Yosef – Líder soñador, pionero y estadista

Fuente: Pixabay.

RECORRIDOS BÍBLICOS

Sueños, Dilemas y Decisiones del Liderazgo Judío en la Biblia Basado en el original “Biblical Journeys” de Menachem Persoff Adaptación y Traducción al Español Shai Ben Mordechai (Rosenblum)

IOSEF UN LÍDER SOÑADOR, PIONERO Y ESTADISTA

Línea del
tiempo
Perfil de un
líder
Un
Líder soñador, pionero y Estadista
El
episodio
Actividad
1
Actividad
2
Actividad
3

Línea del Tiempo

Año Judío año
Gregoriano (A.C.)

2199

1562

Nacimiento de Iosef

2205

1556

Iaacov abandona la ciudad de Haran

2216

1545

Iosef es vendido

2228

1533

Muerte de Isaac

2229

1532

Iosef es nombrado Consejero del Faraón

2238

1523

Iaacov y su familia emigran a Egipto

Inicio

Perfil de un líder:

Su relación familiar Hijo favorecido de Iaacov

Las relaciones de Iosef con sus hermanos

Soñó que él lideraría sobre ellos;

fue odiado por sus hermanos;

fue vendido a los ismaelitas.

En Egipto:

Fue esclavo en la casa de Potifar;·

Se destaca en la presencia del faraón por su capacidad de interpretar los sueños.

Pronostica años de abundancia y de hambre;

Se transforma en Gran Consejero del Faraón;

Pone en prueba a sus hermanos que acuden ante él para comprar maíz;·

Se reconcilia con sus hermanos;·

Se radica con Iaacov y su familia en la tierra de Goshen, en la frontera oriental de Egipto.

Sus hijos:

Efraim y Menashé

Su familia

Iaacov, hijo de Isaac, hermano mellizo más joven de Esav y el tercero de los Patriarcas del Pueblo de Israel. Cambió alimento de Esav para obtener la primogenitura (Génesis: 25:29-34) y engaña a su padre para obtener su bendición antes de su muerte (capítulo 27). Escapa y se refugia en la casa de su tío Labán en Haran y en el camino tiene un sueño en el que Dios le confirma su pacto con Abraham. Sirve a Labán por espacio de 14 años con el fin de obtener la mano de sus hijas Lea y Raquel. Tuvo 6 hijos e hijas de Lea y 4 hijos de concubinas.
Mientras que Raquel da a luz a Iosef y Benjamín. Se transforma en próspero y poderoso y finalmente huye de Haran, en malas relaciones con Labán. En su huida se encuentra con un ángel alado y lucha contra él cambiando su nombre por el de Israel. Su reencuentro con Esav fue cordial y Iaacov se radica en Shjem.
En su vejez se aflige por “la pérdida” de Iosef. Cuando descubre a Iosef en Egipto decide radicarse allí con su familia donde muere a la edad de 147 años. Su
cuerpo fue embalsamado y eventualmente trasladado a la Tumba de Majpelá
en Hebrón.

Inicio

Un Líder soñador, pionero y Estadista

Introducción

Iosef realmente no precisa ningún tipo de presentación:
Basta decir que fue un soñador. Aún que bien merece un resumen de los sucesos que condujeron al drama de la revelación ante sus hermanos en Egipto.

Recordemos que Iosef era el hijo preferido de Iaacov. Recibe de su padre un manto de muchos colores… sueña con el sol, la luna y las estrellas, y un campo de trigo inclinándose hacia él. Se jacta frente a sus hermanos celosos quienes lo arrojan a un pozo… es vendido a los ismaelitas y posteriormente a un señor egipcio… En uno de sus sueños en una prisión egipcia (luego de intentar seducir a la esposa de su dueño), resuelve los sueños del cantinero y el panadero. Es nombrado asesor del faraón egipcio luego de revelarle la interpretación de un sueño al faraón en el que lo alerta de siete años de abundancia y siete años de carencia. (El sueño de las siete vacas gordas y las siete vacas flacas).

Posteriormente, luego de una severa época de hambre en Canaán, los hermanos de Iosef – sin Benjamín – acuden al faraón a solicitud de su anciano padre (que cree que su hijo Iosef está muerto) para traer comida a Canaán. Iosef, en carácter de asesor del faraón, los acusa de espionaje y les exige que Benjamín, (su hermano menor) sea traído ante él y los acusa de robo. Finalmente, y luego de insistentes súplicas de perdón, Iosef les revela su verdadera identidad.

