
naciones e inquietaría a la ciudad de Ierushalaim (que a última hora se salvó).
Al final, Asiria cayó al igual que todos los imperios que fueron
decadentes moralmente. ¿Les sirvió
la Teshuvá? Sólo para salvarse en
el momento. Si
la Teshuvá hubiese estado acompañada de un proyecto espiritual para el futuro,
Asiria hubiese cumplido otro rol distinto, más sensible, al de ser los verdugos
de la humanidad
. La Teshuvá
momentánea repitió la actitud de Kaín, la de Ishmael, hijo de Abraham (cuando
estaba muriéndose de sed en el desierto) y otros que se alejaron
transitoriamente de sus pecados. No
tuvieron un efecto duradero. Tal
como sucedió con Ninevé, D”s
responde a la Teshuvá de la gente y le brinda nuevas oportunidades dándole más
vida. Esto no garantiza que los
beneficiarios de la bondad Di-vina utilizarán esta benevolencia
correctamente….

 

Frente
a esta historia, nos debemos preguntar: ¿qué
naturaleza tiene nuestra actitud en Iom Kipur?
¿es superficial como la de Ninevé o es firme y durable?
¿llega a la esencia de nuestro ser modificando nuestra visión y acción
en su conjunto? ¿tenemos proyectos
valiosos para el futuro?

 

Gmar
Jatimá Tová

 

Daniel Oppenheimer

Fuentes de nuestros sabios sobre Yom Kipur
Estudiaron los Sabios: El precepto de la Confesión debe Ser
cumplido en vísperas de Yom Kipur al oscurecer. Pero los Sabios
establecieron que se confiese en el día de la víspera antes de la
última comida por temor a que pierda el juicio (al emborracharse).
Sin embargo, aunque se confesó antes de comer y beber confesará
después de la comida y la bebida, por temor a que haya
cometido alguna falta durante la comida.
Y aunque confesó durante la oración de la noche volverá a
confesar durante la oración de la mañana, la complementaria de
la tarde y la última del Día. (Y oma 87b)
Dijo R. Ahada bar Ahava: Una persona que peca, confiesa su
pecado y no modifica su actuación, ¿a qué se puede comparar? A
una persona que toma un insecto impuro en su mano, y no lo
suelta, aunque se sumerja en todas las aguas del mundo no podrá
purificarse. Apenas suelta el objeto impuro con sólo sumergirse
en una piscina de 40 saa de agua se purificó de inmediato.
(Taanit 16a)
Quien dice “pecaré y luego me enmendaré, pecaré y luego me
enmendaré” no le conceden las posibilidades para enmendarse.
Quien dice “pecaré y el día de Yom Kipur me absolverá” el
día de Yom Kipur no absolverá.
Los pecados para con D-s el día de Yom Kipur absuelve. Los
pecados para con su prójimo, el día de Yom Kipur no absuelve
hasta tanto no se haya reconciliado con su compañero.
Dijo R. Akiva: ¡Dichosos israelitas! ¿Ante quién vosotros os
purificáis? ¿Quién os purifica? ¡Vuestro Padre en el Cielo!
(Mishná Yoma 8-9)
Estudió Jiyá bar Rav de Diftei: Leemos (Vayikrá 23,32) y
afligiréis vuestras almas a los nueve días.
¿Acaso se ayuna el día nueve? Siendo que se ayuna el día
Sino que desea darnos una lección y enseñarnos que quien
come y bebe en el noveno, la Torá le considera como si hubiera
ayunado el nueve Y el diez juntos. (Yoma 81b)Dijo R. Shimón ben Gamliel: No hubo fiestas tan importantes
para los israelitas como el “Quince de Av” y “Yom Kipur”.
(Taanit 26b)