
La Sinagoga, las tefilot y sus significados
Extraído de EL CICLO DEL AÑO JUDÍO
*Publicado por la Majlaka Toranit de la agencia judia
En esta página se podrán encontrar amplias explicaciones acerca de las tefilot, sus contenidos, y sobre el Beit knese(sinagoga y sus instituciones) como así se pueden estudiar las fuentes en la literatura de nuestors sabios, JAZA”L, sobre cada concepto que aqui se trata.
Foto sinagoga Or Torah, Buenos Aires, Argentina
INSTITUCIÓN ANTIGUA |
EN BABILONIA |
EN ERETZ ISRAEL |
EN LA DIÁSPORA |
LOS SÍMBOLOS DE LA SINAGOGA |
EL ARCA |
LA VELA ETERNA |
LA BIMA |
LA SECCIÓN DE DAMAS |
LA INTENDENCIA |
CENTRO COMUNITARIO |
FUENTES |
EL MIDRASH1
nos revela que después de la construcción del
santuario en el desierto, D-s instruyó a Moshé a que enseñare a
los Israelitas, y a que les inculque la importancia de la formación
de círculos de estudio en cada Sinagoga, consagrados a la instrucción
de los preceptos del
Judaísmo.
Este maravilloso
Midrash tiene por objeto manifestamos, que
del mismo modo como el Judaísmo fue en todas las épocas mucho
más que una religión, en el sentido estricto de la palabra, también
la Sinagoga representa mucho más que una casa destinada a rezar.
Nos quiere enseñar que de la misma manera como el Judaísmo
abarca todos los aspectos de la vida, tanto en lo religioso, como
en lo económico, social o político; así también la Sinagoga está
destinada a ser el hogar del Judío.
La Sinagoga no es sólo
el sustento de nuestra fe religiosa, el
lugar de reunión para el enriquecimiento de nuestro espíritu, sino
una Escuela; una verdadera escuela para el aprendizaje del Judaísmo
y su forma de vida.
Ahora bien, no
obstante haber recibido la institución sinagogal
– tal como la conocemos – su forma en el exilio babilónico, la
tradición sostiene, como lo hemos mencionado ya, que los labores
de la Sinagoga debemos remontarlos hasta los días de Moshé.2
Tal es así, que en los
Salmos,3
atribuidos a la pluma del Rey
David,4
encontramos la expresión mohadei ehl que algunos
comentaristas
presumieron referirla a las tiendas de culto de aquel
entonces. Así es como
Aquila, el sabio prosélito del segundo siglo
E.A., quien se ajustó a la tradición Rabínica, traduce en su versión
griega, la expresión Moadé El, literalmente “lugares de reunión
de D-s.”
En efecto, en la
versión griega de la Biblia, la Septuaginta, el
vocablo edá tiene el significado de “congregación”, y siendo una
Variación gramatical del vocablo moadei, es generalmente traducido
como sinagoga. La
expresión aramea equivalente a edá es Knishta,
siendo denominado el lugar de reunión de la congregación;
resulta que el
equivalente hebreo, con la cual se nombra
la Sinagoga en la actualidad es Bet Hakneset. Sin embargo,
éste término no lo
encontramos en las páginas de la Biblia.
El nombre Sinagoga, dicho sea de paso, proviene del griego
sunagoge,
significando congregación, o lugar de reunión de la comunidad.
El profeta Yirmeyahu5
nos habla del Bet HaAm, la
casa del pueblo, que también fue interpretado como referencia al
lugar de reunión de la comunidad, donde se congregaba la gente
para escuchar los discursos de los profetas y rendir el culto.6
Estas pocas
referencias de las Escrituras serían suficientes para
indicar que aún antes de los albores de nuestra nación existía un
antecedente de la actual Sinagoga, la cual con el correr del tiempo
se convirtió en la institución central alrededor de la cual se
desarrolla nuestra
vida religiosa y comunitaria. Esto no sólo surge de
las innumerables referencias e interpretaciones del Talmud, sino
también de algunos antiguos historiadores como Josefa y Filón,
quienes vivieron hace más de diecinueve siglos, y se refieren a la
Sinagoga como una institución de la antigüedad.
De todos modos para
entender como la Sinagoga llegó a
desarrollarse
posteriormente, es necesario repasar las líneas generales de
la historia judía.
Después de que el
Reino del Norte de Israel – el cual subsistió
unos 230 años – fue invadido por los Asirios en el año 722 A.E.C.,
fueron desterrados al cautiverio y las diez tribus desaparecieron del
horizonte de nuestra historia nacional.
Cuando al reino sureño
de Judea que subsistió 436 años, le toc6
una suerte similar, y fueron invadidos por los babilonios en el año
586 A.E.C., siendo desterrados al exilio de Babilonia; de haber
sufrido la misma
suerte que sus hermanos que desaparecieron en
Asiria, ello hubiera significado el final, es decir la desaparición
de nuestro pueblo.
Por fortuna, para la
posteridad, los judíos llevaron consigo al
exilio la Torá, a la cual las diez tribus habían abandonado hacía ya
mucho tiempo, aún cuando habitaban su propio solar. El pueblo
fue acompañado por algunos profetas, entre los cuales Yejezquiel
desempeñó la mejor parte, al hacer realidad que nuestra literatura
nacional, la Torá, compuesta en el lenguaje nacional, el hebreo,
fuera la única conexión real y concreta con el pasado y el cimento
para el futuro.
Yejezquiel reunía a la
gente en asambleas diarias en donde les
infundía dentro de sus corazones renovadas esperanzas y fe en la
restauración nacional.
Por medio de la
lectura de las Escrituras y de los Cantos del
Tehilim que ellos habían escuchado en el Templo, él formó la gente
en congregaciones y sentó los fundamentos reales de la Sinagoga
y del oficio de las plegarias.
En la casa de culto –
el Talmud7
nos refiere la “Sinagoga de
Daniel” – que reemplaza al Templo, ellos recitaban tres veces por
día las oraciones reglamentarias — las cuales acompañaban el
servicio del Templo, pero que ahora sirven de substituto – y
tornaban sus caras dirigiéndolas hacia Jerusalén.
Vemos de esta forma
que la rendición de culto en congregación,
tal como la conocemos, tuvo su origen en Babilonia. Al vivir en
ambientes no judíos, donde la reverencia pública no puede llevarse
a cabo “en plazas abiertas” como en la Tierra Santa,8
fueron
construidas casas
apropiadas de reunión, Batei Kneset, con el
propósito de rezar,
estudiar y realizar otras actividades comunitarias.
Los judíos egipcios
que llegaron a ser una comunidad enorme y
opulenta, rivalizaron con sus correligionarios babilónicos, y el Talmud
nos refiere el
siguiente relato descriptivo de la magna sinagoga
de Alejandria, erigida probablemente alrededor del año 200 AE.C.
“Se relataba que (la
sinagoga) estaba formada de una enorme
basílica con una columnata dentro de otra… Había allí 7 cátedras
de oro por los 71 miembros del Sanhedrín Supremo; cada una de
ellas no contenía menos de 21 talentos de oro; una Bimá de madera
ocupaba el centro de la sinagoga, y allí se encontraba al
administrador con unos
pañuelos en la mano. Cuando llegaba la
oportunidad de
responder Amén (es decir cuando el Lector concluía
alguna bendición), el administrador elevaba su pañuelo en señal,
y la congregación en pleno respondía Amén (ya que la voz del
Lector era inaudible, debido a las enormes dimensiones de la
sinagoga) “.9
Unos cincuenta años
después del exilio, en el año 538 A.E.C.,
se produjo un giro dramático en los acontecimientos por fortuna
de los exilados, cuando el Rey Ciro de Persia permitió por medio
de su famoso edicto el retorno para la reedificación del Templo.
lo cual se llevó a cabo veintidós años más tarde (516 AE.C.).
Para ese entonces la
memoria de las asambleas religiosas no fue
olvidada, y alrededor de un siglo después de Ezra, se reúnen en
sus sinagogas judíos de un extremo a otro de la Tierra Santa, sin
quitar la suprema santidad y adoración del Templo. La Sinagoga
se convierte en el hogar de la comunidad en cada ciudad y en cada
aldea. La Mishná-” nos dice que en el mismo Monte del Templo
existía una Sinagoga, y el Talmudll
nos refiere que sólo en
Jerusalén existían en
la época del Templo 480 sinagogas, conteniendo
cada una de ellas una Talmud Torá como anexo. En Beitar existían
400 sinagogas,12
y en Tiberias trece.13
En efecto, muchas de estas
sinagogas eran conocidas por los lugares de donde procedían los
exilados retornados, tal es así las sinagogas de los Babilónicos, los
Alejandrinos, los
Romanos, Persas, y así por el estilo,14
del mismo
modo como existen en la actualidad p.e. los Yemenitas, Rumanos.
Bújaros, Persas, etc.
Otros son denominados
por el nombre de sus gremios y profesiones
a la cual pertenecían
la mayoría de sus feligreses, tal como
el Talmud15 menciona la sinagoga de los caldereros y la de los
artesanos de las filigranas en Jerusalén.
Se creó una secreta
cooperación entre el Santuario y la Sinagoga.
puesto que las ofrendas eran traídas en nombre de individuos o de
grupos de Israelitas, se proyectó un método determinado para
asegurar la
representación16
y la participación espiritual de la nación
entera.
Al lado de las 24
divisiones de Cohanim denominados Mishmar
que facilitó a los Cohanim y a los Leviyim una rotación justa en
el servicio del Templo, se creó un número similar de delegaciones
tributarias formadas por las distintas comunidades y denominados
Ma’amad, que significa literalmente “están de pie”. Parte del Ma’amad
subían juntamente con
los Cohanim y los levitas locales hacia
el Templo en calidad de asistentes y espectadores de las ofrendas,
mientras que los demás se reunían en su propia ciudad en donde
llevaban a cabo oraciones durante el día a determinadas horas, y
daban lectura a porciones de la Torá sobre temas relativos al caso,
coincidiendo con las horas determinadas en que ofrecían en el
Templo los presentes diarios de Shajarit, Minjá, Maariv, Musaf, y
similares.
Tal cual se deduce de
informes históricos de fuentes judías. ro-
manas y griegas, paralelamente al desarrollo producido en la Tierra
Santa, encontramos un desenvolvimiento de una vida intensiva-
mente religiosa alrededor de las sinagogas que existían en diferentes
países y ciudades del Medio Oriente. Así es como, que aparte de
Egipto encontramos sinagogas en Siria, Cirenaica, Chipre, Salónica,
Atenas. Llegando hasta
el confin de la Etiopía. Estos judeos, que
sumaban probablemente alrededor de dos millones.17
mantenían
estrechos vínculos por medio de visitas al Templo que fomentaban
la unidad en la vida religiosa y en la oración.
De este modo, cuando
el Templo fue destruido y el pueblo fue
desterrado, la Sinagoga se convirtió en el fundamento y eje de la
vida judía, especialmente para aquellos que vivían fuera de la Tierra
Santa. A través de la Sinagoga nuestra Torá y su enseñanza se
incrustaron
profundamente en el alma judía, para alcanzar a ser el
hogar de todo judío.
Así como el judío,
también la Sinagoga tuvo que luchar por su
existencia en todas las generaciones. y fue objeto de ataques e
incendios a manos de nuestros perseguidores.
El Talmud nos menciona
18
destrucciones de Sinagogas en Persia
y Babilonia. En Egipto, durante el imperio de Calígula, alrededor
del año 40 E.C. las sinagogas fueron obligadas a ostentar un busto
del Emperador. En el centro de la Sinagoga de los judíos chinos
de Kai-fung-fu había una mesa en la cual había grabado en letras
de oro el nombre del rey junto con una oración por su longevidad.18a
En otros países, las
sinagogas debían ser construidas fuera
de la ciudad, así también como en la antigua Persia
19
y Babilonia,
la sinagoga fue objeto de numerosas restricciones a raíz de exigencias
de la Iglesia, a tal
punto que encontramos casos de sinagogas
que fueron convertidas por la fuerza en mezquitas o iglesias, tal
como ocurrió a consecuencia de un edicto emitido por el emperador
romano Justiniano en
el año 535 E.C., y posteriormente en
España, y también en los casos del califa El Motoquil y del califa
Il Hakim en los siglos
IX y X respectivamente.
El viajero judío
Benjamín de Tudela nos informa que durante su
visita en Jerusalén en el año 1170, no encontró ninguna de los
centenares de Sinagogas que existían en la Ciudad Santa, como
resultado del
vandalismo de las distintas fuerzas de ocupación que
se apoderaron de ellas
durante los largos siglos después de la
Destrucción.
Najmánides, quien se
estableció allí algunas décadas más tarde,
en el año 1267 nos
narra también que no encontró una simple
sinagoga, aunque sí encontró un lugar de reunión para rezar en
una casa privada bajo la Torre de David. Asimismo nos relata que
no encontró un sólo Sefer Torá en la ciudad. Desde entonces, y
a través de las cruzadas, los pogroms en Rusia. el holocausto de
lIitIer y durante la Guerra de Liberación de Israel, en la Ciudad
Vieja de Jerusalén, fueron quemadas y destruí das las sinagogas
como expresión de odio y aborrecimiento hacia el Judío y el Judaísmo.
Es así como las
vicisitudes que la Sinagoga sobrellevó a través
de las épocas, fueron
realmente severas, pero resistió a las tempestades,
con la misma
tenacidad, majestad y desafío, como lo hicieron
sus fieles feligreses.
¿Cuáles son los
significados y los propósitos de los principales
símbolos que están ubicados en la Sinagoga?
La sección más
prominente y santa de la Sinagoga es el Arón Hakodesh
o
Arca, en la cual se depositan los Sifrei Torá, los Rollos de la Ley;
generalmente está construida y embutida dentro de la pared que
está dirigida hacia Jerusalén.20
indicando de este modo la dirección
hacia la cual hay que dirigir los rezos. En la literatura rabínica,
el gabinete incrustado en la pared que contiene los Rollos de la
Leyes conocido con el nombre de Heiial, siendo éste el término
utilizado por los
judíos orientales y Sefaradim para denominar
el Arca aún en la actualidad. En Nordáfrica, Persia, India y otros
países orientales el Heijal es construido generalmente dentro de la
pared en forma de
habitación, donde uno penetra para retirar el
Sefer Torá.
El nombre del Arón
Hakodesh proviene del Arca portable que
contenía las tablas de los mandamientos que los Israelitas llevaban
consigo a través del desierto21
y las cuales guardaron celosamente
en la Tierra Santa, hasta que fueron depositadas finalmente en el
Sancta Sanctórum del Templo del Rey Salomón.22
A eso se debe
que cuando se abre el Arca se recita habitualmente “Y era cuando
viajaba el Arca … “23
La Mishná24
se refiere al Arón Hakodesh denominándolo también
Teivá,
teniendo la intención
del Arca, pero que en aquél
entonces tenía una estructura portable colocada sobre una plataforma
establecida en el este
de la Sinagoga. Nos parece oportuno
explicar que en épocas de sequía, cuando declaraban un día de ayuno
público, llevaban afuera la Teivá colocándola en la plaza de la ciudad
donde se reunía todo el pueblo para ofrecer allí las plegarias y
súplicas. Posteriormente, el Arca recibió una conformación fija al
ser construído dentro de la pared.
Hubo épocas en que se
acostumbraba a sacar el Sefer Torá de
la Sinagoga después del oficio, previa la dispersión de la
congregación,25
probablemente por temor a los vecinos hostiles.
La congregación se
pone de pie cuando se abre el Arca. El Arca
es cubierto con una cortina apropiadamente bordada, Parojet26
en recordación. de la
cortina que colgaba en el Tabernáculo27
y en el Templo, donde
cubría y ocultaba la entrada al
Sanctasanctórum.28 Existe también la costumbre de erigir sobre el
Arán Hakodesh, o de bordar sobre el Parojet, una réplica de las
Dos Tablas de los Mandamientos, indicando cada uno de los Diez
Mandamientos con la primera letra.
En el frente del Arca29
se encuentra prendida la vela eterna Ner
Tamid,
en recordación de la
Menorá, que estaba siempre encendida
en el Tabernáculo30
y en el santo Templo de Jerusalén.31
“Porque el
mandamiento es una lumbrera, y la Torá es la luz”.32
La plataforma que
sirve de base al Arón Hakodesh es habitualmente
usada como Duján,33
plataforma, donde los Cohanim pronuncian
la “Bendición de los Cohanim”; a ello se debe la locución popular
de Dujenen.
Continúa en
importancia la Bimá34,
de madera,
o Almemar,
voz derivada del árabe Alminbar.35
que está ubicada el centro36
de la sinagoga, y alrededor de la cual se encuentran sentados los
feligreses. Es una reminiscencia del altar en el Templo. Desde la
mesa que está ubicada sobre ella, se da lectura a la Torá y la
Congregación es dirigida en oración; tal como los sacrificios que
se ofrecían en el altar “así tributaremos en vez de sacrificios de
toros, plegarias de nuestros labios”.
37
Del mismo modo como en
la época del Templo se realizaban
Hakafot
alrededor del altar,
también se realizan rodeos alrededor de
la Bimá con la Torá, y con el Etrog y Lulav38
La Bimá
desempeña una función fundamental en la vida de la
congregación; sobre ella se formalizan actos de caridad; aquí son
recordados nuestros seres más queridos; se ofrecen plegarias por
los enfermos, los niños reciben su nombre allí y son introducidos
dentro de la congregación Judía.
La galería de damas
Ezrat Nashim puede ser remontada a la
época del Templo. Yejezquiel
39
en su plan del Templo ubica a la
en el Templo de
Jerusalén.
40
En todo caso está claro que antaño
la sección damas de la sinagoga tenía la forma de una galería. De
ese modo se facilitaba la entrada y la salida de las damas, que acudían
a rezar, y así mismo
la vista de los procedimientos del oficio,
sin afectar la conducta de los oficiantes. Las damas responsables de
las tareas domésticas y de la crianza de los hijos, fueron eximidas
por la Torá de aquellos deberes religiosos cuyo cumplimiento el
tiempo lo determina. Por ese motivo ellas no están obligadas a
atender el oficio Divino.
La separación de la
galería de damas se originó con el objeto de
evitar una actitud frívola que pudiera surgir de la proximidad de
los sexos.41
La separación de los hombres y las damas preserva la
santidad del lugar y facilita una mayor devoción. La naturaleza
humana no se ha modificado y la separación de los sexos en la
sinagoga continúa
siendo el sello de una actitud respetuosa hacia nuestra
tradición, representado una fiel comprensión de la atmósfera sagrada
y del oficio religioso en conformidad con los precedentes del judaísmo
histórico.
Otorgando una mayor
atención a la educación religiosa de las
niñas, no cabe duda que la galería de las damas será habitualmente
un lugar de verdadera devoción religiosa convirtiéndose en una parte
inseparable de la sinagoga a pesar de la separación.
Los principales, los
Parnasim, Gabaim o los intendentes de la
sinagoga tienen un lugar especial en el frente de la sinagoga. El
Talmud42 nos refiere también que fueron ubicadas butacas
especiales o asientos
altos para ellos sobre la Bimá, a sus lados o en
su frente, o en otras partes de la sinagoga, de modo que formen el
atavío de la congregación.
En conclusión se puede
afirmar: la sinagoga fue siempre el centro
de las actividades judías, el verdadero timón de la vida judía, un
organismo de vida propia dentro de la comunidad viviente. Es mucho
más que una casa de
rezos; el Bet Hakneset constituye la Casa
de Reunión de Israel,
un centro comunitario por excelencia. Un
notable literato no judío (R. Travers Hertford) dijo: “En su larga
historia el pueblo judío escasamente ha hecho algo más maravilloso
que crear la Sinagoga. Ninguna institución humana tiene una historia
más larga y ninguna
otra ha hecho más por la elevación de la
raza humana. El Templo fue el altar, la Sinagoga fue el hogar…
Con la caída del Templo, el fuego extinguido en el altar, estampado
por el brutal conquistador, pero arde aún en el hogar… con la
Sinagoga comienza un nuevo tipo de oficio en la historia de la
humanidad … aún mantenida en su antigua forma por la Sinagoga
moderna”
43
1 Yalkut Shimoni, Va
Yakhe135.
2 ibíd, cita. Yero Meg.
3 74,8.
4 B. Batra 14 b.
5 Yirm. 39,8.
6 véase Rashí ibíd, y
también Shab. 32 a, donde objeta que es ofensa llamar la
Sinagoga Bet Ha Am.
7 Eruv. 21a; Meg. 29a. 32,6; Ezra 10,9; Mish.
Taan. 2,5; Mish. Suc. 1,10; Meg. 26a.
8 U. D. Hayam, 29,4;
9 Sucá 51b.
10 Yorna 7,1.
11 Yero Meg. 3,1.
12 Guit. 58a.
13 Ber. 8a; lag. 15b.
14 Meg. 26b; Yero Yoma
7,1; Yero Meg. 3,1.
15 Meg. 26a.
16 Taan. 27a y b.
17 Graetz vol. II. pág.
20l.
18 Yoma lOa; Av. Zará
43b; M. Katán IBa.
18a véase Jewish Encyclopedia “China”.
19 Kid. 73b.; véase
Taan. 1; Eruv. 61b.
20 Rambam Hilj. Tef, Cap. 11.2.
21 Shemot 25,22; Bamidb. 10,33; U. D. Hayam.
35,3.
22 Cit. Shab. 320..
23 Bamid. 10,35-36.
24 Taan 2,1; Meg. 3,1.
25 Sotá 39b.
26 Meg. 36b. Tosafot.
27 Shemot 26,33.
28 Mish. Yoma 5,1.
29 Mish. Yoma 5,1.
29.a Shab. 32b: Men. 86b.
30 Vayk. 24,1-4; Shemot 27,20.21.
31 Mish. Tam. 3,9; 6,1.
32 Mishlé 6,23.
33 R. Hash. 31b.
34 Sucá 5tb.
35 Rashi ibld.
36 Rambam Tefilá 11, 3; Oraj Jayim 150.
37 Hoshea 14,3.
38 Mish. Sucá 4,5.
39 Yejezk. 40,17-18.
40 B. Batra 4a; Taan.
23a, también Mish. Midot 4,6.
41 Yero Sotá 16,14;
Sucá 5,2; también Tosefta Sucá 4,1.
42 Sucá 51b; Yero Meg.
3,1; Tosefta Meg. 3, 4.
43 Travers Herford: The Pharisees, pág. 91.
“Buscad al Señor donde
pueda ser hallado” (Yeshaya 55.6)”.
Dónde, pues, se halla? En las Sinagogas y en las Academias.
“Invocadle donde está cercano” (íbid). ¿Dónde está cercano?
En las Sinagogas y en las Academias. (Yerushalmi Berajot 5.1)
“Yo les era un pequeño
santuario” (Yejeskel 11.16). Se refiere
a las Sinagogas y a las
Academias. (Meguilá29a)
Estudiamos: Dijo Rabí
Shimón bar Yojai: Ven y observa cuán
queridos son los israelitas ante el Todopoderoso que a todos los
lugares que fueron exilados, la Santa Presencia fue con ellos.
Fueron exilados a
Babel, la Santa Presencia fue con ellos. ¿En
dónde? Dijo Abaye: en la Sinagoga de Huzal y en la Sinagoga
Reconstruida de Nahardea (que fue construida con piedras
recolectadas de los
restos de los muros del Templo destruido de
Yerushalayim). (Meguilá
29a)
Nos enseñaron los
Sabios: Los Delegados del Maamad (quienes
asistían diariamente a la inmolación del sacrificio cotidiano que
era ofrecido en el Templo en nombre de todo el pueblo) oraban
porque el sacrificio fuera aceptado complacientemente. Y los
Delegados del Mishmar (residentes en las distintas ciudades) se
reunían en las Sinagogas ayunando los lunes, martes, miércoles
y jueves en ocasiones que oraban por todo el pueblo.
(Taalút
27b)
Aquél que fija un lugar
para sus oraciones, es ayudado y
protegido por D-s, tal
como lo fue Abraham (por el mérito de fijar
un lugar para sus oraciones). Cuando esta persona fallece dirán
de él: “¡Ay humilde! ¡Ay píol, auténtico discípulo de Abraham,
nuestro patriarca”.
¿Y de dónde deducimos
que Abraham fijó un lugar para las
oraciones? Pues leemos: “Y madrugó Abraham por la mañana,
dirigiéndose al lugar donde había estado de pie”. El término
‘estar de pie’
tiene la intención
de Oración, tal como leemos: “Y
se puso de pie Pinjás y oró”.
Quien se retira de la
Sinagoga, no ha de salir de allí con pasos
apurados. Dijo Abaye, esto fue afirmado sólo respecto a la salida,
pero para entrar, por el contrario, es un mérito muy importante,
como leemos: “Persigan (rápidamente) el conocimiento divino”.