El Tzadik (Justo)

En la literatura Judía, Iosef es conocido como un Tzadik, el prototipo de un hombre honrado, a pesar de ser una figura extraña y caprichosa y en muchas ocasiones contradictoria.

Primero, consideremos los elementos positivos en la personalidad de Iosef:

Elie Wiesel , galardonado Premio Nobel de Literatura nos cuenta (en “Mensajeros de Dios”) que Iosef es amado por que demuestra que lo imposible es posible. La historia de Iosef es una metamorfosis.
Es un emigrante pobre que se transforma en rico y poderoso en un país extranjero; un sirviente que se transforma en dueño, un esclavo que llega a ser príncipe. Iosef es un refugiado solitario que se construye a si mismo una carrera política exitosa, culminando en el cargo de consejero real.

Adin Steinsaltz (en “Imágenes Bíblicas”) destaca el aspecto ético de Iosef. El sugiere que el término Tzadik es apropiado para definir a Iosef debido
al auto-control que ejerce frente a la tentación (con la esposa de Potifar). Steinsaltz agrega, que Iosef, a pesar de las dificultades por reforzar su posición en la corte del faraón, ejerce una profunda influencia personal y espiritual en los asuntos de Estado, destacando aspectos sociales y espirituales.

Sin embargo, existe un lado negativo en el retrato de Iosef:

Iosef siendo niño, es especialmente caprichoso y terco; siendo un joven adolescente es agradable y atractivo. Como joven provoca violentas reacciones entre sus hermanos, los exacerba y los conduce a actuar contra él. Como adulto, se casa con una egipcia y lleva una vida de lujo sin limites en el palacio real. Lo podemos encontrar en todo tipo de situaciones complejas y confusas. ,” Escribe Wiesel.

Pero, al igual como con otros líderes de la literatura Judía, existen elementos en la personalidad de Iosef que exigen una aclaración:

Consideremos, por ejemplo, la relación despectiva y orgullosa de Iosef frente a sus hermanos:

En lugar de compartir sus virtudes, Iosef desafía deliberadamente a sus hermanos para despertar su envidia.

En lugar de ayudar a acercar a sus hermanos con su padre, Iosef obstaculiza esta relación y se presenta por encima de ellos.

Continuamente se evade de la conciliación y se mezcla con los hijos de los sirvientes alimentando la hoguera de las rencillas.

La falta de modestia de Iosef es destacada. Describe sus sueños en público y presenta a sus hermanos y a su padre como sirvientes de él.

¿Se puede interpretar este comportamiento como la actitud de un futuro líder, de un Tzadik? ¿Cómo podemos interpretar la confusión permanente entre la
realidad y los deseos?

¿Con un perfil como este, podemos culpar a sus hermanos de reacciones y acciones agresivas?

Por otra parte, ¿podemos culpar a Iosef de su actitud frente a sus hermanos en calidad de consejero del faraón en el palacio?

El Episodio:

Iosef se enfrenta con sus hermanos Analicemos
en detalles el episodio para juzgar con conocimiento de causa:

Recordemos
que los hermanos de Iosef, sin Benjamín, llegan al palacio del faraón solicitando alimentos para enfrentar el hambre en Canaán. Los hermanos se inclinan ante él (El sueño del campo de trigo
inclinado. Iosef, quien inmediatamente reconoce a sus hermanos, les habla ásperamente y los acusa de espionaje. Los hermanos en sus esfuerzos por evitar la prisión le informan que tienen un padre anciano, un hermano más joven (Benjamín) y otro hermano que desapareció (quién no es más ni menos, el propio Iosef).

Los hermanos son encarcelados y comienzan a recriminarse el uno al otro por la actitud anterior contra Iosef. Iosef, (pretendiendo no entender, les informa, a través de Simón. (el autor intelectual del plan de asesinato de Iosef) que no serán liberados hasta que Benjamin no sea traído ante su presencia…

El hambre empeora y los hermanos vacilantes finalmente obligan a Iaacov a enviar a Benjamín. Iehudá, el mayor, da fe de garantía. Entonces libera a Simón e invita a los hermanos a un banquete. Mientras tanto, averigua sobre la salud de su padre – pero todavía no da a conocer su identidad.

El plan de Iosef se encuentra en pleno desarrollo. El banquete finaliza, los morrales de sus hermanos son llenados de alimento – y Iosef da ordenes que su taza de vino sea puesta en el morral de Benjamín…
En el transcurso del viaje de regreso, los hermanos descubren la taza de vino de Iosef entre las pertenencias de Benjamin y son acusados de robo. Todos los hermanos son devueltos a Iosef. Iehudá entonces urge a Iosef a tomarlos a todos como esclavos, pero Iosef rehúsa, informándoles que mantendrá únicamente
a Benjamin como esclavo. Todos los demás serán liberados.

Frente a estas circunstancias, Iehudá se acerca a Iosef y le
declara un emotivo y profundo discurso: Ante el temor que la ausencia de Benjamín mate a su anciano padre, Iehudá le ruega a Iosef que lo acepte a él como esclavo y sirviente en lugar de
Benjamín…

Un cambio dramático en Iosef ocurre: Iosef se conmueve profundamente y pide a los presentes salir de la sala.
Finalmente, da a conocer su verdadera identidad: “Yo soy Iosef” les dice a sus hermanos. “¿Cómo se encuentra mi padre…?”
pregunta. Los hermanos completamente confusos ante el descubrimiento no atinan a moverse. Este es, seguramente, el momento de la revancha, pero, de hecho, Iosef los tranquiliza y les explica que los acontecimientos están en las manos de Dios quien “me envió adelante para garantizar la supervivencia…”

En este intenso momento de sentimientos profundos, Iosef
urge a sus hermanos a retornar ante su padre, contarle sobre lo
ocurrido, sobre su condición privilegiada en el reino de los
faraones y traerlo con la mayor rapidez posible.

El dilema A esta altura de los acontecimientos, también nosotros estamos más que sorprendidos:

¿Iosef no estaba al tanto de la avanzada edad de su padre? ¿Existía alguna forma de comunicarse con él? ¿Por qué tuvo que
enfrentar a sus hermanos frente a semejantes dilemas? ¿Por qué
dejar a su hermano Benjamín, el más querido de entre sus
hermanos, sufrir? ¿Por qué Iosef actúa como un extraño y no descubre su verdadera identidad desde el comienzo?

En resumen, podemos preguntarnos, citando al autor Maurice Samuel: ¿A cual Iosef nos estamos refiriendo?
¿Al Iosef Tzadik o al Iosef contradictorio y ambivalente?”

Con esta amplia introducción, veamos el texto de Iehudá:

NARRACIÓN

Iehudá se confiesa con Iosef “Y acercóse Iehudá y dijo: “Oh señor mío, permite que tu siervo diga una palabra (importante) a los oídos de mi señor, rogándote no te aíres contra tu siervo, por cuanto tú eres (tan grande) Como
el faraón. Mi señor preguntó a sus siervos: “¿Tenéis padre? ¿Tenéis otro hermano?” Y nosotros contestamos a mi señor: “Tenemos un padre anciano, que tiene un hijo pequeño de su vejez, cuyo hermano murió, quedándole a su madre sólo el
pequeño, que es amado por su padre”. Entonces tú dijiste a
tus siervos: “Traédmelo para que ponga mis ojos en él”.
Y le respondimos a mi señor: “El muchacho no puede abandonar a su padre, por que si dejare a su padre, éste morirá”.
Entonces dijiste a tus siervos: “A menos que vuestro hermano menor venga con vosotros, no veréis más mi rostro”. Y aconteció,
cuando volvimos a tu siervo mi padre, que le comunicamos las palabras de mi señor. Y dijo nuestro padre: “Ved nuevamente allí para comprarnos un poco de alimento”. Y le dijimos: “No podemos ir, a menos que vaya con nosotros, nuestro hermano menor, por que de lo contrario, no veremos más el rostro de aquel hombre”. Y nos dijo entonces, tu siervo, nuestro padre: “Bien sabéis que mi mujer me dio dos hijos. Uno desapareció de mí y di por seguro que fue despedazado; lo cierto es que no lo he vuelto a ver. Si además me quitáis el otro y le ocurriere alguna desgracia, haréis
descender con desgracia mis canas a la sepultura”. Por lo tanto, si
ahora fuere a presencia de tu siervo, mi padre, sin el muchacho, cuya alma está ligada con el alma de él, al ver que no está el
muchacho, no lo soportará y morirá y tus siervos harán descender las canas de tu siervo, nuestro padre con gran tribulación a la sepultura. Por cuanto, tu siervo le garantizó a mi padre que traería al muchacho diciéndole: “Si no te lo trajere, seré pecador contra mi padre por siempre. Ahora pues, ruégote, permita a tu siervo ocupar el lugar del muchacho y lo dejes irse con sus hermanos, pues, ¿Cómo volveré a mi padre sin el muchacho conmigo, con el peligro del mal que sobrevendrá a mi padre?