(Rerajot
6b)
La persona
debe orar en el lugar que está determinado para
las Oraciones (en la
Sinagoga). (Yerushalmi Berajot 4-4)
Cuando los israelitas
se retiran de las Sinagogas y las Academias,
una voz divina
anuncia: “Vete, pues, come tu pan con regocijo”
(Cohelet 9,7).
(Midrash Rabá Cohelet 9)
Y dijo R. Yehoshúa ben
Levy: Siempre tratará la persona de
madrugar por la mañana para asistir a la Sinagoga y tener el
mérito de ser contado entre los primeros diez asistentes. En ese
caso aunque asistan luego cien personas más, él recibirá una
recompensa que tendrá la magnitud de la recompensa de todos.
(Rerajot
47b)
Le dijeron a Rabí
Yojanán: En Babilonia hay ancianos de
prolongada vida. Se
extrañó y dijo: Si leemos (Devarim 11) “Para
que aumenten vuestros días y los días de vuestros hijos sobre la
tierra que les juró D-s. a vuestros padres”. Sólo en Eretz Israel
serán prolongados los días de la vida, (pero no en el extranjero)
Pero cuando le
aclararon que aquellos madrugaban al Bet
Hakneset, y luego prolongaban su estadía por la tarde hasta bien
entrada la noche, exclamó: ¡Estas acciones los beneficia con tal
recompensa! (Rerajot 8a)
“Quisiera habitar
eternamente en Tu tabernáculo” (Tehilim
61,S) ¿Acaso supuso el Rey David que vivirá eternamente? Sino,
que David dijo al Eterno: Que sea Tu voluntad que mis Cantos
y Alabanzas sean pronunciadas en las Sinagogas y Academias
eternamente. (Midrash Tehilim)
Rabí Eliezer Hakapar
dijo: Las Sinagogas y Academias de Babel
están destinadas a ser
establecidas en Eretz Israel.
(Meguilá 29a)
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Quién no vio el doble
palacio de Alejandría, Egipto, no vio
la gloria de los judíos.
En el centro se
hallaba situado un estrado de madera, sobre
el cual estaba situado el administrador de la Sinagoga con los
pañuelos en sus manos. Cuando llegaba el momento de pronunciar
el “Amén” agitaba con un pañuelo y la congregación en pleno
respondía Amén (ya que la voz del Lector era inaudible, debido
a las enormes dimensiones de la Sinagoga) No estaban sentados
mezclados, sino que los orfebres aparte y los plateros aparte…
De modo que cuando
entraba un huésped o un menesteroso
podía reconocer a su gremio y se dirigía a ellos para trabar
relaciones comerciales
o para ofrecerles su trabajo. (Sucá 51b)
LAS ORACIONES |
EL OFICIO DE LOS REZOS |
CON EL CORRER DEL TIEMPO |
LA COMPILACIÓN DEL SIDUR |
EL MAJZOR |
EL MINHAG |
EL SIDUR, ESPEJO DE LA HISTORIA JUDIA |
FUENTES |
Se ha dicho que del
contenido del Pacto entre Israel y su Hacedor
se podría compilar el
Libro de la Historia de Israel, el cual
podría contener todos los acontecimientos importantes desde el
principio hasta el fin. Si todos nuestros libros de historia, desde
Graetz hasta Dubnov fueran destruidos, podríamos volver a escribir
la historia de nuestro pueblo, sin que nada se perdiera, estudiando
nuestros libros de Oraciones y su oficio.
Este contenido, es un
fiel señalador que nos indica el punto
central en el
pensamiento y la existencia judías, que las Oraciones
ocuparon desde siempre. La vida de nuestro pueblo ha encontrado
especial expresión en sus meditaciones; en ellas el alma de Israel
se hace eco de sus sentimientos y expresiones más íntimas.
Bajo todas las
condiciones y en todas las circunstancias el judío
abría su corazón ante su Padre en los Cielos. Con agradecimientos
o con súplicas, en momentos de alegría o de tristeza, el individuo
y la comunidad dirigieron siempre sus plegarias a D-s.
La Biblia abunda en
tales ejemplos. Así nuestros Sabios adjudican
a los Patriarcas la institución de las plegarias diarias:1
“Abraham
instituyo, la plegaria matutina, como dicen las Escrituras
“Y a la mañana temprano Abraham se fue al lugar, donde había
estado de pie”,2
y pararse significa orar; Isaac instituyó
la oración de la tarde, como dice: “Y había salido Yitzjak al campo
a la hora de la tarde”;3
Yaacov instituyó la oración nocturna,
como dice: “Y dio (vayifgá)
con el lugar, y pasó allí la
noche.4
y peguiá significa sólo orar”.
Los Patriarcas oraban
en momentos de peligro5
y en tiempos de
alegría.6
Los Israelitas retornaban a D-s, en su infortunio;7
Moisés
suplicó en
innumerables ocasiones.8
Yehoshúa, David, Salomón,
reyes y profetas, escribas y sacerdotes, jóvenes y ancianos son
citados con sus
plegarias por decenas en los Libros Sagrados. ¿Acaso
hay algo que supere las palabras de Daniel,9
que se han convertido
en refrán de todos aquellos que rezan en penitencia?: “Oré pues.
al Señor mi D-s, e hice confesión, diciendo: ¡yo Te ruego, oh Señor,
D-s grande y temible,
guardador del pacto y de la misericordia
para con los que Lo aman y guardan Sus mandamientos! … Inclina,
oh D-s mío Tu oído y
oye; abre Tus ojos Y ve las desolaciones
nuestras y a la ciudad
que es llamada de Tu nombre; porque
no derramamos nuestras súplicas ante Tu rostro a causa de nuestros
actos justos sino a causa de Tus grandes compasiones! ¡Oh Señor,
oye! ¡Oh Señor, perdona! ¡Oh Señor, presta atención y hazlo así,
no tardes! [Por Tu propia causa, oh D-s mío, porque Tu ciudad y
Tu pueblo son llamados con Tu nombre!”.
Es así como el oficio
de los rezos comenzó a tomar forma y se
agregaron oraciones para las diversas ocasiones que la vida
demandaba. Y aunque
éstas se recitaron individual y colectivamente
desde que Israel se
estableció en Tierra Santa, es sólo durante los días
del Templo cuando éstas tomaron la forma que conocemos hoy.
Dice R. Yehoshúa ben Leví10
“Los oficios de los rezos fueron
instituidos
11
paralelamente (luego reemplazaron) a los sacrificios
diarios (el de Shaiarit, Minjá y Maariv)… ¿Por qué dijeron que
Shajarit puede ser rezada hasta el mediodía? Puesto que el sacrificio
de la mañana era
ofrecido hasta el mediodía. ¿Y por que dijeron
que la oración de Minjá puede ser rezada hasta el final de la tarde?
Puesto que el sacrificio regular de la tarde podía ser ofrecido hasta
esa hora. ¿Y por qué dijeron que la oración de Maariv no tiene
tiempo establecido? Puesto que los miembros y restos de los
holocaustos que no
fueron extinguidos sobre el altar durante la tarde
eran ofrecidos y consumidos durante toda la noche”.
En la época del Templo
se realizaban servicios religiosos en los
diferentes pueblos y villarrios coincidiendo con el tiempo de las
ofrendas, en cuya
ejecución tomaban parte representantes de cada
comunidad, tal como la
Mishná12
nos refiere esto en detalle. Cuando
el Santuario fue destruido los servicios fijos y establecidos reemplazan
a los
sacrificios; aunque no debe olvidarse que las plegarias,
especialmente los Salmos cantados por los Levitas, fueron asimismo
parte integral de la rutina diaria del Templo. Lo mismo podemos
afirmar del musaf el cual tomó el lugar del Korban Musaf, es decir
de las ofrendas adicionales que eran ofrecidas en Shabat,
Festividades y en
Rosh Jodesh.13
La Oración Central en
cuyo derredor se construyó y desarrolló
todo el cuerpo de nuestro oficio es sin duda la Shemá – la
declaración de Fe de
Israel – con su tres partes Bíblicas.14 En el Templo,
esta oración era precedida por el recitado de los Diez Mandamien-
tos. Se nos dice, sin embargo, en el Talmud.15 “También quisieron
leer los Diez Mandamientos fuera del Templo, pero esa medida
fue abolida por culpa de los argumentos de los Minirn”16 Al
sostener
éstos que los Diez
Mandamientos son la única parte válida
de la Torá, fue abolido su recitado público en las sinagogas.
Las Shemoné Esré
Con sus dieciocho, más tarde diecinueve,
bendiciones, fueron
pronto agregadas y junto con las varias partes que
preceden a la Shemá, se convirtieron en el verdadero núcleo del
Libro de Oraciones tal como lo tenemos en la actualidad.
En los primeros
tiempos nuestros sabios desaprobaron la práctica
de escribir plegarias. Ellos consideraron que éstas deberían ser
espontáneas y
encontrar lugar entre las diversas bendiciones de la
Tefilá, es decir, de las Shemoné Esré. Esa idea la expresaron
cuando
declararon firmemente: “Aquellos que escriben sobre pergaminos
las Bendiciones, son
considerados como si hubieran quemado un
Libro de Torá” .17
Pero “debemos recordar
que sólo individuos divinamente
favorecidos están
capacitados para plegarias espontáneas;
la mayoría abrumadora
de la gente debe tener las plegarias
escritas o expresadas
para ellos en sus formas fijas y autorizadas,
siempre que ello
persiga un propósito espiritual o ético. Mayormente,
las plegarias redactas
tienen un valor real, irremplazable y duradero.”18
A medida que pasó el
tiempo y cuando los sinsabores judíos
aumentaron y cambiaron
las condiciones de vida, debido especialmente
al exilio y a la
cesación de los oficios del Templo, la liturgia se
desplegó hacia
diversas direcciones, requiriendo agregados y
modificaciones, y ante
todo, forma y permanencia.
Se debe aceptar como
una fiel evidencia histórica, que después
del retorno del exilio en Babilonia en el año 538 A.E.C., Ezra, a
quien los Rabinos consideraban en segundo término después de
Moshé.19 junto a los hombres de la Magna Asamblea, el Sanhedrln
de aquella época, se reunieron para compilar los rezos de los oficios,
para lo cual
utilizaron en gran parte, material tomado de las
páginas de la Biblia y del Talmud.
El oficio de los rezos
tomó más o menos su forma presente recién
durante la época de los Gueonim, quienes fueron los grandes líderes
de la judería Babilónica y Persa en los siglos IX y X.
La primera colleción
de Bendiciones o Serie ordenada de Oraciones,
lo cual constituye un
prototipo de nuestro Libro de Oraciones,
fue preparado por Rav
Amram Gaón, alrededor del año 870
de la E.C., aunque el primer Sidur en el estricto sentido de la palabra
que conocemos hoy, es
el de Saadia Gaón (fallecido en 942) el cual
contiene todos los
textos como así también las reglas de las Oraciones.
Aunque desde entonces
el Libro de Oraciones ha pasado por
varias etapas de perfeccionamiento con aditamentos, tales como la
canción Lejá Dodi,
que fue incluída en el siglo XVI. se puede afirmar
que con Saadia, el
Sidur alcanza una etapa de desarrollo vital.
Es interesante notar
que el término original “Majzor”, que literalmente
significa “ciclo”, y
se refiere a las diversas observancias en el ciclo del
año judío, fue usado
‘para titular al Sidur. Tal el Majzor Vitry, que
fue compilado por R.
Simja ben Samuel de Vitry, un discípulo de
Rashi (1100 E.c.) y
que es una edición más perfecta de los
predecesores de
nuestro Libro de Oraciones diario.
Sin embargo, a su
tiempo, el Majzor se convirtió en nuestro Libro
de Oraciones para las festividades y efemérides sagradas, conteniendo
piyutim
especiales que
describen en lenguaje poético el mensaje
del Yom Tov.
El primer Majror
conocido es el de Yannai, un compositor litúrgico
del siglo VII,
limitado sólo a poesía medieval. El Maizor pasó por
una serie de
evoluciones similar a las del Sidur, y en 1485
encontramos en Roma,
la publicación de un Libro de Oraciones para
las Festividades, más o menos completo, conteniendo plegarias de
tan grandes Paitanim (poetas litúrgicos) como Kalir, Salomón Ben
Yehudá de Roma (950 E.C.), Abraham Ibn Ezra, Salomón Ibn
Gabirol, Yehudá Halevi y otros.
Otro aspecto que
conviene remarcar es el que concierne al Minhag,
o
rito, seguido en nuestras sinagogas hoy en día. La diferencia
principal es entre dos grupos de ritos, el Ashkenazí y el Sefaradí.
Se puede considerar, en términos generales, que el Sidur de Saadia
Gaón, que penetró en el Centro y Norte de Europa, refleja el Minhag
Palestina y se convirtió en el prototipo del rito Ashkenazí;20
mientras
que el Sidur de
Rav Ga6nque fue llevado de Babilonia a España,
se convirtió en el
rito Seiaradi. Aunque existen también algunas
variaciones menores21
de estos ritos en diferentes partes del
mundo, los principales elementos que los distingue son claros. Sin
embargo, se debe puntualizar que, mientras en lo relacionado con
las plegarias diarias y Sabáticas las diferencias son insignificantes.
las principales divergencias se encuentran en los oficios de las
festividades. los cuales difieren en la naturaleza de los aditamentos
poéticos compuestos en la Edad Media.
EL SIDUR, ESPEJO DE LA HISTORIA
JUDIA
El Libro de Plegarias
judío ha constituido siempre el manual de
bolsillo del miembro más simple de la familia de Israel. Este ha
acompañado al judío a través de todos sus vagabundeas y refleja
los suspiros y los llantos, las esperanzas y las aspiraciones, las
alegrías y las
delicias del pueblo judío.
Aunque algunas partes
son muy antiguas, el Sidur está siempre
fresco y perenne en su mensaje’ y contenido. En realidad está siempre
abierto a un
aditamento autorizado, que pudiera ser realizado
cuando las circunstancias lo demandaren tal como se ha introducido
desde el
establecimiento del Estado de Israel, por ejemplo, la
Oración por la Paz del Estado, el Recordatorio de los Mártires del
Holocausto Nazi y de los Muertos en la Guerra de la Independencia;
así como también
plegarias específicamente Israelíes tales como
la Oración antes de entrar en la Batalla, la Oración de los
Paracaidistas, la
Oración de los Plantadores, la Oración por la Paz
Mundial y otras.
La lengua hebrea
constituyó siempre el medio de expresión de
las plegarias aún en épocas en que los devotos hablaban otras
lenguas tales como:
Arameo, Griego, Árabe o Francés. El hebreo fue
siempre “la Lengua Sagrada”. Agregando solemnidad
y sentimiento al servicio religioso y dando expresión de la unión
y la unidad del pueblo de Israel. El hebreo quedó como lengua
histórica de la
judería, como símbolo de unión entre las generaciones
del pasado y las del
futuro. Aquellos que excluyeron al Hebreo de
su vida religiosa, dieron pie a su propia destrucción y desaparición
como integrantes del pueblo de Israel.
Nuestro Libro de
Oraciones es único en la literatura devota del
mundo. Lleva en sí el sello de todos los climas y condiciones por
los que ha pasado el judío. Es instructivo en todas sus versiones,
inspirador en todas sus frases.
Es el espejo y el alma
del Pueblo de Israel – Am Israel -.
1 Ber.
26b.
2
Beresh. 19,27.
3
ibid, 24,63.
4
ibíd. 28,11.
5
ibid. 18,20: 25; 20, 17; 25,21; 32,11.
6
ibíd. 24,12; 27,28- 29: 26.
7
Shemot 2,21.
8 Shemot 34,9; Bamid.
14,13-19; 27.16; Dcv. 3,24.
9 Dan. 9,4-19.
10 Ber. 26b.
11 íbíd.: “Los
Patriarcas instituyeron los oficios, Y los Rabinos basaron sus fundamentos en
las ofrendas del Templo”.
12 Taan, 4,2.
13 Taan, 4,1-4;
Rarnbam sobre la Mishná anterior; Tosefta Ber. 3,1.
14 Dev. 6,4-9;
11,13,21, Bamid, 15,37-41.
15 Ber. 12a.
16 Miembros de una
secta de antiguos judíos-cristianos.
17
Shab. 115b.
18
Hertz, Daily Prayer Book.
19 Sanh, 21b; Sucá
20a.
20 En su ramificación
polaca es el Minhag dominante en los paises de habla in- glesa
21 Tales como
italiano, nor-africano, yemenita, jasidico.
“Y pasó el Señor
delante de Su rostro” (Shemet 34,6). Si no
fuera por el versículo que está escrito, no se podría afirmar lo
siguiente: Nos enseña que el Todopoderoso se envolvió con un
Talit, tal fuera un Lector y le enseñó a Moshé el programa de
Oraciones, diciéndole: En todo momento que los israelitas pequen,
que actúen luego según este orden, y les perdonaré.
(Rosh Hashaná
17b)
Rabi Yosí bar Janina
dijo: Las plegarias diarias fueron
instituídas por los
patriarcas. Así también nos enseñaron los Sabios:
Abraham instituyó la
plegaria matutina, como dicen las
Escrituras, “Y madrugó Abraham por la mañana dirigiéndose al
lugar, donde había estado de pie” (Bereshit 19,27), y consideramos
que “ponerse de
pie” significa orar, como leemos: “Y entonces
se puso de pie Pinjás
y oró” (Tehilim 106,30).
Yitzjak instituyó la
oración de la tarde, como dice
(Bereshit 24,63): “y había salido Yitzjak al campo a conversar
a la hora de la tarde” y la conversación se refiere evidentemente
a la plegaria como leemos (Tehilim 102,1): “Plegaria de un
afligido, cuando desfallece, y derrama delante del Señor su penosa
conversación” .
Yaacov instituyó la
oración nocturna, como dice (Bereshit 28,11)
“y dio (vayifgá)
con el lugar, y pasó allí la noche”, y peguiá
sólo
significa suplicar, como leemos (Yirrneya 7,16)
“Por tanto, no ores tú
por este pueblo, ni eleves por ellos
clamor y oración, ni Me supliques (tiigá¡”, (Beraiot 26b)
Rabí Yehoshúa ben Levy
dijo: Las oraciones diarias fueron
instituidas (por los miembros de la Magna Asamblea) de acuerdo
a los sacrificios diarios que se ofrecían en el Templo.
Así también nos
enseñaron los Sabios: ¿Por qué dijeron que
Shajarit puede ser rezada hasta el mediodía? Puesto que el
sacrificio de la
mañana podía ser ofrecido hasta el mediodía. ¿Y
por qué dijeron que la oración de Minjá puede ser rezada hasta
el final de la tarde? Puesto que el sacrificio regular de la tarde
podía ser ofrecido hasta esa hora. ¿Y por qué dijeron que la
oración de Maariv no tiene tiempo establecido? Puesto que los
miembros y restos de los holocaustos que no alcanzaron a ser
extinguidos durante la tarde eran ofrecidos y consumidos durante
toda la noche. (Rerajot 26b)
Leemos en la Escritura
(Bereshit 15,8) “Y él dijo: Señor. D-s
¿en qué conoceré que la he de heredar (a la tierra prometida)?”
Dijo Abraham: Señor del Universo, y si acaso los judíos pecaren
delante Tuyo. ¿los castigarás como a la generación del Diluvio
y a la generación de la Dispersión (Torre de Babel)? No – le
respondió.
Le volvió a decir
Abraham: Señor del Universo, comunícame
en qué conoceré que la he de heredar. Le respondió el Señor:
-“Tráeme una novilla de tres años. y una cabra de tres años. y
un carnero de tres años … ” (ibid, 9) Le volvió a decir Abraham:
Esto será válido
durante la existencia del Bet Hamikdash, pero
cuando el Bet Hamikdash no exista, ¿qué será de ellos?
Le respondió : -Ya les
instituí la lectura del orden de los
sacrificios, de modo que cuando lo leen les considero como si
hubieran sacrificado esos holocaustos, y les perdono todos los
pecados.. . (Taanit 27b)
Entonces Daniel entró
en su casa, y abiertas las ventanas
de su cámera alta – hacia Yerushalayim -, tres veces al día se
hincaba de rodillas, y oraba y daba gracias delante de su D-s.
(Daniel 6,11)
Si se encontraba en el
exterior (dispuesto a orar) deberá orientar
su posición hacia
Eretz Israel, como leemos (1 Melajim 8,48)
“Y oraran a Ti vueltos a su tierra que entregaste a sus padres”.
Si se encontraba en
Eretz Israel (dispuesto a orar) que oriente
su posición hacia Yerushalayim, como leemos (ibid, 44) “Y oraren
al Señor, vueltos
hacia la ciudad que Tú has escogido”.
Si se encontraba en
Yerushalayim (dispuesto a orar) que oriente
su posición hacia el
Bet Hamikdash, como leemos (ibid, 42)
“cuando viniere y orare hacia esta Casa”.
Si se encontraba en el
Bet Hamikdash (dispuesto a orar) que
oriente su posición hacia el Santo Santuario, como leemos (ibid,
35) “si oraren hacia este lugar”.
De resultas que si se
encontraba en el este, se vuelve hacia
el oeste; en el oeste, se vuelve hacia el este; en el sur, se vuelve
hacia el norte; en el norte, se vuelve hacia el sur. De modo que
todos los judíos se orientan hacia un solo lugar. (Berajot 30a)
¿Qué intención tiene
el verso que leemos (Tehilim 55,19): “El
redime mi alma en paz, de las que me hacen, porque son muchos
los que estaban
conmigo”?
Dijo el Todopoderoso:
Todo aquél que se dedica a la Torá y
a las acciones de benevolencia, y ora sus oraciones junto al
Público, lo considero
como si Me hubiera redimido a Mí y a Mis
hijos de entre los pueblos paganos del mundo. (Berajot 8a)
Así como la fuente
hace surgir de ella constantemente agua
fresca y nueva, también los israelitas recitan nuevos cantos y
alabanzas
constantemente. (Midrash Shojer Tov, 87).
No se designa un
Lector, y los cohanim no pronuncian sus
Bendiciones, no se lee en público la Torá, ni el Profeta … ni se
pronuncia la bendición de los novios, ni los pésames a los que
están en duelo, ni la bendición pública posterior a las comidas,
si no se reúnen al menos diez asistentes (Mishná Meguilá 4,3).
Tampoco se recita el Kadish ni se pronuncia el Barjú sin haber
reunido antes diez personas. (Sofrim 10,7).
LA CASA DE REVERENCIA |
FUENTES |
“¡Cuán hermosas son
tus tiendas, oh Yaacov, tus moradas, oh
Israel! … 1 Oh Señor, amo la habitación de Tu casa, y el lugar de
la morada de Tu gloria… Pero yo, (dirijo) mi plegaria a Ti, oh
Señor; sea tiempo de Tu favor; oh D-s, en la abundancia de Tu
misericordia,
respóndeme en la verdad de Tu salvación”.
Tales son las palabras
de reverencia y alegría que jóvenes y
ancianos proclaman por
igual, al entrar en la Sinagoga, la Casa de
D-s. Cuando el judío entra en la Casa de Reverencia, comienza con
Mal: Tovu, frase expresada por primera vez por Bilam, el profeta
pagano, cuando vio las tiendas del campamento Israelita. Ese
profeta fue llamado
por el Rey Moabita Balak para maldecir a Israel,
y al ver a las pacíficas e idílicas tiendas de Israel extenderse en el
desierto, su corazón se llenó de admiración y en lugar de maldecir,
bendijo a Israel.
Pero nuestros Sabios
interpretaron la palabra “tiendas”,
refiriéndose a las sinagogas, y la expresión “moradas”, refiriéndose
a escuelas para
instrucción religiosa. Dice R. Yojanán en el
Talmud: 2
“De la bendición de aquel malvado: Bilam, podemos
deducir sus
intenciones. Quiso decir que no tengan Sinagogas
ni Escuelas, por lo que exclamó Mah Tovu: ¡Cuán hermosas son
tus tiendas, oh Yaacov, tus moradas, oh Israel!”. Nuestros Sabios
quisieron decimos que Bilam se dio cuenta, al igual como muchos
enemigos de Israel lo comprendieron posteriormente, que mientras
existan sinagogas que cumplan su función de “casas del poder espiritual”,
mientras se escuchen
voces infantiles estudiando en el Talmud Torá,
el pueblo judío no
puede ser aniquilado. Bilam entendió
el secreto de la supervivencia judía, y fue por este motivo que sus
palabras fueron introducidas en la plegaria prologal del día, en
nuestros oficios diarios. Al principio los Rabinos pensaron incluir en
nuestras plegarias,
toda la sección Balak3 de la Torá pero se abstuvieron,
ya que dada su
extensión, hubiera significado un sobrecargo para la congregación4
y por lo tanto fue
dejadosólo Mah Tovu.
Toda
la plegaria Mah Tovu expresa el afecto y el apego del reverente
hacia su Hacedor: El
exclama “Oh Señor, amo la habitación de Tu casa
y el lugar de la
morada de Tu gloria”.
El reverente quien se
siente sobrecogido de respeto y amor junto
al calor que encuentra en la Casa de D-s, se da cuenta plenamente
que, sumergido profundamente en los asuntos mundanos, en la
hostil lucha por la vida diaria, no siempre puede liberar su mente
de todas sus preocupaciones. Por lo que ruega entonces, “Pero yo,
dirijo mi plegaria a
Ti, oh Señor; sea tiempo de Tu favor”, y
no hay otro tiempo más
apropiado, declaran nuestros Sabios,
que el de la hora de
reverencia, cuando se reúne toda la
congregación. Sin
embargo, sabiendo muy bien que el hombre no
siempre merece la
Gracia de D-s, el reverente pide:
“Oh D-s, en la abundancia de Tu misericordia, respóndeme en
la verdad de Tu
salvación”. Esto concuerda con la devota fe
de nuestros Sabios:
“El Clemente requiere el corazón”.
Así, la persona que
dice su plegaria con sinceridad, y
es movida por motivos
puros, puede sentirse segura de
que sus súplicas serán
aceptadas.
1 Bamidb. 24,5
siguientes.
2 Sanh. l05b.
3 Bamidb. 22-24.
4 Ber. 12b.
Dijo Rabí Abahu ben
Zutrati en nombre de Rabí Yehudá bar
Zevida: Los Sabios quisieron instituir la sección de Balak para
que fuera leída diariamente en el capítulo del Shemá. ¿Por qué
efectivamente no fue instituida? Por ser su cumplimiento muy
dificultoso para todo el público (Berajot 12b). De toda ésa sección
quedó integrado en las
plegarias sólo el verso: “[Cuán hermosas
son tus tiendas, oh
Yaacov, tus moradas, oh Israel!”
(Majzor Vitrí 89).
Dijo Rabí Yojanán: “De
la bendición de aquel malvado (Bilam)
podemos deducir sus
verdaderas intenciones. Quiso decir, que
no tengan Sinagogas ni
Escuelas, por lo que se expresó diciendo:
“[Cúan hermosas son
tus tiendas, oh Yaacov, tus moradas, oh Israel!”.
Su intención era que
la Santa Presencia no repose sobre ellos
y expresó: “Tus
moradas, oh Israel”. (Sanhedrin
105b)
Sin Sinagogas y sin
Tiendas, el Todopoderoso no reposa su
Santa Presencia sobre
el mundo.
Rabí Eliezer Hakapar
dijo: “Las Sinagogas y Academias de
de Babel están destinadas a ser establecidas en Eretz Israel”.
(Meguilá 29a)
SU HISTORIA |
VARIADAS FORMAS DEL KADISH |
EL KADISH DE LOS DEUDOS |
FUENTES |
Después del Shemá, el
Kadish, literalmente, “Santificación”,
probablemente la más y
mejor conocida – y la más
frecuentemente rezada – plegaria de nuestro oficio divino. Sin
embargo, con toda su universalidad e importancia, no es muy
conocida en su origen
y en su variedad de formas.
El Kadish, en
su presente forma, ha tenido su origen probablemente
en la época del
Talmud. El hecho que haya sido escrito en
el idioma arameo nos orienta hacia ese período, ya que el arameo
era el idioma usado por los judíos en Babilonia1 en la época del
Talmud.
El origen de algunas
secciones del Kadish puede ser remontado.
sin embargo, a una época más anterior aún. Era la costumbre en
el Primer Templo que la gente respondía las bendiciones y plegarias
rezadas durante el oficio, con las palabras hebreas “Bendito sea el
Nombre de Su glorioso
Reinado por siempre jamás”.2 Este es el equivalente de la expresión
aramea que nosotros rezamos en el Kadish.3 En otras
palabras, este pasaje y la palabra Amén – que es una expresión
de consentimiento y de aplauso a lo que se ha expresado4 – viene
a ser la respuesta del pueblo al final de las bendiciones, y marca
la conclusión de ciertas secciones de las plegarias. Con el correr
del tiempo este procedimiento ha sido también adoptado por la
Sinagoga; y la plegaria del Kadish surgió de estos pasajes rezados
en el Templo, para ser dicho después de las principales secciones
del oficio de la sinagoga.
El rezo de Yehé
Shemé Rabá fue dicho por Daniel5 en Babilonia,
y tiene su fundamento
en la versión hebrea, en el Tehilim6 El Talmud,
asimismo hace
frecuentes referencias a esta réplica que no sólo era
usada después de las
plegarias, sino también a la conclusión de los
discursos.7
Resulta entonces que originalmente el Kadish era
un himno sagrado que era recitado por maestros o predicadores al
final de los discursos y sermones.
La primera parte del
Kadish como la conocemos hoy en día, que
comienza con las palabras Yitgadal Veyitkadash, tiene su origen en
Yejezkel,8 quien fue el profeta que magnificó y santificó el nombre
de D-s. El vocablo Kadish no aparece en el Talmud, pero esta
plegaria es referida con el término general de Kedushá: 9 “La
Santificación del
nombre de D-s”. Esta plegaria fue formalmente
instituída por los
Sabios de la Magna Asamblea,10 sólo que más tarde
fue designada con el nombre de Kadish. Existía una versión hebrea
extensa del Kadish,ll que era rezada después de la lectura de
la Torá
y también en otras
ocasiones especiales similares.
Podemos determinar la
importancia que le ha sido concedida al
Kadish,
que no puede ser
rezada sino con la presencia de un minián,
(un “quórum” de diez
personas para el Oficio Divino). El Talmud narra
en Berajot12 que “cuando Rab Dimi regresó de Eretz Israel a
Babilonia,
dijo en nombre de Rabí
Yojanán que aún estando dedicados al estudio
de los íntimos
secretos de la Santa Presencia,13 está permitido interrumpir
con el objeto de
responder al Kadish con las palabras Yehé Shemé Rabá”.
Existen distintas
formas de Kadish que son rezadas en el curso
del oficio.
Ellas son en primer
lugar, el Jatzí Kadish, “medio-Kadish”, que es
rezado al final de algunas secciones del oficio. El “Kadish completo”,
Kadish Shalem,
que se dice a la conclusión del oficio. El Kadish rabinico”,
Kadish Derabanán,
es
rezado después del estudio de algún escrito rabínico,
como ser el Talmud o
la Mishná, lo mismo que después de una
disertación talmúdica
o referida al Midrash, de acuerdo a la tradición
de las antiguas
prácticas.14 Está además el “Kadish de la Renovación”,
rezado
en los funerales.
Un lugar muy
importante en nuestra vida religiosa es ocupado
por el Kadish rezado por los deudos. El Talmud15 expresa el
concepto que cuando la
persona fallece requiere la expiación,
y el Taná Debe Eliyahu16
dice que el rezo de un Yitgadal pronunciado
por el huérfano redime
a sus padres de sus penas.17
El precepto de honrar
a nuestros padres es de tal importancia en
el judaísmo, que le fue asignado un lugar prominente en el Decálogo.
Honrar a los propios
padres es un deber tan importante que de acuerdo
a los principios de la
Fe judaica está sólo en el segundo lugar – además
de haberle sido
comparada – después de la obligación de venerar a D-s.18
Es un privilegio
sagrado de cada niño judío, recordar y apreciar
el amor y el autosacrificio que sus padres han demostrado por él.
El judaísmo, por lo tanto, asume como un acto natural el deber
filial de honrar a los padres aún después de su muerte.
El Talmud19
establece que “el hijo debe honrar a sus padres después
de su fallecimiento,
del mismo modo que debe hacerlo durante
toda la vida de ellos”. más aún, agrega un comentarista, durante
toda su vida, este respeto podía ser producto de intereses no expresados,
pero después de su
muerte, este respeto se convierte de una expresión
desinteresada de amor
filial y honra a D-s.
No está muy claro
cuándo apareció la costumbre de que los deudos
reciten el Kadish. Una cosa, sin embargo, es cierta: el recitado del
K.adish del hijo huérfano se ha convertido en la más destacada señal
de reverencia por la
memoria de los padres. La santificación del
nombre de D-s, y la admisión de Su Voluntad,20 aún en un momento
de gran tristeza y
tribulación, tienen sin duda una influencia muy
grande sobre el deudo
en el momento que recita el Kadish.
Ciertamente no puede
haber una manera mejor de honrar la
memoria de nuestros padres, en medio del tumulto diario de las
exigencias de la vida, que ésta, la de reunir a una congregación de
reverentes para la recitación del Kadish.21 Y las
palabras de conclusión
del Kadish: “El
creará la paz para vosotros”, han sido por siempre la
eterna plegaria de los
judíos.
1 Tosafot sobre Ber. 3a
2 Mish. Tam. 5,1, 7,2; Mish.
Yoma 6,2; Yoma 39b; Taan.
16b.
3 Targum Yerushalmi
sobre Beresh.
39,2; Devarim 6,4; Sifré Dev. 37,3.
4 Shab. 36a.; Shab.
119b.
5 Dan. 2,20.
6 113,1.
7 Der. 3a.; Sof.
19,12; Sucá 39a; Sotá49a.; Beresh. Rabá 57; Mishle Rabá 10,3; Ejá Rabá.
8 Yejez. 38,23, véase
también 36,23; Yero Der. 9,3.
9 Der. 2lb.
10 Sof. 16,12;
11 Sof. 14,22.
12 21b.
13 lag. lib. 19,1
14 Sof. 19,12; 36.
15 Hor. 6a.
16 Or Zarua, A. Zara HiljotShabat.
17 M.Vitri 144.
18 Kid. 30b.; D. 32a.
Metz.
19 Kid. 31b; Yoré Deá
240,9.
20 Yob 1,21.
21 Sof. 19.12,
Sea el Nombre de D-s
bendito desde la eternidad hasta la
eternidad, porque Suya
es la Sabiduría. (Daniel 2-20)
Dijo R.abí Yosí: ¿De
dónde deducimos que cuando alguien
proclama “queSu Magno Nombre sea bendito” debemos
responder “para
siempre y en todos los mundos”? Pues nos dice
la Sagrada Escritura (Devarim
32,3) “[Dad gloria a nuestro D-s!”.
(Sifrei Devarim 32.3)
Dijo Rabí Yehoshúa ben
Levy: Quien exclama “que Su Magno
Nombre sea bendito” con toda su fuerza (e intención) le anulan
los decretos desfavorables. (Shabat 119b)
Quien exclama (durante
el sueño) “que Su Magno Nombre
sea bendito” está asegurado que merecerá el mundo venidero.
(Berajot 57a)
¿Por cuál mérito el
mundo mantiene su existencia? Por la
lectura de la Kedushá al final del oficio divino y por la
pronunciación: “Que Su
Magno Nombre sea bendito” después del
sermón. (La lectura de
la Kedushá fue establecida a fin que la
totalidad del público
judío se dedique al estudio de la Torá en forma
diaria, aunque sea un
trozo mínimo que es leído y traducido; y
por cuanto que la
medida atañe a todos los sectores tanto
los estudiosos como los
simples y porque además tiene el doble
valor de ser
considerado estudio y santificación del Magno Nombre,
su aprecio es tan
magnífico. Del mismo modo la pronunciación del
“Que Su Magno Nombre
sea bendito” fue establecida para después
del sermón sabático, al
cual asistió la totalidad del pueblo por ser
un día de asueto, de
modo que abarca estudio de Torá y también
la santificación del
Nombre.) (Sofá 49a)
R. Yehuda bar Yejeskel
dijo: Mi padre por cuanto no posee
propiedad de tierras bendice la lluvia con el siguiente texto: Que
sea magnificado y santificado, alabado y elevado tu Nombre,
nuestro Rey, por cada gota que nos haces bajar, y que la separas
una de la otra (para que no dañen la simiente).
(Jerushalmi Beraiot
9,2)
Rabí Akiva encontró a
un hombre que estaba cargando sobre
sus hombros pesados leños y los arrastraba como si él fuera una
yegua. Rabí Akiva le ordenó que se detuviera interrogándole:
-Hijo mío: ¿Por qué trabajas tan pesado? Si acaso eres un
esclavo y tu amo te agobia con tanta carga, yo te rescataré y te
dejaré en libertad. Si acaso eres pobre, te enriqueceré.
=-Déjame, señor -le
respondió- no puedo detenerme.
-¿Eres un ser humano,
o acaso un duende? -le preguntó.
–Soy la reencarnación
de una persona muerta, que fue en vida
muy pecadora. Fue un
cobrador de impuestos, que halagaba a los
pudientes y asesinaba a los pobres, y si fuera poco violó a una
novia en pleno día de Kipur.
-Hijo mío, -le volvió
a interrogar- ¿acaso escuchaste de
boca de tus superiores si tienes alguna salvación?
-No -le dijo- Sólo
escuché que si hubiese tenido un hijo
que asiste a un Ret Hakneset y dice la Bendición del Señor, le
perdonarían el martirio. Pero sólo dejó a su mujer encinta, por
lo que no tengo noticia si nació una niña o un varón. Pero aunque
fuese varón, ¿quién le enseñaría Torá?
Rabí Akiva tomó sus
datos, y ya no descansó hasta dar con el
paradero de su familia. Al preguntar por ellos le respondían con
aborrecimiento por la mala conducta que ellos ostentaban. Ni
siquiera le habían
hecho Milá al hijo.
Rabí Akiva tomó al
muchacho y comenzó a enseñarIe Torá.
Pero el muchacho no
aprendía. Cuarenta días ayunó orando por
él, cuando una voz
celestial le preguntó: ¿por éste individuo su-
plicas? Si, respondió, siguiendo con sus esfuerzos.
Por fin logró
enseñarle a leer y a pronunciar las Bendiciones y
los rezos. Lo introdujo a un Bet Hakneset donde le enseñó a
rezar Y la pronunciación de las Bendiciones del Señor.
En ese momento lo
liberaron al padre de las torturas infernales,
y le apareció en el sueño a Rabí Akiva y le dijo: Venerado Rabí
[te deseo el descanso absoluto en el Paraíso, tal como lograstesalvarme del Infierno!
Entonces pronunció
Rabí Akiva el verso (Tehilim 135,26):
cordia! (Midrash Rabí Tanjuma)
SHEMA
LA DECLARACIÓN DE FE
El Shemá Yisrael,
“Oye, Israel, el Señor, nuestro D-s,
el Señor es uno”1 ha sido la Declaración de Fe de los judíos a través
de todas las épocas.2 Desde tiempos inmemoriales, ha sido la primera
plegaria que el padre judío enseñaba a su hijo tan pronto como
éste comenzaba a hablar; asimismo ésta constituyó la última plegaria
del judío antes de ser llamado a abandonar el dominio terrenal.
Aún en lugares donde el conocimiento del hebreo era magro, el
Shemá era, sin embargo, el constante slogan en labios del judío.
Una renovada evidencia sobre esto encontré durante mi visita a
la India que realicé hace poco. Allí, me dijeron, fueron descubiertos
los Bené Israel hace unos 300 años, sólo gracias a su recitación del
Shemá. Esta era la única frase hebrea que conocían y la recitaban
en ocasión de sus ceremonias religiosas.
El Shemá Yisrael
proclama la verdad fundamental de la unicidad
de D-s., en oposición a toda forma de reverencia idólatra. Enseña
el monoteísmo en su forma más pura.
En sus tres seccíones,3
el Shemá expresa los principios básicos
del credo judío. Insta al judío a amar los Mandamientos de D-s
y a enseñarlos a sus hijos. En resumen, exige al judío conducir su
vida en concordancia absoluta con los principios de la Ley divina.
Ciertamente, la importancia del Shemá ha sido tan grande, que el
Talmud abre sus páginas con una discusión referente a la lectura
del Shemá.4
En nuestro libro de
oraciones el Shemá es prolongado con la frase
“D-s es un fiel y veraz Rey,” la cual es recitada sólo cuando las
plegarias son rezadas
en privado. Es de hacer notar que las tres
primeras letras
hebreas de esta frase forman la palabra AMEN,5
que significa VERDAD.
Probablemente esta frase que marca
la idea del reinado
divino, fue introducida para reiterar la idea de
“aceptación de la
soberanía del reino divino”, expresada ya por
las primeras frases
del Shemá.6
Algunos de nuestros
sabios han sugerido7 que esta frase El Melej
Neemán está directamente relacionada con el número de los vocablos
del Shemá que
llega a totalizar 248, idéntico al número de órganos
del cuerpo humano.8
Cuando alguien ora en privado las palabras
iniciales toman el
lugar de las tres últimas palabras H’ Elokeijem, Emet,
las cuales el lector repite a la terminación del Shemá, en representación
de todos los
participantes.
Todas las secciones
del Shemá están tomadas del Jumash.9 La
primera sección derivada del Libro Devarim,10 enseña la Unicidad
de D-s, el deber de meditar constantemente sobre las palabras de
D-s y de inculcarlas en los; corazones de los jóvenes, “estando en
tu casa, andando por el camino, al acostarte y al levantarte”, por
la mañana y por la noche.11 Más adelante prescribe el uso de los
Tehilim, dentro de los cuales se encuentran escritos las secciones del
Shemá, sirviendo de señal sobre el brazo y por frontales entre los
ojos. El párrafo contiene asimismo la ordenanza de la Mezuzá, para
inscribir el Shemá sobre las jambas de las puertas de las casas.
Ciertamente, en el
medio de la lucha por el vivir cotidiano, estas señales
exteriores tienden a servir al judío como constantes recordatorios
de las grandes y nobles enseñanzas e ideales contenidos en el Shemá.
Se notará que en el
Libro de Oraciones, el primer capítulo del
Shemá se interrumpe inmediatamente después de la frase de
apertura,12
y sigue la frase “Baruj Shem Kebod Maljutó Leholam Baed”.
Esta frase aunque no
es de origen bíblico,13 reitera el Reinado de D-s y su
Eterna Soberanía; era recitada en el Templo cada vez que se pronunciaba
el nombre Divino
explícito y completo.14 Este pasaje es ahora leído
generalmente en voz
baja; el Talmud15 sugiere que la razón de esto se
encontraría en el
hecho que contrariamente a otras secciones del Shemá
esta frase no se
encuntra en la Torá.16 Sólo en Yom Kipur se recita en
voz alta. Esto
nuevamente está de acuerdo con la práctica de la época del
Templo, cuando el
Cohen pronunciaba el Nombre Divino explicito, el Shem Hameforash,
respondían: “Alabado sea el Nombre de Su glorioso Reino por
siempre”.
El Midrash, por su
parte, ofrece dos explicaciones interesantes
respecto a la lectura
en voz baja; nos narra que:17 “Cuando Yaacob
estaba por fallecer, convocó a sus doce hijos y les advirtió seriamente
que presten atención a
la voz del Padre en los Cielos. Entonces
ellos le respondieron:
Escucha Israel (nuestro padre), así como
en tu corazón el Señor
es Único, también en el nuestro el
Señor es nuestro D-s, el Señor es Uno. Entonces Yaacov conmovido
murmuró en voz baja: Alabado sea el Nombre Divino de Su glorioso
Reino por siempre”.
Similar a esto encontramos.18 “Cuando
Moshé se elevó a las alturas escuchó a los ángeles ministeriales que
que decían al Todopoderoso: Alabado sea el Nombre… y trajo
esta enseñanza a Israel. Pero en Yom Kipur que Israel está tan puro
cual fueren ángeles celestiales pronuncian esa frase en voz alta”.
El segundo párrafo
comienza con las palabras “Y sucederá que si
oyereis atentamente”19,
Además de repetir algunas de las
características frases
de la primera sección, ésta contiene la lección
de la recompensa y el
castigo. De acuerdo a la filosofía del judaísmo,
la virtud recibe
recompensa; sin embargo la recompensa no debe
ser la razón o el
motivo por el cual uno es virtuoso. El motivo
verdadero es el deseo
y el entusiasmo para obedecer la voluntad
de nuestro Padre
Celestial. En este mismo párrafo el principio
de la recompensa y el
castigo está relacionado con las lluvias
que son tan vitales para la vida en la Tierra Santa. De la lluvia
dependen “tu cereal, y tu mosto, y tu aceite puro”, así como
también la “hierba en
tu campo para tu bestia”. De aquí en adelante
el pasaje contiene una advertencia al hombre a no volverse hacia
los ídolos e ideas extrañas, para evitar que D-s vuelva su indignación
hacia él.
El tercer párrafo del
Shemá20 contiene el mandamiento del Tzitzit,
los flecos. Estos servirán de constantes recordatorios de la conseñanza
de nuestra ley, tal
como lo son los Tefi/in y la Mezuzá. Aquí están
también incluidos pasajes relativos al Éxodo de Egipto, suceso que
el Israelita no deberá olvidar nunca.
De acuerdo a la Mishná,21
el Shemá íntegro en su forma y secuencia
presente era leído ya
en el Templo. De aquí su antigüedad y santidad.
Con respecto a la
forma en que los párrafos del Shemá están ordenados,
la Mishná nos relata:22
“Rabí Yeoshua ben Korja dice: “¿Cuál es el
motivo que se lee la
sección Shemá antes que la de Beaiá? Por cuanto
se debe acatar primero
el yugo del reino celestial y luego podrá acatar
sobre sí el yugo de
los mandamientos. No obstante Baiomer se refiere tan sólo al precepto de
Tzitzit que se aplica sólo de día, mientras que las dos
secciones precedentes
son aplicables tanto de día como de noche.”23
Esta explicación
revela también que hasta los días de Rabí Elazar ben
Azaria (135 E.e.) la
última sección se leía únicamente de día.24
Surgió entonces una
larga discusión sobre si se la debería leer también de noche. Finalmente
prevaleció25 la opinión que mantiene la obligación de leer también
de noche, siendo una de las razones el hecho que en este párrafo
se menciona la salida de Israel de Egipto, y considerando que este evento
ocurrió precisamente
de noche.26
Es interesante
mencionar que el Talmud27 sugiere que la tercera
sección se recita porque se refiere a los siguientes seis fundamentos
del judaísmo: el uso de Tzitzit; el Exodo de Egipto; la aceptación
de los mandamientos de la Torá; el alejamiento de la blasfemia, del
pecado y de la adoración de los ídolos.
En Eretz Israel, en la
época de los Amoraím, y aún más tarde,
se omitía a la noche el pasaje de esta sección que se refiere a los
Tzitzit mientras que en Babilonia se recitaba en su forma completa.28
La costumbre de besar
los Tzitzit toda vez que esa palabra es
mencionada tiene su
origen en el Talmud y en la Mishná.29 Ciertamente
es un acto e expresión
externa e nuestro apego a este precepto.
Un excelso estudioso30
ha resumido apropiadamente el espíritu
del Shemá con
las siguientes palabras: “El Shemá es la base de
toda religión elevada, ética y espiritual; es un pronunciamiento
imperecedero; estas
seis palabras se han convertido en el grito de
batalla del pueblo judío durante más de 25 siglos”.
El ejemplo clásico lo
constituyó el gran sabio Rabí Akíva31 en
la época de las persecuciones del Imperio Romano. Cuando el ejecutor
romano estaba
arrancando sus carnes con peines de acero, Rabí Akiva
lo desafió desplegando
un espíritu festivo. Sus quebrantados
discípulos que estaban
presenciando su martirio le preguntaron por
el significado de su
alegría, a lo cual él replicó: “Durante toda mi vida,
cuando leía el
Shemá, me afligía cuando habría de alcanzar el momento
que pueda ofrecer mi
vida al amor de D-s. Ahora que llegó el momento
¿no he de cumplir el
precepto?” .
Rabí Akiva amaba a D-s
con todo su corazón y con todo su ser,
ahora él podía también
amado entregando su alma por su pueblo y por la
observancia de la Ley
de D-s.
1 Dev. 6,4.
2 Ber. 6tb.; Midr. Tanj. Kedoshim 6.
3 Dev. 6,4-9; 11,13-21; Bamid. 15,37-41.
4 Tratado Berajot.
5 Shab, 119b,
6 Mish. Ber. 2,2.
7 Midr. Tanj. Kedoshim 6.
8 Midr. Rut 61; Zohar
Vayerá; también Mishná Ber. 2,2; Ber. 14a.
9 ibíd.
10 Dev. 6,4-9.
11 Mish. Ber. 1,3; Tam.
5,1.
12 Véase Targum Yonatán
sobre Dev. 6,4.
13 Esto es similar a
Tehil. 72,19.