(Génesis
44:18 – 45:15)

Iosef se da a conocer frente a sus hermanos “Y no pudo Iosef contenerse más ante todos los (Egipcios) que
estaban allí con él y les ordenó que se retiraran.
Entonces no quedó (Egipcio) con él y se dio a conocer a sus
hermanos. Y al hacerlo, lloró con grandes voces y lo supieron los
egipcios y la casa del Faraón. Les dijo Iosef a sus hermanos: “Yo soy Iosef . ¿Vive aún mi padre?”
Y sus hermanos no atinaron a contestarle, de tan asombrados que
estaban. Y continuó Iosef : “Acercaos, por favor”. Y se aproximaron. Y subrayó: “Si, yo soy Iosef , vuestro hermano, a
quien vendisteis a Egipto. Pero no os lamentéis ni os arrepintáis,
por haberme vendido a este lugar, por cuanto Dios me envió ante
vosotros, para la preservación de la vida. Hace dos años que el hambre se adueño de la tierra y todavía faltan cinco años de esta época en que no se puede cosechar ni sembrar. Y Dios me envió ante vosotros para prepararos la subsistencia en la tierra y salvar así vuestras vidas del desastre. Por lo tanto, no fuisteis vosotros, quienes me enviaron aquí, sino Dios, y púsome por padre del Faraón y por señor de toda su casa y por gobernante de toda la tierra de Egipto.

Apresuraos, y subid hasta donde está mi padre y decidle: “Así dice tu hijo Iosef : Dios me ha hecho señor de todo Egipto y no demores en bajar a mi. Y habitarás en la tierra de Gosen (Goshen) y estarás cerca de mi, tú y tus hijos y tus nietos y tus rebaños y tus vacadas y todo cuanto tienes. Y allí te sustentaré, por que restan aún cinco años de hambre, para que tú y tu gente no se empobrezcan”. Y vuestros ojos ven y también los ojos de mi hermano Benjamín que es mi propia boca la que os habla. Y contaréis a mi padre toda mi gloria en Egipto y todo lo que habéis visto y os apresurarás a traer aquí a mi padre. Y echóse sobre el c uello de suhermano Benjamín y lloró y también Benjamin lloró
sobre su cuello. Y besó a todos sus hermanos y lloró sobre
ellos, quienes (ya repuestos de su asombro) hablaron con él.

(Génesis
45:1-15)

Interrogantes

· ¿Cuántas veces en el relato, Iehudá se dirige a Iosef utilizando el término “mi señor”, o se refiere a sí mismo como “sirviente (siervo)”, frente a Iosef? Qué importancia tiene esta terminología: ¿Qué se cumple en realidad? ¿El sueño o la esperanza de Iosef?

· ¿Por qué Iosef expulsa a sus sirvientes antes de darse a conocer frente a sus hermanos? ¿Iosef esconde su vergüenza ante sus sirvientes o les está ahorrando la situación embarazosa? ¿ Quién debería sentirse en una situación embarazosa – Iosef o sus sirvientes?

· ¿La forma en que Iosef se revela ante sus hermanos, fue un acto de crueldad? ¿Iosef debería haber actuado de otra manera? ¿Quién debería sentirse víctima en semejante situación – Iosef o sus hermanos? ¿Quién debería sentir miedo?

· Por qué Iosef pregunta: ¿”Vive mi padre aún?” después de haberse presentado a si mismo? ¿Iosef intenta justificarse ante sus hermanos o es un mero truco ¿Iosef planea algún otro plan?

Después de todos sus relatos y juicios Iosef les dice a sus hermanos:

“Pero no os lamentéis ni os arrepintáis, por haberme vendido a este lugar, por cuanto Dios me envió ante vosotros”.

· ¿Iosef reniega de su responsabilidad en su anterior relación con sus hermanos? ¿Está tratando de apaciguar el sentimiento de culpabilidad de sus hermanos o el suyo propio?

· ¿Por qué después de todos estos acontecimientos Iosef es tan generoso con sus hermanos? ¿Por qué simplemente no los envía de retorno con los alimentos? ¿Por qué no fue él, en persona, a visitar su anciano padre? ¿Por qué se arriesgó a las burlas de los egipcios y puso también en riesgo a sus hermanos, que eran detestados por los egipcios?

· ¿Iosef era realmente un Tzadik?

· ¿Que podemos aprender de este episodio desde el punto de vista del liderazgo?

Comentarios:

La compleja conducta de Iosef frente a sus hermanos puede ser interpretada desde varias perspectivas diferentes.