14 Sotá 33a.; Yomi 39.
15 Pes. 56a.
16 Dev. Rabá 2.
17 Ber~sh. Rabll 98.
18 Dev. Rabá 2.
19 Dev. 11.13-21.
20 Bamid. 15,37-4l.
21 Tam. 5,l.
22 Ber, 2,2-3; Ber. 14b.
23 Ber. 14b.
24 Ber. 1,5.
25 Mcn. 40a., también Mish. Edi. 4,10; Men.
43a.; Yero Ber. 3,3; Kid. 7,7.
26 Ber. 1,5.
27 Ber, 12b.
28 Ber. 14b.
29 Shab, 12a; Yalkut Shimoni, Tehil.
72, 3.
30 Kohler.
31 Ber. 6lb
Enseñaron los Sabios:
Sumjas dijo: Quien prolonga la pronunciación
del vocablo “ejad”
le prolongarán sus días y sus años. Comentó
R. Aja bar Yaacov: La
prolongación deberá ser en la “d” de
ese vocablo. R. Ashi
dijo: Con tal que no omita la
pronunciación de la “j” de ese vocablo. (Rerajot 13b)
Estudió Rabí Ovadia
frente a su maestro Ravá: Debe hacer
un respiro entre las palabras que juntan. Respondió Ravá aceptándole:
por ejemplo Al
Lebabjem (Son palabras que se pegan una a la otra, si no se
separan suficientemente, puesto que la segunda palabra comienza
con la misma letra con la cual la primera finaliza) (Rerajot 12b)
Cuando Moshé subió a
las Alturas, escuchó a los ángeles
ministeriales que
exclamaban ante el Todopoderoso “Bendito sea
el Nombre de Su glorioso Reinado por siempre jamás” y lo trajo
para los judíos. ¿Y por qué motivo no lo pronuncian en voz alta?
Dijo R. Ashi: lo que fue hurtado del palacio real, no puede ser
utilizado para adorno exterior de la casa, sino en la intimidad.
Pero en Yom Kipur
que los Israelitas están puros como los
ángeles ministeriales,
pueden pronunciar en voz alta: “Bendito sea
el Nombre de Su glorioso Reinado por siempre jamás”.
(Siirei Devarim lOA)
Cuida las 248 palabras
de los capítulos del Shemá y el Todo.
Poderoso cuidará de
tus 248 miembros. (Midrash Devarim)
Dijo R. Nehuray en
nombre de R. Nejemia: En los capítulos
del Shemá hay 248 palabras, la suma de los miembros humanos,
y quien recita esas palabras correctamente, cada miembro toma
una palabra y se cura con ella. En el ínterin vino un niño del
camino, y se sentó a escuchar, y se puso de pie diciendo: en los
capítulos del Shemá sólo hay 245 palabras. Así escuché de mi
padre: Hay 245 palabras, faltan tres para completar el número
de los miembros humanos, con ese motivo establecieron que el
lector repite tres palabras: H’ Elokeijem Emet.
Así dijo R. Yosi ben
Durrnaskit en nombre de R. Akiva, los
antiguos píos establecieron los capítulos del Shemá por los Diez
Mandamientos y los 248 miembros por lo que establecieron que
el Lector repite las tres palabras. (Midrash Rut Jadash 1)
Cuando se le da
lectura individualmente se acostumbra a prologar
tres palabras, El
Melej Neeman. (Abudraham)
Se menciona la salida
de Egipto por la noche (con la lectura
del capítulo de los Tzitzit que por ser noche no cabe su cumplimiento,
ya que la noche por su
naturaleza no permite su observación;
sin embargo se lee el
capítulo por la remembranza de la
salida de Egipto). Dijo Rabí Elazar ben Azaria: Parezco un
anciano de setenta años, y aun no logré convencer a mis colegas
sobre la obligación de la mención de la salida de Egipto durante
la noche; hasta que Ben Zoma lo dedujo del verso: (Devarim
16.3) “A fin de que recuerdes el día que saliste de Egipto, todos
los días de tu vida”. “Los días” se refieren al día, “todos los
días” indica también las noches (que complementan el día).
(Berajot
12b)
El Capítulo de los
Tzitzit, ¿por qué motivo 10 establecieron
ara ser leído diariamente? Dijo Rabí Yehuda bar Jabiba: Porque
comprende seis puntos
principales: el precepto de los Tzitzit;
la remembranza de la
salida de Egipto; la aceptación del yugo
de los mandamientos; el rechazo de ideas herejes; la prohibición
de pensamientos pecaminosos; pensamientos pecaminosos de
idolatría. (ibid)
Rabí Akiva enseñaba la
Torá al gran público, reuniendo ampliamente
al pueblo, desafiando
las órdenes contrarias del opresor romano.
Al poco tiempo lo
prendieron y se aprestaron a su ejecución.
“Era la hora de la
lectura del Shemá, y le arrancaban las carnes
con peines de acero,
mientras que él aceptaba sobre sí la
soberanía del reino celestial. Le dijeron los discípulos: Maestro,
¡¿a tal punto?! Les respondió: Durante toda mi vida, cuando
leía en el Shemá “con toda tu alma” aunque te saque el alma, me
afligía, ¿cuándo habría de alcanzar el momento de poder ofrecer
mi vida al amor de D-s.? Ahora que llegó el momento, ¿no he
de cumplir el precepto? Prolongaba el vocablo “ejad” hasta que
expiró su alma junto con la palabra “ejad”. Una voz divina proclamó:
“Bienaventurado eres,
Rabí Akivá, que tu alma expiró
junto al “ejad” ¿Bienaventurado eres, Rabí Akiva, que estás
listo para la vida del mundo venidero!”. (Berajot 61b)
La sección más
importante de nuestro oficio divino es sin lugar a
dudas los Shemoné Esré, una plegaria compuesta (como su nombre lo
indica) por 18 bendiciones (aunque en la versión completa de los
días comunes de la semana son actualmente 19). La Mishná se refiere
al Shemoné Esré
simplemente como Tefilah, es decir la plegaria,
indicando con esto que
era una institución muy conocida.
El Shemoné Esré
deriva su nombre del tiempo del Patriarca Raban
Gamliel de Yavne,1
quien fue el líder de la Judería Palestiniana
al final de la primera centuria de la era común.2
Otra opinión sostiene
que mucho antes de R. Gamliel, los Sabios
de la Magna Asamblea ya habían introducido esta plegaria,3 y el
Talmud Jerosolimitano refiere que la compilaron 120 ancianos,
entre los que se contaban muchos profetas.4 Así parece casi seguro
que los Sabios de la Magna Asamblea lo compilaron originalmente.
Sin embargo el Talmud5 trae el siguiente testimonio: “Shimeón el
Pakuli ordenó las Dieciocho Bendiciones según su orden bíblico,
bajo la jefatura de Raban Gamliel (estando el Sanhedrín) en Yavne.”
Después de enumerar el
orden apropiado basado en textos
manuscritos, la Guemaraá pregunta.6 Si es que fueron ciento veinte
ancianos – entre ellos varios profetas – los que ordenaron las
Dieciocho Bendiciones, ¿Qué es lo que Shimeón el Pakuli tuvo
necesidad de ordenar? La respuesta que nos da la Guemará revela
algunos factores históricos: “Fueron olvidados, y él volvió a ordenarlos”.
Esta debe haber sido
sin duda la situación. El Shemoné Esré fue escrito
y reescrito en varios
períodos, empezando por los tiempos del primer
Templo, cuando los
Cohanim enseñaban al pueblo las diferentes
bendiciones de la
Tefilah.7 siguiendo a través de la época de Babilonia, 8
y hasta los días de
los Anshei Kneset Hagdolá, “Los Sabios de la Magna
Asamblea” y el período
del segundo Templo.9
Así, antes que el
Shemoné Esré fuera redactado definitivamente
por Raban Gamliel II después de la destrucción del segundo Templo,10
éste pasó por
diferentes estados de desarrollo, y algunas de
sus secciones son más antiguas que otras. Las más antiguas son
sin duda alguna las “Oraciones de Alabanza” que conforman
los tres párrafos introductorios, y fueron compuestos por los Sabios
de la Magna Asamblea alrededor de la cuarta centuria AE.C. Los
tres párrafos finales conocidos como las bendiciones de
“Agradecimiento”,
pertenecen muy probablemente a la 2da. centuria AE.C.
la cual es la época de los Macabeos, aunque muchas autoridades
sostienen que éstas ya eran conocidas y fueron introducidas por los
Sabios de la Magna Asamblea.11
Las 12 bendiciones
intermedias, que pertenecen por su naturaleza
a las plegarias personales, pertenecen a la época del segundo Templo.12
Actualmente hay en el
Slzemoné Esré, trece párrafos peticionarios,
resultando en total
diecinueve, y no 18 bendiciones. El párrafo
adicional fue
introducido por Shemuel el joven de Yavne en
la época del Rabán Gamliel, y se trata de una plegaria que denuncia
a los malvados y calumniadores de la comunidad.13 Esta bendición
se considera como la adición más posterior realizada al Shemoné
Esré, y aunque con esto se aumentó el número de párrafos a diecinueve,
no afectó al título
(nombre) previo.
En el Talmud se expresa
también una opinión que otras dos plegarias Et Tzemaj David y
Belirushalayim Ireja,
constituyeron en un tiempo una sola bendición pero fueron separadas en el
período de la Mishná; así surgió el párrafo decimonoveno.14
No cabe duda, como se
mostrará con más detalle más adelante,
que algunas de las bendiciones del Shemoné Esré se pueden retrotraer a
plegarias recitadas
por Moshé, los profetas y los sabios de las diferentes
épocas.15
La Mishná nos cuenta16 que en tiempos del Templo los propios
sacerdotes
acostumbraban a recitar algunas de las bendiciones del
Shemoné Esré,
pero que después
de la Destrucción, ellos enseñaron
también al pueblo a
recitar estas plegarias en las Sinagogas.17
Otro título Con el
cual los Shemoné Esré son generalmente denominados
es Amidá, que
significa literatmente “de pié”, refiriéndose a la actitud
devota de ponerse de
pie cuando esta plegaria es rezada. En realidad
los sefaradim
la llaman sólo por el nombre de Amidá, siendo éste más
apropiado para
identificado ya que las Shemoné Esré – la plegaria de
las “18 bendiciones” –
están compuestas realmente por 19 bendiciones.
En shabat y
festividades, y en el oficio de Musaf, las trece bendiciones
intermedias que
expresan peticiones personales Son omitidas, de modo
que podamos liberar
nuestra mente, durante los Días Sagrados, de
todos los problemas y
de todas las necesidades que nos acosan durante
la semana. En esas
ocasiones, aparecen en el lugar de las bendiciones
intermedias, plegarias
concernientes a los Días Sagrados.
Los Shemoné Esré
son rezados por los congregados en voz baja,
y luego es repetida, esta plegaria, por el lector. Esto se debe al
lugar importante que la Amidá ocupa en el oficio de los rezos;
nuestros sabios ordenaron la repetición para el caso que se encontrara
alguien que no está
familiarizado con las plegarias, se le facilite
de este modo seguida con comodidad y claridad18. Otra razón para
rezarla en silencio se debe al deseo de proveer al que está rezando
de una oportunidad para incluir cualquier petición privada que él
anhele. Esto surge del
argumento que exponen en el Talmud Rabí
Eliezer, Rabí Yehoshúa y los otros sabios.19
Al mismo tiempo
deducimos del Talmud,20 que debe haber existido
una versión reducida
de los Shemoné Esré que era un extracto sumarial
de las 18 bendiciones.
Esta versión se pronunciaba sólo en casos de
emergencia cuando la
gente estaba imposibilitada de rezar la Amidá en
su forma completa.21
LAS TRES SECCIONES DE LA AMIDA
La Amidá, como
ya ha sido establecido, se puede dividir en tres
grupos: el primero que consiste en tres bendiciones de Alabanza,
el segundo con doce (ahora trece) bendiciones, que contienen Peticiones,
y el tercero, que
contiene tres bendiciones finales de Agradecimiento.22
Se puede por lo tanto,
encontrar un orden muy lógico en el arreglo
de las bendiciones de la Amidá. Ellas comienzan con alabanza al
Todopoderoso; continúan, en el segundo grupo, con peticiones y
concluyen con un Agradecimiento.
LAS TRES BENDICIONES
DE ALABANZA DE LA APERTURA
Lo tres párrafos de apertura se puede decir, que contienen los
principios fundamentales del Judaísmo. La primera bendición que
también recibe el nombre de Avot “Padres”23 elogia al
Todopoderoso
como el D-s de
nuestros patriarcas Abraham, Itzjak y Yaacov24,
y alaba Su bondad para
con nosotros.
La Segunda
bendición Hatá Guibor, llamada también Guevurot,
“Poderes”25 recuerda la Omnipotencia de D-s como rector de la
naturaleza y sustentador de todo ser viviente.26 Los “poderes” de
D-s y su omnipotencia están representados al comienzo de la bendición
por la mención de su
capacidad para proveer la lluvia y – al final27 –
por la referencia a Su
poder para resucitar a los muertos. En ésta
bendición, se ha
insertado una fórmula especial para
la lluvia. Esta frase se recita desde Sheminí Atzeret28 hasta
el primer
día de Pesaj. Después
de la segunda bendición, se recita la Kedushah durante la repetición de
la Amidá por el lector (ver tópico de Kedushah).
La tercera
bendición de esta sección de apertura, que empieza
con las palabras Atá Kadosh, es una santificación del nombre de D-s.29
LAS TRECE PLEGARIAS
PETICIONARIAS INTERMEDIAS
Yehudá Haleví, en su
obra El Kuzari,30 ve un esquema definido
en la estructura de las plegarias peticionarias intermedias. Este grupo
de bendiciones
comienza pidiendo entendimiento de la Torá,
continúa con plegarias por el retorno a la buena senda y el perdón
de los pecados, redención y salud, continuando con la invocación
de la ayuda del Todopoderoso para la reunión de todo Israel, para
la eliminación de los malvados y la prosperidad de los rectos.
Concluye con las
plegarias por la reconstrucción de Jerusalén y la
restauración de la Casa de David, y una petición final por la
aceptación de nuestras
plegarias.
La cuarta
bendición, Atá Jonén, es la primera de la serie de trece
peticiones por nuestro bienestar individual y nacional.31 Esta
bendición,
una plegaria para que
tengamos entendimiento y conocimiento para
hacer el bien y evitar
el mal, es característica de la Fe Judía. Se conoce
en el Talmud con
diferentes nombres.32
En Motzaei Shabat,
se incluye en esta bendición una plegaria de
HavdaIá.33 “¿Por qué motivo fue intercalada esta bendición?”,
pregunta la Guemará,34
y R. Yosef responde: “por ser dependiente
de la inteligencia, ya
que ella es necesaria para discernir entre lo santo
y lo profano, lo puro
y lo impuro”.34a “Los Rabanim por su parte dicen,
que siendo que esta
bendición señala la iniciación de los días de semana
profanos, la
establecieron en la primera bendición que es recitada sólo
durante los días
profanos de semana”.
La quinta
bendición, Hashivenu, que trata del arrepentimiento,
expresa nuestro pesar
y dolor por olvidamos del camino recto. Así
el entendimiento que pedimos en la plegaria anterior, es seguida
por ese penitente arrepentimiento que nos llevará hacia el verdadero
camino de la vida.35 Es por lo tanto, natural, que la sexta
bendición,
Selaj,
sea una plegaria por el perdón a toda transgresión que hubiéramos
cometido.36
Estas bendiciones a
favor de un elevamiento espiritual son seguidas
por peticiones para
nuestras necesidades personales, pidiendo bendiciones
materiales. Así, la
séptima bendición, aboga por la liberación de
aflicciones personales
o persecuciones religiosas y por la redención final;
probablemente data de
los días de los Macabeos.37
La octava
bendición, Refaenu, es una plegaria por la salud física,38
una petición por los enfermos y débiles y por aquellos que sufren
dolor.39 Aquí se permite une plegaria personal, pidiendo por la
recuperación de una persona en especial, especificando su nombre,
indicando el nombre de la madre.40
La novena
bendición, Barej Aleinu, aboga porque nos liberen de la
escasez. En la Mishná41 se la llama Bircat Hashanim, la
“Bendición de
los Años”, porque se refiere a la producción agrícola en las distintas
estaciones del año. En esta plegaria se incluye42 la frase “Danos
rocío
y lluvia con
bendición”; pues ambos, lluvia y rocío, en su debida
estación, posibilitan
el crecimiento de los frutos de la tierra, que
abastecen las
necesidades del hombre y aseguran la ausencia de penurias.
Rashi puntualiza en la
Mishná,43 que mientras que en la segunda bendición
solamente se
“menciona” la lluvia y D-s es alabado como el Dador de lluvia,
la verdadera
“petición” de lluvia se hace aquí.
Y es también para
conservar la estructura general del Shemoné
Esré, que se dice esta bendición de las lluvias para integrar parte
de la sección
intermedia, que es, en definitiva, la sección de las plegarias
peticionarias.44
La frase Veten Tal
Umatar se recita durante los meses de invierno
hasta Pesaj; en Israel desde el 7° Marjeshvan,45 y en la Diáspora,
desde alrededor de 60 días de la Tekufat Tishrei o el equinoccio
otoñal – generalmente el 4 o 5 de Diciembre.46
La décima
bendición, Toká Beshofar Gadol , es la primera de seis
peticiones nacionales
por las necesidades y aspiraciones espirituales
y nacionales de Israel. Esta bendición es una plegaria por la reunión
de los dispersos;47 probablemente ya se recitaba antes del período
del Segundo Templo, ya que existían aún entonces, comunidades
judías dispersas en Babilonia y otros países del Medio Oriente, así
como también en ciertos puertos europeos.
La undécima
bendición, Ashiba Shoftenu, es una petición por el
reinado de D-s y por la distribución de la justicia y del bien a través
de jueces y conductores rectos y justos.48
La duodécima
bendición, Belamalshinim, se refiere a los calumniadores,
delatores y traidores;
originalmente fue escrita contra tres delatores que
traicionaron a sus
hermanos y los entregaron al gobierno Romano.
Esta bendición fue
compuesta en Yavne, alrededor del año 100 de la E.C.,
por Shemuel el Joven,
a requerimiento de Rabán Gamliel.49
Como contraste a la
petición anterior, la décimotercera bendición,
Al Hatzadikim, – la cual probablemente es de origen macabeo – es
una plegaria por los hombres rectos y creyentes de la comunidad;
“cuando los malvados y
los ateos hayan desaparecido, se elevará
naturalmente el prestigio de los justos”, afirma la Guemará.50 Se
sugiere que la frase “los restos de los escribas”, se refiere a los
dirigentes de los Perushim que consiguieron eludir las persecuciones
de Alejandro Yanai, alrededor del año 90 antes de la E.C.
Las decimocuarta
y decimoquinta bendiciones, Belirushalaim
y Et Tzemaj, son
plegarias por la “reconstrucción de Jerusalén y de Sión”,
como la capital
espiritual de la humanidad, y proclaman el advenimiento
del Rey Mesiánico, quien traerá la paz eterna y la felicidad para
toda la humanidad. La tradicional conexión entre Jerusalén, la Casa
de David Y la era Mesiánica, está aquí claramente subrayada.51
La decimosexta
bendición, Shemá Kolenu, es una petición por una
favorable aceptación de todas nuestras plegarías,52 Y aquí se pueden
incluir plegarias de carácter personal.53
LAS TRES ÚLTIMAS BENDICIONES
La tres últimas
bendiciones cuyo objeto es un pronunciamiento
de gracias, son plegarias conexas de la Restauración del Oficio
Divino en Jerusalén.
Así, la decimoséptima bendición, Retzé, llamada
en la Mishná54 Avodá, “Oficio”, es una plegaria que trata del
Oficio
del Templo. Esta, canta alabanzas a la adoración Divina en general,
e invoca la Presencia Divina en Sión, en particular.55 Durante
aquellos días comunes, excepto Shabat, cuando corresponde el rezo
de Musai, decimos en la Amidá, después de Retzé, la plegaria
Iahalé Veiavó
que hace mención de la oración festiva especial.56
Yahalé Veiavó
está
apropiadamente inserta después de las antedichas
Bendiciones, ya que se
trata de una plegaria por la restauración de
Israel en Jerusalén.57
La decimoctava
bendición, Modim, es una plegaria de gracias por
las misericordias de D-s y tal como las anteriores, formaba parte
del ritual de los Sacerdotes en el Templo.58
Mientras el Jazán
repite este párrafo, la congregación recita una
versión especial llamada Modim Derabannaán, “Modim de los Rabinos” –
probablemente porque está compuesta por un número de plegarias
recitadas por diferentes Rabinos.59 La plegaria Al Hanissim
explicada en el capítulo de Purim – se incluye en Purim y en Janucá.
La bendición final,
Sim Shalóm, es una plegaria por la paz y la
prosperidad. En la Mishná60 se la llama Birkat Kohanim, “la
bendición
de los Sacerdotes”, porque, como explica Maimónides,61 es una
plegaria acerca de Israel a quien D-s ha ordenado que bendigan.62
Esta es la razón, dice el Talmud,63 por la cual los Sacerdotes deben
quedar en una posición reverente cuando pronuncian la bendición
especial en la sinagoga, antes de que el Lector concluya Sim Shalom.64
Todo el Shemoné
Esré se termina con la meditación, Helokei Netzor,
escrita por el Sabio Mar Brey de Ravina.65 Como ésta es una plegaria
individual, no es
repetida por el Lector. Al final de esta
plegaria individual – la cual apareció por primera vez en su
forma actual en los Sidurim de Rav Amram Gaón y Rav Saadia
Gaón – fue agregado en una época posterior, un pasaje invocando la paz.
Esto se desprende del
siguiente reglamento de los Sabios: “Dijo
Rabí Alexandri en nombre de R. Yehoshúa ben Leví: Cuando
termina de rezar la
Amidá dará tres pasos hacia atrás y entonces
recitará la (plegaria de la) paz”.66 En nombre de R. Shemaya,
dijeron: “Cuando pronuncia el vocablo “paz” se dirigirá hacia la
derecha, Y luego hacia la izquierda, y entonces hará una reverencia
hacia adelante, tomando con todo respeto licencia para retirarse
del Todopoderoso – ante Quien se dirigen todos aquellos que
rezan la Amidá – tal fuere un sirviente que se retira de su patrón”.
Toda la plegaria de
Elohay Nezor forma una muy apropiada
finalización de todas las bendiciones: “¡Oh, D-s mio! Resguarda mi
lengua del mal y mis labios de hablar falsedad; a los que me maltraten
que mi alma calle, y
que mi alma sea para todos como tierra.
Abre mi corazón a Tu Torá, y que mi alma persiga constantemente
Tus Mandamientos. Y todos los que piensen mal sobre mí, con
premura destruye sus planes y frustra sus designios. Que sean
aceptadas las palabras
de mi boca y los pensamientos de mi corazón
frente a Ti, D-s, mi Hacedor y mi Salvador: Quien hace la paz en
las alturas, El hará la paz sobre nosotros y sobre todo Israel.
Digamos Amén”.
1 Der. 28b.
2 Mish. Ber. 4,3.
3
Meg. 17b.
4 Yer.
Ber. 2,4.
5
Meg. 17b.
6
Ibid. 18a.
7 II
D. Hay 30,27; Mish. Tam. S,I; R. Sherira Ga6n-Otzar Hagueonim sobre Ber.203.
8 Nej.
1,5; 19.24; Dan.6,11; Ber. 32a; Rarnbam Hiljot Tefilá 1, 4.
9 SUcá 20a; Sotá 69b.;
Meg. 17b.
10
Mish. Ber. 4, 3; R. Hash.4,9.
11
Teshuvat Hagueonim, Harkavi 258.
12
Ber. 34a.
13
Yero Ber. 2,4; Ber.28b.
14
Yero Ber. 14,3-4; Taan. 2,2; Midr. Tehil. 17,4; Ber. 49a; Pes. 117b.
15
Yomá 69b.; Bcr. 32a.
16
Taan. 5,1.
17 R.
Hash. 4,5; Meg. 16b.
18 R.
Hash. 34b.; Mish. R. Hash. 4,9.
19 A. Zar~ 7b.; Véase
tambien R. Hash. 34b.; Mish. R. Hash. 4,9; Rashi Sotá 52b. en
relación con la
opinión de R. Yojanán ben Zakai.
20 Mish. Ber. 4,3; Ber.
29a.
21 Véase también Yero
Taan. 2,2; Otzar Hagueonim, Ber. 184.
22
Mish. R. Hash. 5,5.
23 R.
Hash. 4,5; Ber. 32a.; Peso 117b.
24
Shemot 3,15; Shab. 30a; Shemot 32,13.
25
Ber. 32a.
26
Mish. Ber. 5,2. Zohar Beresh. 32.
27
Mish. Ber. 5,2; Taan 1.
28 Véase la plegaria
especial en el tópico referido a Shemini Atzeret.
29
Ber. 32a; Yer. R.Hash. 4,6; Tehil. 29, 2.
30
3,19.
31
Meg. 17b.
32
Mish. Ber. 5,2; Meg. 17b.; Ber. 33a., Yero Ber.2,4.
33 Mish. Ber. 5,2.
34 Ber. 33a.
34a Atá Jonantanu,
además, procura este mismo ideal.
35
Yero Ber. 4,3; Midr. Tehil. 29,2.
36
Yesh. 55,7; Meg.17b; Yero R. Hash. 4,6; Midr.
Tehil. 29,2.
37 Yero Ber. 2,4; Mish.
Taan. 2,4; Pes. 117b.
38 Ver Yir. 17,14.
39 Yero Ber. 2,4; Shab.
12b.; A. Zará 8a.
40
Sha. 12a.
41
Ber. 5,2; Meg. 17b.
42
Mish. Ber. 5,2.
43
ibid.
44
Ber. 34a.
45
Mish. Taan. 1,3.
46
Taan. 14b.; O. Jayim 117,1.
47
Mish. Ber. 2,4; Meg. 17b.; Ben Sira 36,2.
48
Meg. 17b. Yesh. 1,26; Yero Ber. 2,3; Ber. 12b.
49
Ber. 28a.; Yero Ber. 2,44,3.
50
Meg. 17b.; Yer. Ber.2,4; Tosefta sobre Ber. 3,25.
51 Meg. 17b.; Ben Sira
51,12;. Yero Yomá 7,1; Yero R. Hash. 4,5; Mish. Ber. 4,4; Taan.
2,4; Midr. Tehil. 29,2.
52
Meg. 18a.; Mish. Ber. 4,4; Yer. Ber.2,4.
53 A. Zará 8a.
54 Yomá 7,1; Sotá 7,7;
Tam. 5,1.
55
Mish. R. Hash. 4,5;Rashí Yorná 68b.; Taan. 27b.; Midr. Tehil. 17,4; Vayk. Rabá
7.
56
Tosefta Ber. 3,13; Shab. 24a.; Yer. Ber. 4,3.
57
Tosafot Shab. 24a.; Sofr. 19,7.
58
Mish. ibid.; Yero Sotá 7,1; Sotá 40a.; Midr.
Tehil. 29,2.
59 Yero Ber. 1,8; Sotá
40a, ver también I D. Hayam.
29,13.
60
Tam. 5,1.
61
Rambam Temid. Umusafim 6,4.
62
Bamid. 6,22; Meg. 18a.
63 Sotá 39b.
64 Vayk. Rabá 9 y 15;
Sofr. 10,7.
65 Ber. 17a.
66 Yomá 53b.
FUENTES:
LA PLEGARIA DEL SHEMONE ESRE
Dijo Rabí Yirmeya:
Ciento veinte ancianos, entre ellos ochenta
y tanto profetas,
establecieron esta plegaria.
(Talmud Yerushaimi
Berajot 2-4)
Dijo Rabí Aja en
nombre de R. Yehoshúa ben Leví: Quien
estableció esta plegaria y le impuso su orden, le fijó tres bendiciones
al principio y tres
bendiciones finales que corresponden
a las alabanzas del Inmenso. Las intermedias se refieren a las
necesidades de las criaturas. (Talmud Yerushalmi Berajot 2-4)
“¿Acaso son dieciocho?
¡Si son diecinueve!” Dijo Rabí Leví.
La bendición contra
los saduceos la establecieron en Yavne
(mucho más tarde que
las otras). (Berajot 28b)
Tres veces al día se
hincaba de rodillas, y oraba y daba gracias
delante de su D-s.
(Daniel 6,11)
Cuando los israelitas
pecaron en el desierto, Moshé se paró
frente al Todopoderoso y pronunció diversas súplicas y ruegos
sin ser respondido positivamente. Pero cuando dijo: “Recuerda a
Abraham, Yitzjak e Israel tus siervos”, de inmediato fue
respondido
favorablemente. (Shahat 30a)
¿Por qué clasifica a
las lluvias entre los poderes? Porque las
hace bajar con gran
poder. (Taanit 2a)
Dijo Rabí Amí: Tan
importante es el entendimiento que su
bendición fue fijada al principio de las bendiciones diarias.
(Berajot 33a)
Después de la
bendición por el entendimiento y el conocimiento
sigue la del arrepentimiento y corrección que deben ser logrados
con el entendimiento, y por consecuencia le sigue la bendición
del perdón… y una vez que se reunieron todos los dispersos se
hará justicia con los malvados… Al ser exterminados los pecadores
abominables es elevado
el honor de los justos … El honor
de los justos será elevado en “Yerushalayim” … Al ser reconstruida
Yerushalayim llegará
“David”… Una vez que venga David
llegará la “plegaria”… Al haber plegaria llegará el “Oficio”
(Avodá)… Al haber Oficio llegará el “agradecimiento”… ¿Por
qué motivo ordenaron la bendición de la paz después de la
“Bendición de los
Cohanim”? Como leemos (Bamidbar 6,27) “Y
pondrás Mi Nombre sobre los Hijos de Israel y Yo los bendeciré”.
Y siendo que la bendición del Todopoderoso es “paz” como
leemos (Tehilim 29,11) “El Señor bendecirá a Su pueblo con
paz”. (Meguilá 17.18)
Todos aquellos días que
se ofician Musaf como ser Rosh
Jodesh, o Jol Hamoed, tanto en Shajarit como en Minjá
reza la
plegaria de las Shemoné Esré y menciona la oración festiva en
la bendición de la Avodá (oficio). (Tosefta 3,14)
Dijo Rabí Eliezer:
Quien reza sus plegarias en forma fija (sin
suplicar y como si tuviese que cumplir con un deber del cual
quiere liberarse cuanto antes), no le son aceptadas como ruegos.
Dijo Rabí Alexander en
nombre de R. Yehoshúa ben Levy:
El que termina de rezar
la Amidá debe dar tres pasos para atrás,
y luego saludar. Le dijo R. Mordejai, si dió tres pasos hacia
atrás debe quedarse allí como si fuera un discípulo que se despide
de su Maestro; si vuelve de inmediato se parece a un perro que
vuelve a lamer lo que escupió. Así estudiamos también: El que
finalizó de rezar la Amidá debe dar tres pasos hacia atrás luego
saludar, y si no hace así (parece como que no pidió para retirarse
por lo que) es
preferible que no rece. En nombre de Rav
Shemaya dijeron: Cuando pronuncia el vocablo paz se inclina
hacia la derecha y luego hacia la izquierda. (Yomá 53b)
Tal como el Lector
está obligado a recitar todas las Bendiciones,
así también cada
individuo está obligado a recitarlas. Raban
Gamliel dice: El Lector recita y el público cumple por su intermedio.
Mas replicó Raban
Gamliel a los Sabios: Según vuestra
opinión (que cada individuo debe recitar por separado) ¿con qué
objeto el Lector pasa frente a la Teiva?
Le respondieron: Para
hacer cumplir a los que no son entendidos.
Les replicó de nuevo:
Tal como (el Lector) hace cumplir
(con su rezo) a los que no son entendidos, hace cumplir también
a los entendidos. (Rosh
Hashaná 33b-34b)
Rabí Yehoshúa dice:
(Todos los días) reza un resumen de
las dieciocho bendiciones. ¿Qué significa eso? Rav dice: Un
resumen de cada bendición (y en cada una de ellas bendice).
Shemuel dice: La plegaria Avinnenu y bendice sólo Shomea Tefilá
(aparte de las tres primeras y las tres últimas). (Berajot 28b).
LA GLORIFICACIÓN |
KEDUSHA DE AMIDA |
EN SHAJARIT |
EN MUSAF |
KEDUSHA DI YESHIVA |
KEDUSHA DE SIDRA |
FUENTES |
Cuando se hace
referencia a la Kedushá, que es una plegaria de
santificación, se piensa inmediatamente en la plegaria que recitan
la congregación y el Lector durante la repetición de éste de los
Shemoné Esré o Amidá. En realidad, los Sabios instituyeron tres
clases de Kedushá. La Kedushá DaAmidá, o sea la Kedushá que se
dice
cuando el Lector repite en voz alta los Shemoné Esré; la Kedushá
DiShivá
o sea la plegaria,
Kadosh, Kadosh, Kadosh, que por otra parte es
llamada también la Glorificación, que es recitada antes del Shemá,
y de sentado; y por último, la Kedushá DeSidrá, o sea la
glorificación
Kadosh, Kadosh, Kadosh, que es recitada en la plegaria Ubá LeTzión,
hacia la terminación del oficio matutino.
Los versos de la
Glorificación que forman las bases de todas las
Kedushot son los dos pasajes atribuidos al coro angelical que cantaba:
Kadosh, Kadosh, Kadosh
– “Santo,
Santo, Santo es el Señor
de los ejércitos; toda la tierra está llena de Su gloria”, y: “Baruj Kebod
H’ Mimkommó”
“¡Bendita sea la gloria del Señor desde Su lugar!”.1 Estos
versos, tomados de Yeshaya2 y de Yejezkel,3 proclaman la
santidad
de D-s y Su Gloria
trascendente como Creador y Gobernante del Universo.
La Kedushá DaAmidá,
es decir, la Kedushá del Shemoné Esré o
Amidá,
fue instituída por los
Sabios de la Magna Asamblea.4 La
congregación es
convocada por el Lector a proclamar en voz alta la
santificación de D-s; y después que él recita el verso de apertura,
Nekadesh en Shajarit, y Nakdishaj BeNaaritzaj, durante el
Musaf,
la congregación
responde en vos alta, Kadosh, Kadosh, Kadosh, y
así sucesivamente.5
Esta Kedushá se puede recitar solamente con un
Minián,6
“un quórum de diez hombres para el Oficio Divino”.
La Kedushá
recitada durante Shajarit de Shabat – aunque comienza
con el pasaje Nekadesh
tal como los días de semana comunes –
es más completa que la
versión semanal. En realidad, es
probable que la versión semanal sea una versión abreviada de la
Sabática, ya que algunos sostienen que en Eretz Israel, por ejemplo,
la Kedushá era recitada solamente en Shabat o durante las Festividades,7
de acuerdo con el
enunciado que dice “en los días en que no se recita
Musaf
no se recita
Kedushá”.8 Los Gueonim también eran de la misma
Opinión.9
Sin embargo, a juzgar de algunos relatos parece que
originalmente, la
Kedushá se decía todos los días, no sólo en
Babilonia sino también
en Eretz Israel. Pero cuando les fue
prohibido a los judíos (por gobernantes extranjeros) recitar el
Shemá y otras plegarias, y al mismo tiempo se vieron imposibilitados
de reunirse los días de semana, el recitado de la Kedushá se convirtió
naturalmente en
impracticable durante los días de semana.
Clandestinamente se introdujo el Shemá en la Kedushá de los
oficios
de Musaf, como veremos más tarde, y eso condujo al enunciado
mencionado más arriba. Sin embargo, del siguiente enunciado general
Talmúdico,10
parece desprenderse que la Kedushá se recitaba
en días semanales también: “Si una persona entra en la sinagoga
y se encuentra con que ya comenzaron las plegarias, si él puede
comenzar y terminar antes que el Lector llegue a la Kedushá, dirá
con ellos la Teiilá; de lo contrario no debe comenzar”.
El texto de la
Kedushá se encuentra en las más antiguas versiones,
y se refiere al Reino de D-s en la tierra y a la restauración de Sión
y de Jerusalén. Los Sefaradim comienzan la Kedushá de Shajarít
con Nakdishaj BeNaaritzaj, pero continúan después de la primera
sección,
con la misma forma que la versión Ashkenazí.
La Kedushá
recitada durante Musaf tiene dos versiones, una que
comienza con las palabras Naaritzaj BeNakdishaj, Y la otra con Keter
Itnu Laj.
Según parece, la primera es de origen Palestino y la segunda se
recitaba en Babilonia. La fórmula de Naaritzeja se encuentra en el
Majzor Vitry y también en diversas literaturas Gaónicas.11 Sin
embargo,
en el Sidur de
R. Amram Gaón, esta Kedushá empieza con
Keter. La fuente de toda la Kedushá de Musaf, se encuentra en el
Pirke de R. Eliezer, Cap. 4, el cual contiene una descripción de
la
majestuosa escena de la asamblea de los seres celestiales, y del coro
angelical, cantando loas a D-s, Su Santidad y Unicidad. Este pensamiento
se encuentra asimismo
expresado en la cita Talmúdica12
que dice: “los ángeles ministeriales no entonan sus rezos, en las
alturas, hasta tanto Israel no entone sus plegarias correspondientes”.
Actualmente Naaritzeja es recitada en las sinagogas que se rigen
por la versión Ashkenazí Nusaj Ashkenás, mientras que Keter se reza
en las sinagogas que siguen las versiones Sefaradíes.
La Kedushá de
Musaf difiere considerablemente de la Kedushá
de Shajarit, y es llamada a veces la Kedushá Rabá,13
“la Gran Kedushé”,
Hay un agregado muy
importante al final de esta Kedushá que es
el Shemá; y R.
Amram Gaón nos cuenta lo siguiente: “Cuando se
desencadenaron una
serie de persecuciones (en el año 455) durante
el reinado del Rey de
Persia Juzdegerd Il, quien prohibió
a los judíos guardar el Shabat y las Festividades, como también la
recitación del Shemá, los Sabios ordenaron la inclusión del Shemá
Israel en la Kedushá de Musaf, con el objeto que no fuera
olvidada.”
Otras fuentes registran que debían decir el Shemá disimuladamente
y encubriendo las palabras a pesar de que más tarde tal medida
represiva fue revocada, la plegaria quedó en esa forma en recuerdo
a ese hecho.14
La Kedushá di
Yeshivá se refiere al pasaje Kadosh, Kadosh, Kadosh,
antes de Keriat
Shemá, que se recita sentado, como son también
recitadas todas las
plegarias de esa sección del oficio. Esta
Kedushá fue instituida por los Sabios de la Magna Asamblea, poco
tiempo después de la
Kedushá de Amidá. La introducción de la
glorificación entre las plegarias que tratan de las luminarias del
mundo, es explicada en el Talmud.15 Fue introducida con el propósito
de informarnos que tal
dominio no le fue dado ni al sol, ,ni
a las demás luminarias, ni a los ángeles, sino al “Todopoderoso
solamente, quien creó las luminarias, y El gobierna sobre todos”.15
Esta sección, contrariamente a la Kedushá de Amidá, ha sido permitida
en plegarias privadas.16
Por último está la
Kedushá de Sidrá, es decir, el verso que comienza
con Kadosh, Kadosh,
Kadosh, recitado en la Oración Uva Le Sión, hacia
la conclusión del
oficio matutino.17
Dice Rav Natronai Gaón18:
Era una práctica primitiva la de leer
al término del oficio diez versos de los Profetas, con traducción
aramea, y de recitar la Kedushá después de esto. Más adelante, esto
fue interrumpido, y se recitaba antes de la Kedushá solamente los
dos versos de los Profetas19 que comienzan con Uva Le Sión.
El Talmud20
expresa su punto de vista que uno de los factores
que contribuyen a la existencia mundial es la recitación de esta
Kedushá de Sidrá, literalmente; “la Kedushá del orden” o la
Kedushá
que consiste sólo de
textos Bíblicos.
Dado que uno de los
deberes de todo judío es dedicarse, cada
día, un cierto tiempo al estudio de la Torá, fomentando con esto
su propia educación y contribuyendo asimismo al bienestar general.
La plegaria de Uva Le Sión, que consiste en su mayor parte en
versos bíblicos en Hebreo con traducción al Arameo, – lengua
comúnmente hablada por
los judíos de Siria, Mesopotamia y Norte
de Arabia – fue instituída principalmente para cumplir dicho propósito
de difundir el
conocimiento de la Torá.
Posteriormente, sirvió
de oportunidad a mucha gente, para repetir
individualmente la Kedushá, 21 ya que podían haber llegado con
retraso a la Sinagoga, y considerando que todos absolutamente, están
obligados a recitar la Kedushá. Por dicha razón se la recita
Silenciosamente, en un
tono bajo.
A diferencia de las
otras Kedushot, las cuales son invocaciones,
ésta es sólo lectura de un verso bíblico que no requiere Minian.
Esta Kedushá quedó como parte permanente de Uva Le Sión, la
que concluye con un llamado a Israel a preservar el espíritu así
como también la letra de nuestra sagrada Torá.
1 Tosefta Ber. 1,11.
2 Yesh. 6,3.
3 Vejez. 3,12.
4 Ber. 33a.
5 Tosefta Ber. 1,1.
6 Ber. 21b.
7 Elbogen, Jüdische Gebete, 62.
8 Sofr. 19,7.
9 Tosafot Sanh. 37b.
10 Ber. 21b.
11 Sofr. 16,22.
12 Jul. 91b.
13 Zohar Vayakhel 92.
14 Otzar Hagueonim, Meg. 137, subsig.
15 Avot d’Rabi Natan 12.6; Psikta
d’Rav Kahana 20,3; Jag. 14a.
16 Yero Ber. 5,4.
17 Oraj Jayim 132.
18 Otzar Hagueonim Shab. 320.
19 Yesh, 59, 20-23.
20 Sotá 49a.
21 Abudraham.
Dijo R. Jiya bar Aba
en nombre de R. Yojanán: Los sabios
de la Magna Asamblea establecieron para los israelitas las
Bendiciones, las
Oraciones, la Kedushá (Consagración) y la Havdalá.
(Berajot
33a)
Dijo Rabí Ahada bar
Ahava: ¿De dónde aprendemos que el
indivuduo no pronuncia Kedushái , pues leemos: “Y seré
santificado
entre los Hijos de
Israel” Toda oración de santificación
no se realizará sino en presencia de diez Hijos de Israel.
(Berajot
21b)
Dijo Rabí Yehoshúa ben
Levy: Si una persona entra en la
sinagoga y se encuentra con que ya comenzaron las plegarias, si
puede comenzar y terminar antes que el Lector llegue a la Kedushá,
dirá con ellos la
Tefilá; de lo contrario no debe comenzar. (Berajot 21b)
R. Yehuda respondía al
que pronunciaba una bendición:
“[Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos, toda la tierra
está llena de Su gloria!” (Yeshaya 6,3) “[Bendita sea la gloria
del Señor desde Su lugar!” (Yejezquel 3,12)
(Tosefta Berajot
1,11)
Los israelitas son más
apreciados que los ángeles ministeriales,
ya que los israelitas pronuncian el Canto (Kedushá) en cualquier
momento y los ángeles sólo tienen derecho a pronunciarlo una
vez al día; y según una opinión una vez a la semana; según otra
opinión una vez al mes, según otra opinión una vez al año; según
otra opinión una vez cada siete años; según otra opinión una
vez en cincuenta años: y según otra opinión una sola vez en su
vida. Los ángeles ministeriales no están autorizados a recitar el
Canto (Kedushá) en el cielo hasta que lo hacen los
israelitas en
este mundo. (Julin 9lb)
Dijo Ravá: ¿Sobre qué
fundamentos se mantiene el mundo?
(ya que la maldición está en constante aumento). En mérito de
la Kedushá de Sidrá y de “El Magno Nombre sea bendito” que
se pronuncia después del Sermón. (El orden de la Kedushá fue
establecido sólo para asegurar que cada judío se dedique al estudio
de la Torá en forma
diaria aunque sean sólo algunas versículos,
los cuales son leídos
y traducidos, de modo que se considera
como si se dedica al estudio de la Torá.
Debido a que rige en
forma general para todos los judíos,
tanto para los estudiosos como para los simples; y puesto que
abarca dos factores, la santificación del Nombre y el estudio
de la Torá, es ello muy apreciado. Del mismo modo es apreciada
la oración “Que el Magno Nombre sea bendito, etc.” que se
pronuncia después del sermón que dictaba el orador para el
amplio público los días de Shabat, cuando no se trabaja, y
todo el pueblo se reunía para escuchar, por lo que abarcaba dos
factores: Torá y la Santificación del Nombre. (Sotá 49a).
Durante el reinado del
Rey de Persia Yezdegerd II (año 455)
decretaron entre otras persecuciones la prohibición de la recitación
del Shemá. Con
tal motivo los Sabios ordenaron incluir en
la Kedushá su camienzo “Shemá” y su final “Yo soy el Señor
vuestro D-s” a fin de que la lectura del Shemá no fuese olvidada.
Después de lograr la anulación de tal decreto, no renunciaron
sin embargo al agregado, a fin de publicar para todas las
generaciones el
milagro.
(R. Amram Gaán
– Otzar
Hagueonim Meguilá 137).
EN LA ÉPOCA DEL TEMPLO |
LA COSTUMBRE EN LA SINAGOGA |
LA BENDICIÓN DEL PUEBLO |
FUENTES |
LA BENDICIÓN DE LOS
COHANIM
La Torá ordena que los
Cohanim pronuncien una bendición especial
al pueblo;1
los términos exactos de la bendición, dados originalmente
por Moshé a Aarón, el
Sumo Sacerdote, son empleados hasta
el día de hoy:2
“¡El Señor te
bendiga. y te guarde!
¡Haga el Señor
resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti compasión!
¡Alce el Señor Su
rostro sobre tí. y te conceda la paz!”
Esta Berajá
Meshuleshet, triple bendición de elevada inspiración, la
cual también ha sido adoptada por las otras religiones del mundo,
era recitada diariamente por los sacerdotes ministeriales del Templo.3
Al mismo tiempo era pronunciada en las oraciones en las ciudades
de la campaña y en las aldeas.4 Había sin embargo variaciones en
el recitado de la bendición y en la manera en que los sacerdotes
elevaban sus manos.5
La Mishná6
nos dice: “En las provincias, las bendiciones eran
recitadas como si fueran tres (y la gente respondía Amén a cada
uno de los tres versos); en el Templo, no obstante, era una sola bendición.
Además, en el Templo,
el sacerdote pronunciaba el Shem Hameforash,
el Nombre Divino en su fórmula completa, mientras que en las provincias
era sustituido por
otro sobrenombre. En las provincias, el
Cohen elevaba sus manos a la altura de los hombros, pero en el
Templo lo hacían por encima de sus cabezas.”
“En el Templo el
Birkat Cohanim era pronunciado por la mañana
únicamente; sin embargo, en los días de Ayuno y en Yom Kipur,
era pronunciado cuatro veces: durante Shajarit, Musaf, Minjá y
durante Neilá”.
El Talmud explica que
en el período del Segundo Templo, los
Cohanim se abstuvieron de pronunciar el Nombre Divino en su
fórmula completa. La razón dada es la siguiente: “Cuando el
número de gente
desenfrenada se acrecentó, el Nombre Divino fue
confiado a la devoción del sacerdocio únicamente; éstos lo decían
calladamente, durante los cánticos sacerdotales”. 7
Después de la
destrucción del Segundo Templo, parecieron desarrollarse
dos costumbres. En
Palestina, la bendición era pronunciada
durante el oficio
matutino solamente; en Yom Kipur era repetida
cuatro veces, como lo
fuera de práctica en el Templo.8 En
Babilonia, las bendiciones eran recitadas no sólo por la mañana,
sino también en el oficio de Minjá; en Yom Kipur, por otra parte,
era pronunciada sólo tres veces y omitida en el oficio de Minjá.9
La costumbre de
“convocar” a los Cohanim a pronunciar la bendición
en la Sinagoga, es muy
antigua.10 Interpretando un verso
bíblico, el Sabio Abaye11 remarca: “Tenemos una tradición por la
cual el Lector o cualquier feligrés convoca a los Cohanim cuando
haya por lo menos dos presentes, pero no exclama Cohen, si no hay
más que uno solo”. En tal caso, el Cohen vuelve su cara hacia la
gente espontáneamente. La persona que invoca la palabra Cohanim
no debe ser un Cohen. Otros Sabios piensan que el que invoca debe
ser un lego, elegido de entre la congregación, porque si el Lector
debiera hacerla por sí mismo, podría incurrir en la interrupción de
sus propias plegarias.12
La costumbre es que
los Cohanim se dirijan al Aharón Hakodesh,
para
pronunciar el Birkat Cohanim, habiéndose descalzado antes de
proceder a la
entonación de las bendiciones. Las manos y los dedos de
los Cohanim están extendidos de un modo especial.13
El Talmud14
declara que “ningún Cohen que no se haya lavado
las manos – un acto en
el cual es asistido por los Levitas – no
puede alzarlas para pronunciar la bendición, como está escrito,
“¡Alzad vuestras manos
hacia el Santuario y bendecid al Señor!”15
Rabi Yojanán ordenó16
que, así como a nadie le está permitido penetrar
al Monte del Templo con los zapatos puestos, así deben los Cohanim
descalzarse antes de ascender al Dujan (la plataforma especial de
los Cohanim). Este es, por otra parte, el motivo por el cual esta
costumbre es conocida como Dujenen, derivado del vocablo hebreo
citado.