A continuación ofrecemos tres enfoques que guardan relación con el tema central del liderazgo:

Sobre la Naturaleza del Sueño

(Basado en la obra de Adin Steinsaltz, “Imágenes Bíblicas”, capítulo 8, “Iosef the Master of Dreams”)

El elemento “Sueño”

El entrañando hilo en la historia de Iosef y sus hermanos es el sueño de Iosef.

Steinsaltz comenta: Iosef tuvo la virtud poco común de observar e interpretar el significado de los sueños – pero, a diferencia del Profeta, quien interpreta la realidad, el soñador está en una situación mucho más delicada e intrincada: El problema del soñador es la naturaleza pendiente de su visión. La interpretación que
él hace no es algo presente, ni algo que necesariamente deba realizarse.

Los grandes soñadores, anota Steinsaltz, frecuentemente se enfrentan ante el profundo conflicto respecto a la autenticidad de sus visiones.
Iaacov por ejemplo, realiza una asombrosa declaración luego de su visión en el sueño de “la escalera”: “Si Dios estuviere conmigo y me guardare en el camino que recorrió, y me diere pan para comer y ropa para vestir, de modo que yo retorne en paz a la casa de mi padre, el Eterno, será (Ciertamente) mi Dios.” (Génesis 28: 20-21).

Iosef, sin embargo, parece tener menos dudas: él se convence que su sueño sobre sus hermanos inclinados y reverenciados ante él es pronóstico futuro. Son estas visiones las que lo conducen, a sabiendas hacia un futuro desconocido e incierto.

Sus sueños permanecen irresueltos durante muchos años. En carácter de esclavo Iosef pudo tener pensamientos semejantes a las fantasías. Sin embargo, como
autoridad política podía observar estas visiones como realidad cierta y verídica. Aunque Iosefpodía haberse dado a conocer a sus hermanos, utilizó su auto-dominio – el mismo control ejercido en su relación con Potifar y su esposa – para permitir la realización de sus sueños por sí mismos hasta la concreción definitiva y la lógica conclusión.

Los sueños se cumplen:

Cuando sus hermanos se postran frente a Iosef, fue como la materialización incompleta de la visión: Iaacov y Benjamín – el sol y la luna – aún debian venir e inclinarse frente a él.

En realidad, Iosef jamás dejó de ser esclavo, incluso cuando logró una situación de poder semejante a la del Faraón. La abundancia del poder no logró perturbar el equilibrio perfecto que existía entre la realidad y el sueño: Iosef mismo fue esclavo permanente de sus propios sueños.

Sin embargo, hay también un proceso de crecimiento. De la irreverencia, el orgullo y la ignorancia del joven soñador, surge el adulto que experimenta la visión de sus sueños. Ya no es más el cumplimiento del deseo sino que es una carga y una responsabilidad, una acción y un sendero que no pueden ser perturbados.

Ahora podemos obtener una explicación parcial a nuestras interrogantes:
Cuando Iosef pregunta: ¿”Vive mi padre”? – qué está preguntando en realidad? A través de esta pregunta, Iosef trata de comprobar y verificar la fidelidad de su sueño. No existe decepción. Cuando escucha que su padre está vivo reconoce entonces que su profecía se cumpliría.

Respecto al sueño en sí mismo, concluye Steinsaltz:

“Como profecía, el sueño también necesita ser personificado. Es necesario que alguien lo transforme en realidad y lo concretice a través de acciones que se adapten a la visión.”
Iosef, consiguientemente, es un instrumento en un plan desplegado del cual él mismo es dueño.

El sueño es una creación autónoma; El comportamiento de Iosef frente a sus hermanos es una estratagema de la propia visión por que las partes del sueño se dan a conocer a si mismas hasta formar una estructura coherente y sólida.
El comportamiento neurótico de los hermanos, frente a los acontecimientos revela por si mismo la envergadura de los remordimientos que ellos sufrían por lo que habían hecho con Iosef. Solamente las amenazas de Iosef podrían haber inducido a una actitud de compasión en los hermanos y consecuentemente al sufrimiento del arrepentimiento.

Una perspectiva mayor

Una perspectiva mas amplia: Observando el episodio, desde una perspectiva histórica más amplia, se registra el cumplimiento de las palabras de Dios ante Abraham e Isaac: Iaacov y sus hijos estaban predeterminados a descender a Egipto. Quizás Iosef estaba consciente de su potencialidad como instrumento en un propósito de orden mucho más trascendental: su grandeza se daría a conocer a sí misma a la luz de una personalidad aparentemente dividida y que estaría
sirviendo a los propósitos de crear las condiciones necesarias para hacer que estos pronósticos se transformen en realidad.