En el Templo, a los
Cohanim no les estaba permitido observar
sus propios dedos mientras bendecían al pueblo, porque la Shejiná,
la presencia de D-s tal fuese, descansaba entonces sobre sus manos.
Similarmente, a la Congregación se la intimaba a no mirar entonces
a los Cohanim, porque el resplandor de Su Presencia “cegaba la
vista”.17
Nosotros seguimos la
costumbre arriba mencionada de no mirar
a los Cohanim, (a) para ponemos de acuerdo con la práctica del
Templo, y (b) porque nuestros corazones y nuestras mentes pueden
absorber mucho mejor la Bendición Sacerdotal concentrando
nuestros oídos en ella
antes que nuestros ojos.
Fuera de Eretz Israel,
los Cohanim suben al Duján para bendecir
sólo durante el oficio de Musaf en las festividades y Yamim Noraim
– si estos18 no coinciden con Shabat -. En Israel, esta práctica
es ejecutada todos los días sin excepción; en los días en que ambos,
Shajarit y Musaf son recitados, el Duján es cumplido
después de
cada uno de estos oficios. Un gran escritor,19 resumió adecuadamente
el Birkat Cohanim,
la Bendición Sacerdotal, al describirla de
la siguiente manera: “Alcanzando una culminación maravillosa, la
cual es conducida en
tres cláusulas, desde la petición por la bendición
y protección material,
pasando por la súplica del favor Divino
como bendición espiritual, y finalmente, mediante la petición por
la gracia del Shalom, la paz y prosperidad, en la cual todo el bienestar
material y espiritual
están comprendidos”.
1 Bamid. 6,22 subsig.; Sot! 38b.
también Yer. Ber. 5,5.
2 Bamid. 6,24 subsig.
3 Tam. 7.2; Tosefta Sotá 7,5.
4 ibid.; Taan. 4,1.
5 Taan. 16b.; Sifré
Bamid. 6,23; Sotá 38a.
6 Sotá 7,6.
7 Kid. 71a., también
Yomá 39b.; Yer. Yomá 3,7; Tosefta Sotá 13,8.
8 Yero Taan.
4,1; Taan.26b.
9 ibíd.; Rarnbarn Tefil.
14,2; También Tosafot
Sotá 39b.
10 Taz sobre Oraj layim
125; Tosafot Ber. 34a.
11 Sotá 38a.
12 Yer.
Ber, 5,5.
13 Sotá 39b.; Meg.
4,6-7,
14 Sotá 39b.
15 Tchil. 134,2.
16 Ber. 9,4; R. Hash. 31b.
17 Jagu, 16a., también
Tosafot ibid.; Yer. Meg. 4,8.
18 Excepto Yom Kipur.
19 Kautzch,
FUENTES: LA
BENDICIÓN DE LOS COHANIM
Cuando el Eterno les
dijo a Aharón y a sus hijos: “Así habéis
de bendecir”, dijeron los israelitas al Eterno: Señor del Universo:
¿A los Cohanim les ordenas que nos bendigan? ¡No queremos
sino Tus bendiciones, para que seamos benditos por Tu boca!
Así es como leemos: “Observa desde tu santa morada”.
Les respondió el
Todopoderoso: Aunque les ordené a los
Cohanim
que les bendigan a
ustedes, Yo estoy presente con ellos
y los bendigo a ustedes. Por ese motivo los Cohanim extienden
sus manos al bendecir, como significando: El Eterno está parado
tras nuestro (para bendecir). (Midrash Rabá, Bamidbar 11.2)
Dijo Rabí Yehoshúa ben
Levy: ¿De dónde aprendemos que el
Eterno desea la bendición de los Cohanim? Leemos: “Y ellos
pondrán Mi Nombre sobre los Hijos de Israel y Yo les bendeciré”
(el colocar el Nombre
sobre los Hijos de Israel es más bien
una necesidad del Eterno, y no del pueblo de Israel). (Sotá 38b)
Y dijo Rabí Yehoshúa
ben Levy: Todo Cohen que bendice.
es bendecido. Aquél que no bendice, no será bendecido. Leemos:
“Y bendeciré a quienes
te bendigan”. (Sotá 38b)
Y dijo Rabí Yehoshúa
ben Levy: El Cohen que no sube al
estrado para bendecir transgrede tres mandamientos: “Así
bendecirás”, “Y les
dirás a ellos”, “Y pondrán Mi Nombre”.
(Sotá 38b)
La Bendición de los
Cohanim fue establecida después de la
Bendición del Oficio (en la Plegaria del Shemoné Esré) y después
de la Bendición de las Gracias. (Meguilá 18a)
Enseñaron los Sabios:
La Bendición de los Cohanim debe ser
pronunciada sólo en
Hebreo y de pie. (Sotá 38a)
Enseñaron los Sabios:
Los Cohanim no están autorizados a
subir al estrado con sus sandalias. Esta es una de las nueve
normas establecidas
por R. Yojanán ben Zakay.
(Rosh Hashaná
32b)
Cuando bendicen
extienden sus dedos, y cuando finalizan
cierran el puño como
toda la gente. (Rashi, Sotá 39b)
El Nombre Sagrado (su
fórmula escrita, su fonética y su
significado) era
revelado en un principio a cualquier persona; desde
que abundaron los deshonestos, fue revelado sólo a los más recatados
de entre los
Cohanim (para que ellos bendigan con él al
pueblo en el Templo diariamente). Los Cohanim recatados lo
pronunciaban disimuladamente durante la entonación de sus camaradas
(que no conocían esa
fórmula). (Kidushin 71a)
Dijo Rabí Tarfón: Una
vez subí al Duján junto con mis tíos
y escuché de la boca del Cohen Gadol como pronunciaba el Nombre
Sagrado
y lo disimulaba en la
entonación de los demás Cohanim.
(Kidushin
71a)
Dijo Abaye: Si son dos
(los Cohanim dispuestos a bendecir,
el Lector) anuncia “Cohanim” (en plural. y ellos giran con sus
caras al público); si es uno solo no le anuncia “Cohen”, como
leemos: “Y les dirás a ellos” – a dos (por lo menos).
(Sotá
38a)
Refirió Rabí Yehuda
ben Rab. Najman el intérprete de Reish
Lakish… Quien observa a los Cohanim -en la época del Templo-
cuando están parados
sobre el estrado y bendicen al pueblo
con el Nombre Sagrado (en su fórmula completa) se oscurecen
sus ojos. (Jaguigá 16a)
Dijo Rabí Jaguey:
Dijeron que está prohibido observar a los
Cohanim, sólo porque induce a desviar la atención de las bendi-
ciones. (YerushaImi Meguilá 4.8)
Dijo Rabí Simlay: En
la sinagoga formada por Cohanim todos
suben al estrado (para bendecir) ¿A quién bendecirán? Dijo R.
Zeira: A los hermanos que se encuentran en los campos (por
la obligación de sus labores, y no pudieron asistir.) (Sotá 38b)
LA LECTURA PÚBLICA DE LA TORA |
LOS CICLOS DE KRIAT HATORA |
LA PORCIÓN DE LA TORA |
EL CANTURREO |
FUENTES |
LA LECTURA DE LA TORA
La práctica de leer
públicamente el libro de la Ley en diferentes
oportunidades, comenzó en el momento en que Israel recibió la
Torá.
Esta práctica fue
introducida por el mismo Moshé tal como la
Biblia nos lo relata: “Y (él) tomó el Libro del Pacto, y lo leyó a
oídos del pueblo”,1 “a fin de que oigan, y a fin de que aprendan, y
así teman al Señor, vuestro D-s, y tengan cuidado de cumplir todas
las palabras de esta Ley”.2 En verdad, la tradición sostiene que
Moshé
ordenó al Pueblo de
Israel leer la Torá en Shabat, Festividades,
Jol Hamoed (feriados intermedios) y Rosh Jodesh.3
De este modo, toda
ocasión en que la veneración pública tenía
lugar, era utilizada para el estudio de la Ley; y para cada ocasión,
eran escogidas distintas secciones del Pentateuco. Algunos maestros
hasta han sugerido que originalmente, la lectura de toda la Torá era
completada cada siete años, cuando todo Israel se reunía en el año
de Shemitá, el año de descanso, durante la fiesta de Sucot.4
Yehoshúa continuó esta
práctica 5 y así también lo hicieron los
profetas, quienes acostumbraban reunir a todo el pueblo en los días
sagrados durante los cuales aleccionaban públicamente la Ley. Aún
en los tiempos de Ezra, luego del retorno desde Babilonia a Sión,
cuando “sus hijos hablaban a medias el lenguaje de Ashdod; y no
sabían hablar el lenguaje Judío, sino según la lengua de cada
pueblo”.6 Ezra y los Levitas “hicieron entender al pueblo la Ley;
y leyeron en el libro. en la Torá de D-s, con claridad, haciéndolo
comprensible, de modo que (el pueblo) entendió la lectura”.7
Todos estas citas de
la Biblia, ilustran la continuidad y la antigüedad
de Kriat HaTorá,
la lectura del libro de la Ley. Sin embargo,
en el curso del tiempo, se halló necesario reducir, no sólo el intervalo
o ciclo en el cual la
lectura de la Torá era completada, sino
también, agregar otras oportunidades en las que la Torá era leída
durante la veneración pública. Tal es así, que ya en tiempos remotos,
como la época de Ezra,
la Torá era leída los lunes y jueves
por la mañana.8 Ello se debía a que éstos eran días de mercado y
los campesinos venían a la ciudad para comprar y vender sus mercancías;
y por ese mismo
motivo, las cortes judiciales actuaban entonces
de turno.9
El Talmud dice que Ezra estableció también la
lectura de la Torá, para la ocasión de Minjá en Shabat, en beneficio
de los comerciantes,
quienes, durante la semana, no tenían
tiempo para escuchar Kriat HaTorá.10
¿Cuál era el número de
pasajes o versículos leídos en cada ocasión?
Esto depende
obviamente del ciclo en el cual la lectura de la
Torá era completada. Algunos han interpretado la aserción de la
Mishná “que no puede leerse menos de tres versiculos”,11 como
que significa que sólo tres versos eran leídos para cada persona
llamada a la Torá. De aquí que estos sabios sostienen que la lectura
total de la Torá se completaba cada tres años. Otros no obstante,
basándose en fuentes de la Mishná y bíblicas, las cuales indican que
ciertas partes eran leídas todos los años en ocasiones especiales,
afirman que la lectura del Pentateuco era completada una vez cada
año.12
En Babilonia, era
usado el ciclo anual; ya en los días de los
Tanaím – los sabios de
la Mishná – el Pentateuco era divido en 54
partes. Este número
estaba previsto para el año bisiesto. De ahí
que en los años regulares, nosotros, algunas veces, leemos dos
secciones juntas. Cada
sección es llamada Sidrá y es conocida por un
nombre especial tomado de las palabras con las cuales comienza.
Algunas de estas Sidrot fueron mencionadas aún en el Talmud.13
En Palestina, sin
embargo, fue costumbre durante mucho tiempo,
completar la lectura de la Torá sólo una vez cada tres años.14
El
viajero judío, Benjamín de Tudela, llama nuestra atención hacia
el hecho de que en las sinagogas de los palestinianos en Egipto, la
Torá era completada una vez cada tres años hasta bien tarde como
hasta el siglo XIII, mientras en las sinagogas de los iraqueses era
de práctica el ciclo
anual.
El Talmud fija también
cuáles porciones de la Ley deben ser
leídas en ocasiones especiales y cuántas personas pueden ser invitadas
a subir a escuchar la
lectura de la Torá cada vez.15 Originalmente,
cada persona llamada a
subir acostumbraba a leer su propia porción.
Pero con el correr del
tiempo – particularmente en los tiempos
post-talmúdicos –
cuando no todos eran capaces de leer por sí mismos,
se decidió que un
lector leería tales porciones.16 No obstante,
antiguamente, mucha
gente era muy exigente a la lectura de su propia
porción y la preparaba
bien con anticipación.17 Esto es probablemente,
en verdad, el origen
de la costumbre de leer en la noche del viernes la
Sidrá
de la semana con su
traducción aramea.18 Sea como fuera, la
recitación de las
Berajot, bendiciones, previa y posterior a la lectura
de su porción es
obligatoria para toda persona citada a subir para leer la Torá.
El Talmud19
recuerda las palabras de R. Yojanán (300 E.C.) “si
uno lee la Escritura sin una melodía, de él es dicho:
“Les he dado a ellos
estatutos que no eran buenos”.20 De ahí que
la lectura de la Torá con melodías particulares, indicadas por los
acentos musicales, agregados a las palabras es probablemente
muy antigua. La prueba
de su antigüedad puede ser hallada
en los principios que gobiernan el sistema de acentos. Estos son
comunes para todas las comunidades, aunque la entonación puede
variar. Esto puede ser claramente observado, actualmente, cuando
se escucha la Lectura de la Torá en las sinagogas de las distintas
comunidades orientales que han llegado a Israel. Los yemenitas
aportan una prueba especial de la veracidad del criterio tradicional.
Aunque la melodía debe haber variado naturalmente con las diferentes
épocas, países y
comunidades; aún hoy, son distintas las melodías
cantadas por las comunidades Ashkenazí, Sefaradí y Yemenita.
Kriat HaTorá
era considerada
por nuestros sabios de tanta importancia
que condujo a R. Ammi
a afirmar: “¿Cuál es el significado del
versículo:21 “Y los que abandonan al Señor serán consumidos”?
Este se refiere a la gente que abandona el Sefer Torá (mientras
está siendo leído) y sale afuera (de la sinagoga).22
Por lo tanto, escuchar
la lectura de la Ley, es a la vez deber y
privilegio de todo judío. Ello refuerza su lazo con el Dador de la
Ley, lo acerca a la Torá y fortalece su adhesión a las maravillosas
y eternas leyes que ella contiene.
1 Shemot 24,7.
2 Dev. 31,12.
3 Meg. 31.a.; véase Yer. Meg. 4.l.
4 Dev. 31.10.
5 Yehosh. 1,35/6.
6 Nej. 13,24.
7 Nej. 8.7-8, también
Yesh. 1,13.
8 Yer.
Meg. 4,l.
9 Nuestros sabios
dicen que lunes y jueves son considerados días de especial
aceptación por
parte de D-s, Iemey Ratzón, por eso fueron escomo días de
mercagidos también
codo y habilitados para el funcionamiento de las cortes
de justicia; B.
Kama 82a., también en Tosafot correspondiente.
10 B. Kama 82a.
11 Meg. 4,4.
12 Yomá 7,1; Meg. 3, 4; Shek. 1,1;
Yer. Meg. 31b; Vayik. 36; Dev. 28; Nej.
8, 18.
13 Zebaj. 28b; Meg. 29b, 30a, 31a.
14 Meg. 29b.
15 Mish. Meg. 4; Meg. 23a, 29b.
16 Men. 30, Shemone; Meg, 3,6.
Tosafot-Tosefta
17 Tosefta Shab. 1,6; Tanjuma, Yitro
15; Ber. 55a.
18 Ber. 8a.
19 Meg. 32a. Según una
opinión del Talmud el canturreo tiene su origen en
la época de Ezra.
20 Vejez. 20,25; de no
ser que este verso se lee con la entonación
correspondiente
en hebreo, se puede interpretar en forma absolutamente
opuesta.
21 Yesh. 1,28.
22 Ber. 8a.
FUENTES: LA LECTURA DE LA TORA
Moshé ordenó que los
israelitas lean la Torá los Shabat y los
días festivos, Rosh Jodesh, y los días feriados intermedios (Jol
Hamoed), como leemos: “Y habló Moshé sobre las festividades
del Eterno, a los hijos de Israel”.
Ezra ordenó a los
israelitas que lean la Torá los lunes y jueves
y los Shabat por la
tarde. (Yerushalmi Meguilá 4,1)
Ezra y los Levitas
hicieron entender al pueblo la Ley; y leyeron
en el libro, en la Torá de D-s, con claridad, haciéndolo comprensible,
de modo que (el
pueblo) entendió la lectura.
(Nejemia
8, 7-8)
Los Profetas de la
época (que los israelitas estaban en el desierto)
establecieron que se
lea la Torá (en público) en Shabat, que se deje
libre el domingo, se
vuelva a leer el lunes, quedando libres el martes
y miércoles,
volviéndose a leer el jueves, quedando libre el viernes,
de modo que no pasen
tres días consecutivos sin leer la Torá
(en público). (Los
tres días son una reminiscencia de esos días
que caminaron en el
desierto Shur sin agua, la representación de la
Torá). (Bavá Kamá
82a)
¿Y por qué
precisamente establecieron el lunes y el jueves?
Porque leemos en el
Midrash que Moshé subió a recibir la Torá
en un día jueves y bajó con las últimas tablas en día lunes; y por
haber sido estos días favorables y de merced, establecieron estos
días para estos efectos. (Tosafot idem)
Es costumbre admitida
entre la Colectividad de Israel, completar
la lectura de la Torá
en un año … Hay quienes completan
la Torá en el término de tres años, pero no es una costumbre
aceptada. (Rambam, Hiljot Tefilá 13,1)
Dijo R. Yojanán: Si
leyeron la Torá en un público formado
por diez personas, el principal de ellos enrolla el Sefer Torá, y
tendrá una recompensa
equivalente a la que recibirán todos ellos
juntos. tMeguilá 32a)
Dijo Rab Huna bar
Yehuda, dijo Rab. Menajem, dijo Rabí
Ami: ¿Cuál es el significado del verso: “Y los que abandonan
al Señor serán consumidos”? Se refiere a la gente que abandona
el Sefer Torá (cuando es leído en público) y salen (fuera de la
Sinagoga). (Berajot 8a)
Dijo Rab. Huna bar
Yehuda, dijo Rabí Ami: Siempre habrá
de completar cada uno sus capítulos (sabáticos) con el público,
dos versos originales y uno con traducción aramea. Pues quien
completa sus capítulos con el público le alargarán sus días y sus
años. (Berajot 8a)
Dijo Rabí Shoftiya en
nombre de Rabí Yojanán: Quien lee
los versos de la Escritura sin la melodía, de él fue afirmado:
“Además les he dado a
ellos estatutos que no eran buenos”
(Yejezquel 20,25). (Meguilá 32a)
La Torá nos enseña que
si serás estudioso serás ufano para
ir a pronunciar algo en público, hasta no haberlo repasado antes
dos o tres veces. Cuéntase de R. Akiva que el intendente lo
invitó públicamente a
leer en público la Torá, y no quiso ir. Le
preguntaron los discípulos: -Maestro, ¿acaso no nos enseñaste
que “Ella es tu vida y la longitud de tus días”, por qué pues te
abstuviste de subir al estrado?
Les respondió: Les
juro que no me abstuve de leer; sólo porque
no había repasado ese capítulo dos o tres veces, y ninguna persona
está autorizada a
pronunciar textos de la Torá en público si
no repasó antes dos o tres veces solo. (Tanjuma Yitró)
La lección de los
profetas que leemos después de Kriat HaTorá,
es llamada Haftará – literalmente, conclusión – porque
concluye la lectura de la lección del Pentateuco. A la persona que
da término a la lectura de la Torá y lee la lección de los profetas
es denominada Maftir – literalmente “el que concluye”.
La práctica de leer
los libros de los profetas, se inició en los
albores de la historia de Israel. Las profecías y relatos históricos
de esa época, compilados, formaron los Libros de los Profetas.
Cuando los profetas se hallaban incapacitados para hacer llegar sus
mensajes por sí mismos, sus palabras eran escritas por sus discípulos,
(como sucedió, por
ejemplo, en el caso de Yermiyahu, cuando
se encontraba recluido en la prisión) y éstas, eran leídas a los oídos
del pueblo.1 Encontramos en la Biblia que aún en Babilonia,
Daniel
acostumbraba leer en libros las palabras del profeta Yermiyahu.2
Es así que
honestamente puede ser aceptado que en un período
muy anterior era ya costumbre leer, además de las porciones aceptadas
del Pentateuco,
pasajes de los libros de los profetas. Probablemente
fue Ezra, el discípulo
de Baruj el Escriba3 quien, al instituir la
reglamentación de las
veneraciones y el Kriat HaTorá, al retornar
a Eretz Israel de su
exilio en Babilonia, introdujo también la lectura
regular de la
Haftará al término de la lectura de la sección de la Torá.
R. David Abudraham
sostiene que la lectura de la Haftará fue
introducida en la época de Antíoco, cuando el estudio de la Torá
estaba prohibido bajo pena de muerte.
A diferencia de la
Torá, la cual durante las veneraciones públicas
debía ser leída en los rollos de pergamino, la Haftará podia ser
leída de una Biblia común, o cantada, o bien recitada de memoria
y de este modo escapar alojo vigilante del perseguidor.
LAS
OCASIONES PARA LA LECTURA DE LA HAFTARA
El Talmud4
establece explícitamente en cuales ocasiones debe ser
recitada la Haftará después de Kriat HaTorá. Estas son durante
las plegarias matutinas de Shabat, Festividades, Días de Ayuno y
las plegarias de Minjá de Yom Kipur;5 durante
algún tiempo, parece
haber sido costumbre en algunos lugares, leer la Haftará también
en Minjá, Shabat a la tarde.6
Es sabido que
en los tiempos talmúdicos, los Libros de los Pro-
fetas, eran escritos en rollos de pergamino y en muchas sinagogas
es aún costumbre leer la Haftará escrito en un rollo de
pergamino. 7
Para cada Shabat era
seleccionada una Haftará apropiada y la
lectura profética contenía un mensaje similar al contenido de la
lectura del Pentateuco.8 De manera similar, eran escogidas las
Haftarot
que se ajustaban a las
ocasiones especiales. En Shabat Rosh
Jodesh, por ejemplo, leemos una Haftará que se refiere a la luna
nueva, “el comienzo del mes”.9 Las diferentes comunidades leían
distintas series de Haftarot y una vez fijas, permanecían inalterables
para siempre. Los judíos de Palestina, siguieron durante mucho
tiempo el ciclo trienal de Sidrot mientras que en Babilonia fue usual
el ciclo anual.10 El Talmud en el tratado Meguilá11
detalla las Sidrot
y Haftarot que deben ser leídas en las Festividades y ocasiones
especiales y en diversos artículos de este libro, se hace mención a
ellos con mayor amplitud de detalles.
En años recientes, el
Rabinato Superior de Israel, ordenó la
lectura del capítulo 10.32-12.6 del libro de Yeshaya en los servicios
del “Día de la Independencia de Israel”.
En el Shabat en que
son leídas dos Sidrot, la Haftará es generalmente
la que pertenece a la
segunda Sidrá. Hay, sin embargo, excepciones.12
El algunas sinagogas,
como se menciona anteriormente, la Haftará
es leída de un rollo,
mientras que en otras de una Biblia impresa.13
Una de las razones de ésta costumbre, es el hecho de que no ha
sido atribuida ninguna santidad en especial a los rollos de los Profetas.
Otra razón, es que
algunas Haftarot están compuestas de
partes provenientes de más de un Profeta y la lectura de una Biblia
impresa que contiene todas las Haftarot exime a la congregación
de la necesidad de esperar por el cambio o al enrollado de dos
rollos separados.14
La persona invitada a
subir a la Haftará también lee una pequeña
porción de la Torá, pero éste, no está incluido en el número
reglamentario de siete
personas citadas a subir para Kriat HaTorá.l5
En demostración de respeto hacia la Torá, la lectura de la Haftará
tiene comienzo únicamente una vez que la Torá ha sido enrollada.16
Como en el caso de Kriat HaTorá, también la Haftará es casi
universalmente
entonada de acuerdo a acentos musicales que
acompañan al texto. El
canturreo es en un tono menor.
De la misma manera en
que los Rabanim instituyeron la recitación
de la bendición antes
y después de Kriat HaTorá,17 ordenaron
la recitación de Berajot más extensas antes y después de la lectura
de la Haftará, Pero, mientras en los casos anteriores, sólo era recitada
una Berajá
antes de la lectura y una después, en el último caso,
ordenaron la recitación de una bendición previa y cuatro bendiciones
posteriores
a la lectura. Así,
mientras cada una de las siete
personas invitadas a subir para la lectura de la Torá pronuncia sólo
dos bendiciones, el Maftir recita siete (dos por la Torá y cinco
por
la Haftará). La
explicación que se da, es que los Rabanim desearon
dar al oficio de nuestra sinagoga una similitud a la forma practicada
en el Templo, y tal como los Cohanim acostumbraban pronunciar
un considerable número de bendiciones al término de su oficio, así
nosotros pronunciamos un número considerable de bendiciones al
concluir Kriat HaTorá.
Las bendiciones
incluyen una plegaria por la restauración de Sión
y la Casa de David y una declaración de fe en D-s, Su Torá y Sus
Profetas. En realidad, nuestros sabios han sugerido, que ambas, la
lectura de la Haftará y las recitaciones fueron instituidas
principalmente,
como un acto
demostrativo contra la posición de los Saduceos,
quienes aceptaban
únicamente el significado literal de la Torá;
y en segundo lugar
como una protesta contra los Samaritanos,
quienes se negaron a
reconocer la santidad de Jerusalén, de
Sión y de los mensajes divinos de los Profetas construyendo su
propio templo en el Monte Gerizim. Por lo tanto, se instituyeron
estas bendiciones especiales, con vistas a implantar en los corazones
de la gente una fe inamovible en la santidad de todas las enseñanzas
bíblicas.18
En sustancia, estas
bendiciones son muy semejanes a las plegarias
que el Cohen
Hagadol acostumbraba pronunciar en el “Día del
Perdón”,19 y no puede haber duda que su antigüedad data por lo
menos del período precedente a la destrucción del Segundo Templo.
1 Yirm. 36,4 sigte.
2 Dan. 9,2; Bar.
1,3-5.
3 Meg. 16b.; Baruj fue
el fiel amigo de Yirmeya, quien le encomendó la escritura de sus
profecías clásicas.
4 Meg. 24a.; 29b; 30;
31.
5
Meg. 31a.
6 Shab. 24a.; 116b.;
Ran sobre Meg.
4, 1.
7 B. Batra 13b.
8
Meg. 29b. 20,18.
9
Yesh. 66,23; Shem. 20,18.
10
Jiluf Minhaguim 47, 48.
11
30a. sigte.
12
Kitsur Shuljan Aruj 79.
13
Mishná Berurá al Oraj Jayim Cap. 144.
14 Meg. 21a.; Yomá
59b.
15 Meg. 23a.
16
Sotá 39b.
17
Mish. Ber. 7,3; Ber. 50a.
18 Sof, 13,9-14; Shab.
24a.; Peso 117b.
19 Sotá 7,7.
El Maftir que
lee el libro del Profeta, no deberá leer menos
de veintiún versos, por los siete que leyeron en la Torá (considerando
que cada uno no leyó
menos de tres versos; haciendo
un total de por lo menos veintiún versículos) (Meguilá 23a)
No se lee el Maftir
durante las lecturas de la Torá del lunes y
jueves ni tampoco los sábados por la tarde. (En los primeros
casos por ser días laborables y en el último caso por cuanto había
conferencias todo el día del Shabat y leían la Torá cerca del
anochecer). (Meguilá 21a)
Dijo R. Tanjum en
nombre de R. Yehoshúa ben Levy: el que
lee el Maftir debe leer antes un trozo de la Torá, El que lee el
Maftir no comenzará su lectura en el rollo del Profeta hasta tanto
se haya enrrollado la Torá, (A fin de que los que cumplen con
el enrrollamiento no estén ocupados y puedan prestar su debida
atención a la lectura de la Haftará.) (Sotá 39b)
Dijo R. Natronay Gaón:
Era costumbre muy antigua que
después de las
plegarias cotidianas, las personas reunidas en el Bet
Kneset se quedaban allí y leían en público en los rollos de la
Torá y de los Profetas, estudiaban Mishná y sus comentarios
verbales. Al extenderse la pobreza en el pueblo – de modo que
necesitaron más horas para el trabajo- siguieron leyendo la
Torá, continuando con la lectura del Shemá – considerado un
estudio debido a los temas principales que abarca- pero suspendieron
la lectura de los
Profetas, dejando sólo dos versículos Uvá
Lesión y Vaaní que son leídos y traducidos.
(Respuestas de Gueordm
lik. 90)
Pero en Shabat y en
fiestas cuando el público dispone de mayor
tiempo por la suspensión de las labores estipularon renovar la
práctica leyendo el capítulo del Profeta referido a la lectura de
la Torá de esa semana. (Shibolei Haleket 44)
La oración Aleinu, que
cierra todos los oficios divinos, pertenecía
al Musaf de Rosh Hashaná1; pero en vista de su
importancia, fue
introducida posteriormente en todos las veneraciones diarias.
Esta plegaria, cuyo
lema es la proclamación de D-s como Rey de
Israel y Gobernante Supremo del Universo, encuentra su lugar como
oración culminante ya a comienzos del siglo XIV. Rabenu Shemaria
ben Simja, quien vivió
en Pro venza alrededor de 1300, es el
primero en mcncionar esto en su obra Kol Bo. Desde entonces, la
enseñanza judía del eventual reconocimiento, de toda la humanidad,
de un Unico y Solo D-s, ha sido parte de nuestro oficio diario.
Algunos de nuestros
sabios atribuyen la composición original de
Aleinu a Rav, el gran maestro del siglo III, porque a él se le acredita
la edición de todo el
Musaf de Rosh Hashaná,2 el cual incorpora Aleinu.
De hecho, la
compilación de esta oración es atribuída por la tradición
a Yehoshúa quien la
compuso durante la conquista de Yerijó.3
Aleinu
consiste de dos
partes. En la primera mitad, que comienza
con el vocablo Alenu, se da expresión al reconocimiento solemne
de Israel de su propia libertad para servir, en las palabras de la
oración, “el Supremo Rey de Reyes, el Santo, alabado sea, que extendió
los cielos y creó la
tierra, y el asiento de cuya gloria está
arriba en los cielos … El es nuestro D-s, no hay ningún otro”.
El ideal religioso de
Israel referente a la desaparición de toda
idolatría, la sumisión humana absoluta al servicio de D-s, y el
establecimiento del
reino de la Justicia y de la Verdad, es expresado
en la segunda mitad de esta plegaria, comenzando con al ken nekavé.
Ninguna expresión de
este ideal puede mejorar la de esta sublime
oración: “De hacer
desaparecer la abominación de la tierra,
y la idolatría será totalmente destruida, a fin de perfeccionar al
mundo bajo el reinado del Todopoderoso; y toda la humanidad
orará a Tu Nombre, y se volverán hacia Tí todos los malvados de
la tierra. Que reconozcan y sepan todos los habitantes de la tierra,
que sólo ante Tí debe prosternarse toda rodilla, y jurará fidelidad
y sumisión toda lengua”.
A pesar de la
naturaleza sublime de las ideas contenidas en Aleinu,
esta plegaria estuvo sujeta, a acusaciones tendenciosas y a una severa
persecución, por lo
que fue a menudo censurada y mutilada.4
En verdad compartió mucho de la historia y las experiencias trágicas
de Israel.
Aleinu
recibió su forma
original. como se ha mencionado
anteriormente de la
mano del gran sabio babilónico. Rav, que floreció
en el siglo III viviendo en un ambiente donde no hubo cristianos
en absoluto. Por lo tanto, jamás pudo haber sido dirigida contra
la religión cristiana. Aunque apóstatas de diversas eras, pretendieron
ver un ataque a la cristiandad en el verso “porque ellos se prosternan
a la vanidad y a la
futilidad y rezan ante un dios que no salva”, un pasaje que
fue impreso previo a los vocablos Beanajnu Koreim. Parece no habérseles
ocurrido que viniendo
las palabras como vienen, de la boca
de Yeshaya,5 – cuya vida transcurrió mucho antes de la era cristiana
–
esta plegaria, que
habla de la supresión de la idolatría,
no podía tener nada que ver con las ideas que los difamadores le
atribuyeron.
Por todo ello, en el
siglo XII en Francia y asimismo en diferentes
épocas entre 1400 y
1700 en Alemania, aparecieron gentes
malignas que levantaron un dedo acusador contra la oración y
contra los judíos. Se
relata6 que en 1703 el gobierno prusiano
emitió un edicto especial prohibiendo la recitación de este pasaje
y se opuso a que Aleinu sea recitada en voz alta por el Jazán.
Llegó
tan lejos que hasta designó comisionados especiales cuya tarea era
la de visitar las sinagogas y vigilar que el edicto se cumpliera. Aún
Menasé ben Israel consideró necesario en 1656, dedicar todo un
capítulo para su defensa en su “Vindiciae Judaerum”. A pesar de
las protestas de Rabanim estudiosos contra los vicios de mala
interpretación, los
censores insistieron en la supresión de la frase
arriba mencionada y por ello es que nunca más aparece en el
Aleinu impreso en nuestros libros de oraciones.
A través de las eras
Aleinu fue considerada una declaración de
fe del judío y la oración favorita del mártir judío. Yosef Hacohen
lo menciona en su “Valle de Lágrimas”7 del siguiente modo:
“Durante la
persecución de los judíos de Blois, Francia en
1171, donde muchos de los Maestros de la Ley murieron como
mártires sobre la pira, un testigo ocular escribió a R. Yacob de
Orleáns que la muerte de los santos era acompañada por una canción
fantástica, que
resonaba en la quietud de la noche estremeciendo
a los hombres de la
Iglesia que la oían casi como una maravilla,
cuyos sonidos
melodiosos no tenían para ellos semejanza alguna
con nada antes
escuchado”.
Más tarde, fue
comprobado que los santos mártires habían hecho
de Aleinu su canción póstuma. Hablando como lo hace al final de
la oración de la Unicidad de D-s, no asombra que ellos eligieran
Aleinu, como había sido el caso de Shemá, para una última
declaración
de su fe invencible.
Alelnu,
en verdad expresa
cabalmente la concepción judía de la
unidad de D-s y la hermandad de los hombres, todos unidos bajo
el reino de D-s: “Y el Señor será el Rey de la tierra; y en ese día
el Señor será Uno y Su Nombre Uno”.
1 Ver Cap. corresp. a
ese título.
2 Yero R. Hash. 1,3;
A. Zara 1,2.
3 Kol B6 16; Rokeaj.
4 Ver artic. en Jewish Encyclopedia.
5 Yesh. 30,7; 45,20.
6 Elbogen, Der Jüdische Gottesdienst
Pág. 81.
7 Parro 31.
La observancia, cuyo
cumplimiento está más ampliamente difundido
en los hogares judíos,
es sin duda, la formulación del Kidush,
“Oración de Consagración”, pronunciada por el jefe de familia
para recibir el día sagrado, a su regreso de la sinagoga; todos los
viernes por la noche y vísperas de las festividades. Esta oración,
que se pronuncia en presencia de todos los integrantes de la familia
antes de ser servida la comida vespertina, ha sido uno de los factores
más importantes que contribuyeron a la fortificación de la vida
familiar y a su unión, con lo cual el pueblo judío se mostró siempre
– y con justicia – tan orgulloso.
Nuestros Rabaním1
dedujeron el precepto de la recitación del
Kidush o Kidush HaYom, “la consagración del día”, del mandamiento
divino Sajor HaShabat Lekodshó, “Recuerda el día Sábado para
santificarlo”2 – y dispusieron: que lo recordemos Con vino, porque
el vino alegra el corazón del hombre y es un símbolo de alegría
que santifica con el uso apropiado, aunque degrada por abuso.3
Originalmente, – nos
relata el Talmud – cuando los judíos retornaron
del cautiverio de
Babilonia, el Kidush fue insertado en el
oficio reglamentario, pero cuando mejoraron su situación económica,
los Rabanim
dispusieron que fuera pronunciado sobre una
copa de vino.4 La costumbre de recitar el Kidush en la
sinagoga
fue introducida durante el período del Segundo Templo, cuando
un extenso número de visitantes y gente necesitada, encontraba
habitación y alimento
en los corredores de las sinagogas de Jerusalén.
Estas eran las ocasiones de las Festividades de los Peregrinos, cuando
se traían las Primicias o cuando los integrantes del Maamad –
representación
popular de los
distintos distritos – venían a Jerusalén.5
El Kidush era
pronunciado al concluir el oficio de la sinagoga,
e inmediatamente después, los visitantes y los pobres se sentaban
a comer.
Otra opinión Rabínica
sustenta que la razón de la institución
del Kidush en la sinagoga no fue la consideración hacia los visitantes
sino la de cumplir con
el deber de consagrar el Shabat en público.6
Junto con la
institución de esta oración en la sinagoga a favor
de los visitantes,
sobrevino también la costumbre de decir el Kidush
en el hogar precediendo a la comida. Dice la Mishná7 que
esto
ya era de práctica en los tiempos de Hilel; y el Talmud menciona
que en opinión del sabio Rav, el Jazán o Lector de Sinagoga, debe
volver a pronunciar el Kidush en su casa, en consideración de su
esposa y de sus hijos. Sin embargo, según Shemuel, el Lector debe
decirla también en casa, aún por él mismo, pues esta recitación
sólo puede tener validez en el lugar donde él come.8 Mientras que
su pronunciación en la sinagoga, era sólo para beneficiar a los
viajeros que allí comían y dormían.9
Mientras Israel moró
en Eretz Israel, donde siempre hubo vino
en abundancia, el Kidush era pronunciado sobre una copa de vino.10
No obstante, en Babilonia, era tal la escasez (de vino), que se
recurrió al uso de otras bedidas tales como licor de higos, cerveza
o jugos de frutas.11 De todas maneras, la leyes, que donde no
hubiera vino, el Kidush se recita sobre los dos panes de Shabat.12
La falta de vino condujo asimismo a la costumbre de pronunciar
el Kidush sobre vino solamente en la sinagoga, incluyendo de este
modo a toda la congregación en el cumplimiento de la Mitzvá.13
De
allí surgió la costumbre de ofrecer un sorbo de la copa a tantos
concurrentes como era posible.
La costumbre de
pronunciar el Kidush en la sinagoga continuó
a través de los tiempos y ha sido meticulosamente observada en
todos los lares aún después de haber desaparecido los motivos que
la originaron tales como la escasez de vino o la presencia de pobres
y viajantes.14
La única ocasión en la cual es omitida en la sinagoga
es en la noche de
Pesaj, puesto que para esa noche espera
cada judío tener su propia copa de vino.
Sin embargo, en Eretz
Israel, donde el vino no escaseó jamás,
no existió nunca la costumbre de recitar el Kidush en la sinagoga,
y así se ha mantenido hasta el día de hoy.15
La Mitzvá de
pronunciar el Kidush se aplica en principio al
momento en que el Sábado comienza, es decir, el viernes al anochecer.16
Pero nuestros sabios
ordenaron que fuera rezada también en el día
sábado antes de la
comida por la mañana basándose en el
mandamiento bíblico: “Acuérdate del día del Shabat para santíficarlo”.17
Antes de pronunciar el
Kidush se cubren los dos panes;18 pues si
quedaran al
descubierto, se daría precedencia a la bendición
sobre el pan, porque la Torá menciona “trigo” antes de “vino”
en la enumeración de los siete frutos con que la Santa Tierra ha sido
bendecida y alabada.19
El Kidush
consiste en dos bendiciones, una por el vino y la otra
por la santidad del día.20 El viernes al anochecer agregamos
Vayejulu,
los tres primeros
versículos del segundo capítulo de la Torá.
Estos mencionan por
primera vez, la institución del Shabat como
un día sagrado de descanso, en el cual el Todopoderoso Mismo
decansó de Su labor después de seis días de creación y sentó el
ejemplo para la humanidad. Nuestros sabios le atribuyen tanta
significación a la
recitación de Vayejulu que afirmaron que aquél
que “pronuncia esta oración el viernes al anochecer es considerado
por la Sagrada Escritura como si se asociara con el Santísimo, ala-
bado sea, en la tarea de la creacíón”.21 El valor educacional y la
suprema lección de religión tanto para el joven como para el adulto,
resultan obvios.
El trabajo, es una
ocupación sagrada y nos fue impuesto por nuestra
Torá trabajar durante
seis días, tal como el Todopoderoso
mismo lo hiciera. Pero el séptimo día es el Shabat Sagrado, en el
cual debemos descansar y dedicarnos a los aspectos espirituales
de la vida.
El Kidush se ha
convertido de este modo, en un rito hogareño
esencial y en una
parte integrante de las comidas Sabáticas y
festivas.
1 Rambam Hiljot Shab. 29,1.
2 Shem. 20,8.
3 Pes. 106a.; Araj. 11a.;
B. Batra 97a.
4 Ber. 33a.
5 Yer. Bik. 3,2.
6 Autor Or Zarúa:
también Meg. 12b.
7 Der. s.i. a Pes.
101a.
9 Tosafot sobre Pes.
101a.
10 Pes. 107; Yer. Ber.
8.1.
11 Ibíd.
12 Pes. l06a.
13 Yer. Ber, 8,1; Yer.
Pes. 10,2.
14 Kol BÓ.
15 Oraj Jayim 259/11.
16 Pes. 106a.
17 Shem. 20,8.
18 Se usan los dos
panes como símbolo de la doble porción del maná que los Israelitas
solían recibir
los viernes durante sus travesías por el desierto.
19 Ber. 44a.; también
Yomá 75b.
20 Peso 117b.
21 Shab. 119b.
Es un mandamiento
positivo establecido por la Torá santificar
el dia de Shabat con palabras como leemos: “Recuerda el dia
Shabat para santificado”. Es decir recordado con una recordación
de alabanza y
consagración. Se lo debe recordar a la entrada
del Shabat y a su salida. A la entrada con el Kidush y a su término
con Havdalá. (Rambam,
Hiljot Shabat 29.1)
Dijo R. Jiya bar Aba
en nombre de Rabí Yojanán: Los Sabios
de la Magna Asamblea establecieron a los israelitas las Bendiciones,
las Oraciones la
Consagración (Kidush), y la Havdalá.
(Berajot 33a)
Dijo R. Zutra bar
Tuvia en nombre de Rav: No se pronuncia
el Kidush sino sobre un vino que es apto para libar sobre el altar
del Bet Harmkdash. (Porque debe ser apto para ser ofrecido como
regalo a un alto personaje no siendo suficiente que el vino sea
de calidad. (Bavá Batrá 97a)
Sobre aquellas
personas que escucharon el Kidush en la Sinagoga
de boca del Lector,
existe una discusión: Rav dijo: No
cumplieron con la Bendición sobre el vino (en el caso que quieran
beber vino a la
llegada a sus hogares deberán recitar la bendición
del vino mientras que
con la bendición sobre vino del
Kidush que cada uno recita en su mesa hogarefia es suficiente
para todo el vino que quiera beber durante esa colación); con el
Kidush
cumplieron.
Shemuel dijo: Tampoco
con el Kidush cumplieron (y deben
repetirlo en su mesa
hogareña).
Pero según Rav (que
sostiene que ya cumplió con el Kidush)
¿con qué motivo debe
repetir el Kidush, en su casa? Para hacer
cumplir a su esposa y a sus hijos.
Pero según Shemuel
(que sostiene que de todos modos no
cumplió con el Kidush)
¿qué objeto tiene el Kidush en la
Sinagoga? Para hacer
cumplir a los huéspedes que comen y beben
en los aposentos de la Sinagoga.
Shemuel hace concordar
ese dictamen con su propia opinión
que dictaminó: No es válido el Kidush sino se recita en el lugar
de la comida (por lo que si no come junto a ese Kidush, no
cumplió con él). (Pesajim l00b)
Dijo Rabí Yosi ben R.
Bun: Es costumbre de nuestro país
(Babilonia) que en lugar donde escasea el vino, el Lector que
pasaba al frente de la Teivá, recitaba una bendición de las siete
y la rubricaba con: “Santifica a Israel y al día de Shabat”
(cumpliendo con ello
el Kidush). (YerushaJmi Berajot 8,1)
Dijo Ravá: “El séptimo
día”: Era Shabat, día en el cual los
israelitas comen y beben, y comienzan a expresar loas y a
meditar en conceptos
de la Torá. (Meguilá 12b)
YAH RIBON |
TSUR MISHELO |
YOM ZEH LEISRAEL |
KI ESHMERAH |
BARUJ EL ELION |
FUENTES |
El intenso júbilo
manifestado por el judío de todas las épocas
durante el día “monarca Shabat”, Shabat Hamelajá y el amor con que
lo espera durante los seis días de la semana, tienen su expresión
más acabada en los salmos y en los himnos, las Semirot, que comienza
a cantar tan pronto
retorna del oficio de Kabalat Shabat en la
Sinagoga.
R. Yosé, hijo de R.
Yudá, dijo:1 dos ángeles ministeriales acompañan
a cada hombre en la
víspera del Shabat desde la Sinagoga
hasta su hogar; un ángel bueno y un ángel malo. Y cuando llega
a su casa, y encuentra las luces encendidas, la mesa servida y su
lecho tendido, el ángel bueno exclama: “Que sea Su voluntad, que
también para el próximo Shabat sea así”, y el ángel malo responde
forzosamente, “amén”. Pero si no, (si la casa está triste, sin la
atmósfera sagrada del Shabat) el ángel malo exclama: “Que sea
Su voluntad, que también para el próximo Shabat sea así”. Y el
ángel bueno responde forzosamente, “amén”. Es a los ángeles
ministeria1es a
quienes saludamos al entrar en nuestros hogares con
la canción – “La paz sea con vosotros, ángeles ministeriales,
mensageros del
Elevadísimo, Shalom Aleijem Malajei Asharet“.
El cuadro del hogar
iluminado por las luces del Shabat,2 el calor
y la dicha que irradian los miembros de la familia reunidos, los
cánticos melodiosos – Zemirot – entonados por el padre, imparten
al Sábado esa dicha y alegría que han hecho posible al judío mantener
en alto su espíritu en
desmedro de los problemas o ansiedades
que hubieran podido acosarlo durante la semana que ha pasado.
Así como el novio
recibe a su novia con inefable alegría, del
mismo modo el judío saluda al Shabat con las palabras Boi Kalá
“Ven, oh novia, ven, oh, novia!”3 Tan pronto como da la bienvenida
al Sábado cantando
Shalom aleijem malajei hasharet, y luego
de bendecir a sus hijos exaltando la nobleza de Eshet Jail, la esposa
judía, “la mujer valerosa”, se desprende íntegramente de lo secular
y entra en el dominio
de lo sagrado, es decir, adquiere un alma
nueva.
Las Zemirot,
canciones que canta en la mesa, transforman su
comida en una fiesta,
servida en el altar divino.4 El Midrash y el
talmud remarcan: “Dijo Rav: el Día Séptimo es Shabat. Cuando
Israel come y bebe, lo precede con palabras de Torá, expresiones
de gratitud y Zemirot, himnos a D-s. Mientras que los idólatras,
cuando comen Y beben emplean solamente palabras frívolas”.5 En
varios tratados del Talmud6 y en el Midrash7 se hacen
menciones
específicas de los salmos e himnos que son cantados en la mesa
del Sábado.
Las Zemirot,
que en su mayoría fueron escritas para el sábado
y las Festividades,
revisten a la vida ordinaria con un algo divino
y le dan en muchos casos un toque místico. Otorgan expresión a los
pristinos y elevados pensamientos con que nos sentimos inspirados
al descansar de nuestro trabajo diario, para que podamos dedicamos
por entero a la
contemplación de la obra y las palabras de
D-s. En este sentido el día de descanso es calificado en una de
las Zemirot: Miein Olam Avá; “un gusto anticipado del mundo por
venir”.
Las Zemirot han
sido compuestas con versículos de la Biblia, la
Agadá, el Midrash y el Zohar. Los himnos han sido especialmente
escritos para las personas comunes, no capacitadas para conducir
en la mesa una conversación o discusión erudita sobre la Biblia o
el Talmud.8
Fueron escritas en
distintas épocas por Cabalistas y Rabanim,
quienes consideraron a sus palabras y melodías un medio de impartir
a sus seguidores la
beatitud y la santidad del Shabat. Estas Zemirot
e inspiradas melodías
actuaron como la más poderosa influencia
espiritual sobre el
judío devoto.
Consideremos, por vía
de ilustración, algunas de las canciones
de mesa más conocidas.
La más popular de las
Zemirot es Yah Ribon Olam. El autor de este
himno es Rab Israel Nadjara, uno de los más grandes poetas, quien
vivió en Eretz Israel en el siglo XVI. Nació en Damasco y luego
de ambular por diversas ciudades de Turquía, se estableció en Safed,
donde publicó su libro
Zemirot Israel, “Poemas de Israel”,
Yah Ribon Olam, que fue escrita en ararneo es una canción de alabanza
al Soberano del Mundo,
el “Rey de Reyes”, que gobierna
al mundo con Su gloria y poder infinitos. Concluye con una súplica
a D-s Todopoderoso para que haga retornar a sus hijos exilados,
“al sacro Templo y al Sumo Santuario”,
Es otra de las
Zemirot que se entonan el viernes por la noche,
cuyo autor es
desconocido, Es indudable que fue instituída
para ser cantada en la
noche del Sábado antes de la Oración de
Gracias posterior a la
comida. Sus primeras palabras, “Poderoso
de cuyo abastecimiento
hemos comido … , Padrenuestro …
de su vino hemos
bebido, por ello a Su Santo Nombre agradeceremos”,
son todas indicativas
del propósito para el cual fueron
compuestas. Como la canción precedente, finaliza con una oración
por la restauración de la Casa de David y la ciudad de Zión.