En carácter de conclusión, podríamos decir que existen sueños y sueños; que hay líderes y líderes. Sin embargo, el desafío verdadero está, no solo en el
reconocimiento de cada uno de ellos, sino que también en reconocer las relaciones necesarias y apropiadas que existen mutuamente entre ellos: entre el líder y el sueño.

Sobre el carácter de Iosef

(Basado en la obra de Elie Wiesel: “Los mensajeros de Dios”, capítulo sobre Iosef)

Sobre la naturaleza del Tzadik.

El Tzadik es aquél que resiste la tentación y no necesariamente la prueba. [ver Abraham en esta serie]; Las tentaciones son humanas, las
pruebas son divinas.

Iosef tuvo que superar obstáculos interiores no con el propósito de acercarse a Dios, si no con el fin de acercarse a sus semejantes – a
sus propios hermanos.

Iosef tenia buenas razones para repudiar a sus hermanos, para odiarlos y expulsarlos de su casa y de su memoria pues para él, ellos representaban una fuente de congoja y maldad.

Era legítimamente normal que él abandonara su familia, dejara de amarlos y consecuentemente que pensara en venganza…

A pesar de que ésta era el impulso primario Iosef rápidamente abandonó pensamientos vengativos: El no tendría sentimientos revanchistas…

Solamente un verdadero Tzadik perdona sin olvidar…

Iosef siempre fue leal

A pesar de que Iosef perdonó, no olvidó nada. En verdad, él jamás olvidó nada. El recordó a su padre en cada momento y en cada lugar. Aunque no podría comprender algunas de las actitudes de su padre y continuara pensando en él.

Y Iosef siempre recordaba a su pueblo.

En lo más alto de su gloria, el faraón le otorgó el nombre de “Tzofnat Paneaj” –Descifrador de códigos- Sin embargo el consejero del faraón eligió conservar su nombre Judío: Iosef. Aún cuando era adorado e idolatrado por la nobleza Egipcia, Iosef se identificaba a si mismo abiertamente con su familia desvalida.

Bajo una sucesión de máscaras, su lealtad permanecía intacta.

Encontrándose en el sendero de la cima, reconoció el momento apropiado para demostrar su verdadera su fe – su familia, a pesar de ellos; y Dios, a
pesar de sí mismo. Ellos eran la fuente de su autentica fortaleza.

Un hombre compasivo

Cualquier hombre de conducta justa respecto a otro hombre o a un grupo de personas, es justo con todo y con todos. La labor por su pueblo es un bien para la
humanidad toda. Iosef fue generoso con todos: con su familia, con su pueblo y con los ciudadanos que le dieron hospitalidad. El fue el primero en saber reconciliar el amor para con su pueblo, Israel, y el amor para con los otros pueblos… Fue el primero en saber reconocer lo absurdo y fútil de oponer el Judaísmo a la universalidad humana.

Cuando logró vencer su amargura y eventualmente transformarla en inspiración y amor, llegó a ser un hombre feliz, reconciliado, en paz con su padre, sus hermanos, sus vecinos y todo lo que estaba en rededor.

El alcanzó el máximo de logros luego de la muerte de Jacob. Sus hermanos estaban preocupados: “En el momento en que nuestro padre nos abandone, Iosef nos abandonará y cerrará sus cuentas con nosotros”. A lo que Iosef respondió: Si diez velas no lograron apagar una vela solitaria, como podría una vela extinguir diez?“

Sí, Iosef perdonó, pero no había olvidado nada.

Realizando una elección.

En Iosef existía una dualidad que influyó en todos sus actos y sus elecciones y lo transformaron finalmente en una persona autentica. El vivió en dos de mundos simultáneamente, escogiendo frecuentemente entre sentimientos contradictorios. Tuvo que escoger y decidir quien sería.
Tuvo que escoger entre luchar y triunfar.

Iosef no nació siendo un Tzadik, ni tampoco tuvo una infancia o una educación de Tzadik. ¿Y por qué entonces su triunfo nos excita tanto?
Pregunta Elie Wiesel.

En suma ¿Qué significa todo esto?

Significa que el Tzadik no nace Tzadik; pero llegando a ser Tzadik, tiene que trabajar y esforzarse de sobremanera para permanecer siéndolo. Un líder no nace líder; pero llegando a ser líder tiene que sacrificarse para merecer tamaña responsabilidad.

La conducta de Iosef frente a sus Hermanos

Iosef – un hombre práctico

Basado en los comentarios de Shimshón Raphael Hirsch y Nejama Leibowitz.
(Adaptado de: La Torá: Comentarios para Nuestra Época)

Hirsch comenta que la actitud de Iosef era desinteresada y lejos de la revancha. El puso sus hermanos a prueba a fin de determinar dos cosas importantes:

Quería saber si los hermanos harían con Benjamín lo que habían hecho con el mismo. En tal caso, no podría ni perdonar ni confiar en ellos.

Necesitaba saber como reaccionarían sus hermanos, frente a quien ostentaba el poder en Egipto y si, luego de darse a conocer como hermano. esta relación
sería distinta ¿ Ellos serian leales? ¿Lo amarían?

El trato de Iosef para con sus hermanos era inevitable. Era necesario esconder su identidad; acusar a sus hermanos de ser espías; forzarlos a volver con Benjamín; esconder su copa en el morral de Benjamin con el objeto de mantenerlo como rehén. Iosef debía proteger a su familia y a los suyos. Necesitaba obtener garantías que le permitieran devolver su confianza y seguridad en sus hermanos y que ellos no pretendían destruirlo una vez más. Era necesario ponerlos a prueba. Iosef actuó mas por actitud de sospecha y curiosidad que por revanchismo.

Comentarios de Nejama Leibowitz, investigadora de la Biblia:

Determinismo, el camino hacia la conciliación

En última instancia, Iosef permitió la reconciliación ofreciendo una nueva explicación para lo qué había sucedido entre sus hermanos. No era sus hermanos, sino Dios, quien había predeterminado todos los sucesos. Dios había triunfado sobre la maldad. Observar los acontecimientos desde esta perspectiva ayudó a todos a superar las hostilidades, los sentimientos de culpabilidad, y a vencer los obstáculos de las emociones.

Iosef, pidió a todos los asistentes retirarse de la sala para que él pudiera tener una conversación frente a frente con sus hermanos.
Hacer las paces, requería honestidad: no era una situación de justificar el comportamiento de nadie- los acontecimientos podían haber resultado de otra manera.
Ellos tuvieron que hablar, con honestidad y coraje, al margen de las diferencias y la hostilidad. Era necesario liberarse del enfado y lograr con ello un nivel de comprensión y de diálogo mucho mas allá de lo cotidiano. Una verdadera terapia, si así se desea.

“Yo soy vuestro hermano Iosef .” Esta frase calmó a los aterrorizados hermanos. Iosef enfatizó la palabra “hermano” para hacerlos
entender que el sentimiento, la pertenencia y la obligación de familia fueron la que lo hizo ser honesto y perdonarlos.

Un hombre piadoso

Para algunos, la manera más simple de explicar el comportamiento de Iosef frente a sus hermanos era que él no era ni demasiado bondadoso ni compasivo; tampoco era demasiado severo ni desconsiderado; ni siquiera demasiado ciego a la maldad de sus hermanos:
Él era simplemente un hombre piadoso y dispuesto a poner en práctica uno de los principios básicos y más nobles del Judaísmo – la capacidad de perdón. El simplemente estaba dispuesto a perdonar a sus hermanos por el dolor que le ocasionaron.

Cualquiera sea la perspectiva de interpretación de la conducta de Iosef, hay muchas lecciones para ser aprendidas sobre las dificultades de reconciliación presentadas en este episodio. En el difícil y largo sendero del liderazgo judío existen innumerables barreras que pueden y deben ser superadas para lograr una comunidad de individuos que actúen conjuntamente por sobre las diferencias conforme el espíritu y la esencia del judaísmo.

Inicio

ACTIVIDAD 1

Modelaje

Objetivo:

Posibilitar a los participantes la posibilidad de experimentar la sensación personal asociada a la adquisición del poder.

· Analizar la actitud personal relacionada con el poder.

Edad: 16 años en adelante

Materiales:

Pizarra y tizas, o cartulinas y marcadores.

Metodología:

Parte 1

El coordinador abre la actividad con una pequeña introducción acerca del concepto del poder: ¿El poder es algo que se adquiere o es innato al individuo? ¿De que manera el poder es logrado? ¿Cómo se conserva el poder de un individuo? ¿Cómo el individuo transmite y comunica su poder a los otros? ¿Existe alguna diferencia entre poder y autoridad? ¿El poder puede existir independientemente de las personas o los grupos liderados? (En la medida de lo posible, el coordinador deberá ilustrar cada caso con ejemplos concretos).

Las respuestas a las interrogantes deben permanecer abiertas. Si se prefiere, se pueden escribir en la pizarra.
Los participantes serán divididos en dos grupos: Grupo “A” y grupo “B”.
Cada miembro del grupo “A” se ubica frente a un miembro del grupo “B”.
El coordinador informa que los miembros del grupo “A” son escultores, en tanto que los miembros del grupo “B” son las estatuas.

El coordinador pide a los miembros del grupo “A” “modelar” una estatua con el cuerpo de los miembros del grupo “B”. La estatua debe tener un significado y los escultores deberán asignarle un nombre.

PARTE 2

Luego de 5 minutos, los miembros del grupo “A” cambian de papel con los miembros del grupo “B”. Los primeros son la materia prima y los segundos serán ahora los escultores. Al igual antes, las estatuas deberán tener un significado y titulo.

PARTE 3

Luego de 5 minutos, el coordinador de la actividad informa que cada uno de los miembros (“A” y “B”) es escultor y estatua al mismo tiempo.

Discusión: (parte 1 y 2)

Explica que sensación tuviste liderando y siendo liderado.

¿Qué tipo de sentimientos experimentaste?

¿Qué te resultó más fácil: Liderar o ser liderado?

¿Intentaste resistir el dominio del otro? ¿Cómo te trataron de dominar?

¿Cómo intentaste tu dominar al otro?
¿Te resulto fácil dominar y “esculpir” a tu compañero?
¿Qué tipo de precauciones asumiste durante tu liderazgo?
¿Qué puedes aprender de la experiencia del poder y la autoridad?

Discusión:

(Parte 3)
¿Qué ocurrió cuando intentaron modelarse mutuamente?

¿Te enojaste? ¿Te frustraste? ¿Cómo podrías definir tus sensaciones?

En esta parte, ¿llegaste a dominar o ser dominado?

¿Qué tipo de cualidades de liderazgo se manifestaron en esta actividad?
¿Podemos aplicar esta situación a la vida real?
¿Puedes pensar en algún ejemplo de la vida real, semejante a esta situación?

¿Qué ocurre cuando el papel de líder no está claramente definido?

ACTIVIDAD 2

Presentación Teatral

Objetivo: Intentar interpretar la actitud de Iosef, desvinculada de la realidad histórica o de los estereotipos.
Edad: 6 a 12 años
Metodología: El coordinador del grupo inicia la actividad contando la
historia de Iosef, pero cambiando la época, los nombres de los
personajes y la situación. La época puede ser contemporánea
y los personajes, jóvenes de un barrio cualquiera. No debe existir ninguna sospecha respecto a la relación entre la historia del coordinador y la leyenda original de Iosef y sus hermanos. Para agregar un ambiente realista, el coordinador puede señalar que se trata de un caso verídico.

· Posteriormente, el coordinador dividirá a los participantes en grupos de 6 a 8 miembros cada uno.

· Los grupos deberán teatralizar la situación narrada por el coordinador. Cada grupo podrá agregar elementos que considere relevantes a la situación.

· Finalmente los grupos deberán discutir respecto a la actitud ambivalente del líder.

Pautas para la discusión: ¿La presentación de un relato bíblico en forma actualizada y
contemporánea modifica en algo la postura con relación al
personaje original (Iosef) ?

¿Cuáles son las imágenes que entran a jugar cuando no tenemos una relación directa con los personajes?

¿Cuál es el papel del estereotipo en las expectativas que tenemos del líder?

¿Las normas éticas y morales, cambian cuando se trata de un episodio bíblico?

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ACTIVIDAD 3

Miscelánea de actividades

Objetivo: Vivenciar a través de diversas actividades creativas las historias relacionadas con Iosef y sus hermanos.
Edad: De 6 a 12 años
Materiales: Conforme las estaciones de trabajo descriptas en la metodología.
Metodología: Utilizando algunas de las muchas historias bíblicas
relacionadas con la figura de Iosef (Iosef y su manto de color; la venta de Iosef; los sueños de Iosef; el reencuentro de Iosef con sus hermanos; Iosef en Egipto como asesor del Faraón, etc. ) el coordinador organizará varias estaciones de trabajo rotativas. El grupo mayor será dividido en varios grupos pequeños.

Algunas de las estaciones propuestas:

· Collage

· Teatralización

· Dibujo

· Modelaje

· Escritura artística

· Simulación

· Se pueden agregar otras estaciones de trabajo, dependiendo de la creatividad del coordinador.

· Todos los trabajos producidos en las estaciones pueden ser presentados posteriormente en una exposición.

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