“este día es para
Israel luz y dicha, el Shabat de descanso”, es
una de las Zemirot
adjudicadas al santo Rabbi Isaac Luria,
quien vivió en el
siglo XVI. Es uno de los pocos himnos que
escribió en hebreo y
no en arameo. De notable estilo lírico,
presenta la idea del
“alma adicional”, la cual de acuerdo a la
tradición es concedida
a cada judío en Shabat.9 Describe la
extraordinaria
gratificación para aquellos que observan el
Día Sagrado
devotamente.
Una de las canciones
para el sábado por la mañana es Ki Eshmerá
Shabat, “Si yo guardo
el Shabat el Señor cuidará de mi”, Esta
composición es atribuída a Abraham Ibn Ezra,10 del siglo XII,
cuyo nombre “Abraham” aparece en acróstico en el comienzo de
los versos. El himno presenta el Shabat como un pacto entre D-s
e Israel y lo ilustra con la mención de algunos acontecimientos históricos.
Finalmente,
mencionaremos el popular himno Baruj El Elión,
compuesto por R. Baruj de Maguncia, quien vivió en el siglo XIII,
y fue uno de los más importantes escritores de oraciones y de las
autoridades Talmúdicas en Alemania. En este poema ofrece una
alabanza al Todopoderoso por otorgamos el Shabat como día de
descanso y asimismo expresa la esperanza de Israel que D-s ha
de restaurar Sión para su pueblo.
Tanto el pueblo judío
a lo largo de toda su historia, como el
judío individual de toda época, obtuvieron una bendición infinita
mediante la observancia del Shabat, y es a través de las Zemirot,
que ellos expresaron su alegría y su placer por este grandioso don.
Hasta Ajad Haam, el gran pensador hebreo contemporaneo de
Herzl, siendo el mismo un judío no ortodoxo, se sintió forzado a
hacerse eco del sentimiento expresado repetidamente por nuestros
grandes Rabanim y Santos al declarar, en el estilo de un Midrash
similar,11 que es el Shabat por sobre todo el que ayudó a preservar
a Israel. En la actualidad, esto no es menos cierto de lo que fue
a través de todas las épocas.
1 Shab. 119b.
2 Este es uno de los
principales preceptos encomendados a la mujer. Shab. 23a.
3 B. Kamá 32b.; Shab. 119a.
4 Men. 97a.
5 Rabba Shir. Hash. al final; Meg.
12b; Shab. 119a.
6 Yero Jag. 2,1.
7 Rabba Rut 6.
8 Comparar Avot 3,4.
9 Betza 16a; también
Rashi, Taan. 27a.
10 Vitry 178.
11 Yalkut Shimoni, Ki Tisá 30.
Leemos (Devarim
28,47): “Por cuanto no serviste al Señor.
tu D-s, con alegría y con regocijo de corazón”.
¿Cuál es la adoración
que se hace con alegría y con regocijo
de corazón? Pues se
refiere al Canto! (Arajin 11a)
Abuya mi padre era de
los principales de la generación, cuando
celebró mi circuncisión invitó a los principales de Yerushalayim
junto con R. Eliezer y R. Yehoshúa. Una vez que comieron y
bebieron, algunos comenzaron a recitar alabanzas y otros a decir
poesías alfabéticas. (Midrash Rabá, Rut, 6)
Dijo Ravá: “El Séptimo
día”. Era Shabat, día en el cual los
israelitas comen y beben y comienzan a expresar loas y a meditar
en conceptos de Torá. (Meguilá 12b)
Rabí Janina se vestía
de gala los viernes, vísperas de Shabat,
decía: Venid, salgamos a recibir a la Reina Shabat. Rabí Yanai
se vestía los trajes de Shabat y decía: “Ven novia”. “Ven novia”.
(Shabat 119a)
EL TERMINO HAVDALA |
SU HISTORIA |
LA CEREMONIA |
EL VINO |
LAS ESPECIAS |
LA LUZ |
FUENTES |
La unión del judío al
día Shabat, del cual extrae tanta elevación
espiritual, fuerza y placer, ha sido siempre tan poderosa, que se
separa y despide de este día sagrado con suma tristeza. Precisamente,
para expresar este
sentimiento es que se instituyeron hace
tantos siglos, la oración y la ceremonia de Havdalá. Maimónides,
así lo ha afirmado1: “Es de tanta incumbencia recordar el Shabat
a su término por medio de la Havdalá como a su entrada a través
del Kidush”.2 La Havdalá se recita pues, a fin de
remarcar la
finalización del
Shabat y el comienzo de los seis días laborables.
Este término significa
separación; generalmente es utilizado en la
lengua hebrea para subrayar una distinción entre sagrado y profano,
particularmente para señalar una diferencia en los grados de santidad.
En el presente caso es
usado, por supuesto, para exaltar la
diferencia de santidad entre el Sábado y las Festividades y los días
hábiles. Esto es expresado en las palabras de la bendición de Havdalá:
“Alabado seas Tu, oh
Señor, nuestro D-s, que haces una distinción
entre lo sagrado y lo
profano, entre la luz y la oscuridad, entre
el séptimo día y los seis días de trabajo”.3
SU
HISTORIA
Hay diversas opiniones
algunas de las cuales están expuestas en
la Mishná y en el Talmud, en cuanto al origen de la recitación de
la Havdalá y de la ceremonia que la acompaña. Dice el Talmud4
que, “Los hombres de la Magna Asamblea, el Sanhedrín de esa
época, insertaron la Havdalá como parte de la Tefilá (oficio). Más
tarde, a medida que la situación económica del pueblo iba mejorando,
se hizo costumbre
recitada sobre una copa de vino.5 Mucho tiempo
después, volvieron a
la práctica anterior de pronunciarla únicamente
en la Shemoné Esré,
dado que la norma dictaba que el
lugar de la Havda/á
estaba esencialmente en la Tefilá. Eventualmente6
prevaleció la
costumbre de decir la Havda/á sobre una copa
de vino, al mismo tiempo que en la Tefilá. Así ha permanecido
hasta nuestros días. La Havda/á está insertada en la Shemoné Esré,
en la oración Jonén HaAdaat7, el rezo por la sabiduría,
para dar énfasis
a que sólo la persona poseedora de buen sentido puede diferenciar
y distinguir entre lo sagrado y lo profano.
De lo expuesto se
puede presumir que originalmente la Havdalá
fue una ceremonia de
Sinagoga, y que únicamente con el correr de
los tiempos fue convertida en una costumbre hogareña. Actualmente,
aunque es recitada en
la Sinagoga, la Havda/á debe ser repetida
en el hogar para los demás miembros de la familia.8
La ceremonia y
consagración de la Havda/á es precedida por
tres bendiciones, sobre el vino, las especias, Besamim, y la luz.
La bendición principal
es la que se dice sobre el vino, siendo
costumbre dejar que el vino desborde suavemente la copa, como
símbolo y súplica porque desborden las bendiciones Divinas sobre
todas nuestras necesidades.9 Es muy interesante lo que el sabio
Rabi Yojanán ha dicho a propósito de esto: “Son tres los que
merecen heredar el mundo por venir: el que habita en Eretz Israel,
el que educa a sus hijos en el estudio de la Torá y aquél que pronuncia
la oración de la
Havda/á sobre vino a la terminación del Shabat”.10
El uso de las especies
tiene probable origen en el siguiente dicho
Talmúdicoll: Dijo Resh Lakish: “D-s le entrega al hombre un
alma adicional, cada víspera de Shabat, pero al finalizar el Shabat
lo priva de ella”.
Esta Neshama Yeterá o “alma elevada” producto
de la felicidad que
nos embarga en el día de Shabat, hace que nos
sintamos entristecidos
en el momento de la separación. Por ello,
usamos las especias,
cuya fragancia nos ofrenda simbólicamente,
consuelo y valor,
frente a la partida del Shabat, brindándonos la
fuerza espiritual
necesaria para recibir la semana que comienza.12
Una hermosa historia
del Midrash13 nos provee la base de la
costumbre de la
bendición sobre la luz junto a la Havdalá: “Cuando
el sol se hubo puesto el Sábado por la noche y ya estaba oscuro,
Adam se sintió muy atemorizado. ¿Qué hizo entonces el Santísimo,
alabado sea? Inspiró a Adam con la divina sabiduría para que
tomara dos piedras y las frotara una contra la otra y produjera
el fuego. Por lo tanto, dijo R. Samuel, al pronunciar la bendición
sobre el fuego, el Sábado por la noche, recordamos el tiempo de la
creación del fuego”.
Encendiendo la luz de
la vela, primer producto de la creación,
y al recitar su bendición, agradecemos a D-s por el don que El nos
ha concedido: ser capaces de hacer uso del fuego. Todo ser humano
que ve, tiene por
cierto, una buena razón para agradecer al
Todopoderoso el poder disfrutar de la visión de la luz del fuego.
Puesto que la
bendición habla sobre la creación de las luces
del fuego, la vela para la Havdalá debe estar compuesta por varias
mechas trenzadas juntas, o en su defecto dos velas comunes, de
modo que las llamas puedan fundirse en una sola formando una
llamarada.
Debe tomarse nota
también, de que al pronunciar la bendición
Boré Meorei HaEsh, “El que creó las luces del fuego”, acercamos nuestras
manos a la llama y
doblamos los dedos hacia adentro de la palma.
Esto se hace a modo de
ilustrar el contraste entre la luz y la oscuridad,
mostrando sombra y
oscuridad dentro y luz fuera. Así
demostramos nuevamente nuestro agradecimiento por la bendición
de la antigua luz.
1 Rambam Hiljot Shab.
29,1.
2 Ver también Naz. 3b.
3 Pes. l03b.
4 Ber. 33a.
5 Ver también Yer. Ber.
5,2.
6 Yer. Ber. 5,2; Ber,
33a; Shab. 150b.
7 Ber. 33a.
8 Ber. 33a.; Shab.
150b.
9 Rashbam y Tosafot en
Pes. 102b.
10 Pes. 113a.
11 Taan. 27b.
12 Ver también Rambam
Hilj. Shab. 29. 29.
13 Raba Beresh. 11.
Dijo R. Binyamin bar
Yefet: Rabí Yo si preguntó a R. Yojanán
en Sidón …. y yo escuché: Quien recita Havdalá en medio de las
oraciones ¿debe volver a recitada con una copa? Y él respondió:
Debe volver a
pronunciar la Havdalá con una copa de vino.
(Berajot 33a)
Dijo R. Jiya bar Aba
en nombre de Rabí Yojanán: Los sabios
de la Magna Asamblea le establecieron a los israelitas las Bendiciones,
las oraciones, la
consagración (Kidush) y la Havdalá.
Al principio (cuando vinieron del exilio y estaban en pésima
situación) lo establecieron dentro de las plegarias. Cuando mejoraron
su situación (y les
era posible adquirir vino) establecieron
que se lo recite sobre una copa (entonces fue olvidado el reglamento
de Ezra de recitado
dentro de las oraciones, y) cuando
volvieron a empobrecerse se renovó el reglamento de recitado
dentro de las oraciones. (Berajot 33a)
Dijo R. Zeira: (Aún
cuando) la fiesta cae en medio de la
semana (también) recita la fórmula: que diferencia entre lo santo
y lo profano, entre la
luz y la oscuridad, entre los israelitas
y los demás pueblos, y entre el séptimo día y los seis días laborables
(aunque aquí no
corresponde “séptimo día”) puesto que
recita según el orden de las diferenciaciones que figuran en la
Torá (“Y diferenció entre la luz y la oscuridad”. “Y los distinguiré
a ustedes de entre los
pueblos” etc.) (Julin 26b)
Dijo Rav Yehuda en
nombre de Rav: la Havdalá de Rabí
Yehuda Hanasí consiste
en: “Quien diferencia entre lo santo y
lo profano” (sin agregar nada más). (Pesajim 103b)
Dijo Rabí Yojanán: Son
tres los que merecen el mundo venidero:
El que habita en Eretz
Israel; quien educa a sus hijos hacia
el estudio de la Torá y quien pronuncia la Havdalá sobre una
copa de vino a la salida del Shabat, (habiendo economizado el
vino durante el día para que le alcance cuando tenía poco).
(Pesajim
113a)
Dijo Shemuel: Este es
el motivo por el cual se recita la Bendición sobre el fuego a la salida del
Shabat, pues es la hora de su creación. (Yerushalmi
Berajot 8.6)
Cuando el sol se puso.
a la salida del Shabat, y la oscuridad
cernía. comenzó Adam a temer. ¿Qué hizo el Señor? Le ofreció
dos piedras. Adam las golpeó una en la otra, salió fuego y entonces pronunció
una bendición. ¿Cuál es la Bendición? Bendito el que creó el fuego. (Midrash
Rabá, Bereshit 11)
¿Cuál es el motivo que
se pronuncia la Bendición sobre los
perfumes a la salida del Shabat? Pues el alma se apena por la
ida del Shabat, por lo que la alegramos y confortamos con un
buen aroma. (Rambam Del Shabat 29.29)
Dijo Reish Lakish: D-s
le entrega al hombre un alma adicional cada víspera de Shabat (para ampliar su
personalidad) y
le priva de ella en Motzae Shabat (a la salida del Shabat). Por
eso fue expresado: “Dejó de trabajar y descansó”. (El vocablo
hebreo Vaynafash – y descansó – se descompone de dos vocablos: Vay
– Nefesh: ¡Ay por el alma!) Cuando el Shabat finaliza. ¡Ay! desaparece el
alma. (Taanit 27b)
Le trajeron aceite
perfumado y vino. La Escuela de Shamai
opina: sostiene la copa de vino con la derecha y el perfume con
la izquierda. Recita la bendición sobre el vino y luego sobre el
perfume. (Tosefta Berajot 9.30)
LEVANA
TIEMPO DE KIDUSH LEVANA |
LAS ORACIONES DE KIDUSH LEVANA |
FUENTES |
CONSAGRACIÓN DE LA
LUNA
En sus comentarios
sobre el versículo bíblico. “Este mes será
para ustedes el comienzo de meses”,1 han dicho nuestros sabios:
“Observa la luna como
está y luego santifícala”; es decir, tan pronto
hayan visto la luna
nueva, conságrenla. Por lo tanto, oficialmente,
la nueva luna era
proclamada sólo despues que testigos comparecieran
ante el Bet Din.2
Posteriormente, no
obstante, cuando las bases de los cálculos del
calendario fueron fijados para la perpetuidad, los sabios de Babilonia
ordenaron la
recitación de una bendición especial para la
consagración de la luna nueva. Esta es llamada Birkat Kidush Levaná,
en recordación de la antigua consagración.3 De esta manera se
estableció definitivamente la costumbre de consagrar la luna y es
respetada siempre desde entonces.
La consagración de la
luna tiene lugar a la noche, al finalizar
el Shabat, no antes de tres días, ni después de 14 y 1/2
ó 16 días
– de acuerdo a las distintas opiniones4 – del Molad5 o
conjunción
de la luna. En otras palabras, esta consagración debe hacerse dentro
del período mencionado, que se cuenta a partir del momento en
que la luna se encuentra exactamente entre la tierra y el sol, no
siendo visible parte alguna de ella.
La luna debe ser
visible en la oportunidad de la consagración
cuando son recitadas oraciones especiales de nuestro libro de rezos.6
En todas las
generaciones, la ceremonia del Kidush Levaná ha
sido considerada de tal significación, que algunos de nuestros sabios
declararon que quien consagra la luna nueva, tiene asegurada la
vida durante todo el mes. Asimismo dijo R. Yojanán7: “Quien pronuncia
la bendición sobre la
luna es como si en ese momento diera
la bienvenida a la presencia misma de la Shejiná. En la escuela
de R. Yishmael se enseñaba, que si Israel no hubiera merecido
ningún otro privilegio más que el de saludar la presencia del Padre
Celectial una vez por mes – por medio de la oración a la luna
nueva – habría bastado”.
LAS
ORACIONES DE KIDUSH LEVANA
La primera de las
oraciones de Kidush Levaná, tomada del Talmud,8
canta alabanzas al
Señor “quien creó los Cielos con Sus palabras y
estableció tiempos y
leyes fijas”. Habla de las características
de la luna que constamente se renueva y concluye, “Alabado seas
Tú, oh Señor, que renuevas la luna”. Así debemos también nosotros,
renovar constantemente nuestros propósitos en la vida. Entre las
demás oraciones son agregadas dos frases de origen interesante; una,
David Melej Israel Jai Bekaiam, “David, Rey de Israel, vive y está
vigoroso”, y la otra,
Shalom Aleijem, “la paz sea con vosotros”.
Con respecto a la
primera dice el Talmud: “Rabí dijo a R. Jiya:
Ve a Ein Tob9
para santificar el mes y envíame de vuelta el santo y
seña: David Rey de
Israel vive y está vígoroso”.10 La mención del Rey David
en esta conexión es de importancia histórica.
El Bet Din, que
oficiaba la ceremonia del nuevo mes, acostumbraba
residir en Judea, de
ahí, que la consagración de la luna nueva,
como asimismo la declaración del año bisiesto, tuvieran lugar en
Judea.11 Sin embargo, cuando los romanos iniciaron “sus
persecuciones,
el Sanhedrín se vió
forzado a mudar su asiento de Yavne. Judea, para
establecerlo en
Galilea.12 Ello significó, naturalmente, un tremendo
impacto para la
tradición nacional y casi una afrenta a la Casa Real de
David, el Rey de
Judea. Por eso y para demostrar su inquebrantable
lealtad hacia Judá,
los Rabanim ordenaron la recitación de esta frase
especial. Es sabido,
que cuando el Sanhedrín subió a las colinas de la
Galilea, en tiempos de
Roma, perdió contacto con las guerrillas de los
valles y sólo por
medio de testigos que vinieron a informar sobre la aparición
de la luna, el
contacto pudo ser restablecido. Es así que, R. Jiya fue enviado
por su maestro R.
yehudá Hanasí – quien se hallaba con su Bet Din
en Tiberias – a Ein
Tob en la vecindad de Bet Shean, para oír el testimonio
de los testigos. Con el objeto de protegerse a sí mismos de los
traidores decidieron usar una contraseña y eligieron para este propósito
la frase David
Melej Israel Jai Vekaiam. Esta expresaba su
fe y su esperanza de que a despecho de la retirada temporaria, la
casa de David sería restablecida y el pueblo judío sobreviviría a
sus opresores. Sólo los testigos que podían recitar la frase consabida,
eran admitidos por los guardias del Bet Din. Allí eran saludados
con las palabras Shalom Aleijem, a las que los testigos respondían
Aleijem Shalom.13
La mención de David
tenía particular significado en este contexto
porque David había sido comparado con la luna,14 y los Salmistas
se refieren a él diciendo: “Su trono … se establecerá por siempre
jamás, como la luna” .15
Es por ello la
costumbre de decir David Melej Israel16 y luego
la frase – Shalom Aleijem, Aleijem Shalom – ha continuado entre
nosotros en recordación del pasado.
Las palabras del
versículo final del Kidush Levaná: Simán Tov
Umasal Tov Ihié Lanu
BeLekol Israel,
pueden ser utilizadas como
un buen presagio para
nosotros y para toda la casa de Israel.17
1
Shem. 12,2.
2 R.
Hash. 20a.
3
Abudraham citando al Yerushalmi; Sof. 20,1.
4
Sanh. 4lb.
5 Liter. nacimiento.
6 Sanh. 42a. y subsigu.;
Yer. Ber. 9,3; Midr. Tebi. 104.
7 Sanh. 42a.
8 Ibíd.
9 Un lugar en Judea
donde el Bet Din solía santificar el nuevo mes.
10 R.
Hash. 25a.
11
Sanh. 11 b.
12 R. Hash. 31a.
13 Maguen Abraham 426;
Tosafot sobre Ber.2a.
14 Jul. 60b.; R. Hash.
25a.
15 Tehi. 89,37 y subs.
16 Maharsha sobre Sanh.
38a. formula otra explicación sobre el motivo que induce a
pronunciar esta
frase.
17 Maharsha sobre Sanh.
42a. cita a Ríbam quien ofrece una opinión muy instructiva
respecto a
nuestra observacia de esta ceremonia en la diáspora.
Es un mandamiento
positivo de la Torá que el Bet Din (Corte
de Justicia) calcule si ese día es posible que la luna sea vista o
no, e investiguen a los testigos con el objeto de consagrar el mes;
asimismo avisarán por medio de mensajeros tal novedad a fin
de que sea público el día de las fiestas.
(Rambam. Kidush
Hajodesh
1,7)
Podríamos pensar que
se puede extender el mes y comenzar
el próximo más tarde por alguna conveniencia al igual que se
hace con los años bisiestos (con el objeto de coordinar la primavera
con la fecha de
Pesaj, etc.) leemos: (Shemot 12) “Este mes será para
ustedes el
principal de los meses”. Este, así como ves el nacimiento de la luna,
deberás declarar el mes. (Rosh Hashaná 20a)
Dijo R. Yojanán:
¿Hasta qué fecha se puede pronunciar la
Bendición de la Renovación de la Luna? Hasta que se llene la
mengua. (Pero luego no se puede hablar de luna nueva pues ya
es vieja). Dijo R. Yaacov bar Idi en nombre de R. Yehudá:
Hasta el siete del
mes. Los Sabios de Naharday dijeron: Hasta
el día dieciséis. Ambos discuten en la mterpretación de R. Yojanán.
R. Yehuda considera
llenada la mengua cuando ilumina
con la figura de la cuerda que cierra el arco (semicírculo). Los
Sabios de Naharday consideran llenada la mengua cuando ilumina
luna llena. (Sanhedrín 42a)
Dijo R. Yojanán: Quien
pronuncia la Bendición por la Renovación
de la Luna a su debido
tiempo es considerado como si
saludaría a la Divina Presencia … Estudiaron en la Yeshivá de
R. Yishmael: Si los israelitas no hubieran merecido (otro mandamiento) sino el
de saludar a la Divina Presencia cada lunación sería suficiente.
Dijo Abaye: (Siendo
que el saludar a la Divina Presencia debe
ser hecho de pie), se
pronunciará la Bendición de pie. (ibid)
Luego dirán tres veces
“Que sea una buena señal para los
israelitas” … Dará tres saltos frente a la luna y dirá “Así como
yo no te puedo alcanzar con mis saltos, así no puedan tocarme
mis enemigos”. Luego dirán tres veces “Shalom” a sus
Compañeros y se irá a su casa con un corazón alegre. (ibid 2,2)
Dijo
Rabí a R. Jiya:
Vé a Ein Tob y consagra allí el mes (pues
el gobierno de ocupación había decretado una prohibición de
hacerla en el lugar donde se encontraba Rabí) y envíame el santo
y seña: “David, Rey de Israel, vive y está vigoroso”. (David es
comparado a la luna, como está escrito (Tehilim 89-37-38): “Su
linaje durará para siempre, y su trono como el sol delante de Mí.
Será establecido para siempre como la luna”. (Rosh Hashaná 25a)
Sólo dirá la Bendición
por la luna, a la salida del Shabat,
cuando está alegre y
bien vestido. (Sofrim 20.1)
LA ORACIÓN DE GRACIAS
POSTERIOR A LAS COMIDAS
Dicen nuestros sabios,
que fue nuestro Patriarca Abraham el
primero en introducir el Birkat Hamasón, “oración de gracias posterior a
las comidas”. Dice el Midrash1 que luego de atender cordialmente
a los caminantes, los invitaba a pronunciar una bendición y cuando
éstos le preguntaban
“¿Qué hemos de decir?”, les respondía:
Baruj E-l Olám
Sheajalnu Misheló,
decid, “Bendito es el D-s del Universo,
de cuya generosidad hemos disfrutado”. Nos afirma el Talmud respecto
de Abraham:2
Después que los viajeros comían y bebían
se levantaban para bendecirlo por ello, pero él les decía, “¿Acaso
habéis comido de lo que es mío? Vosotros comisteis de lo que pertenece
al
Señor del Universo.
Agradeced, alabad y bendecid a El,
que habló y el mundo fue creado”.
La obligación de
recitar una bendición después de la comida,
dicen nuestros sabios,3 está expuesta en la misma Biblia. Allí nos
está encomendado: Beajalta, Besabata, Uberajta, “Y tú comerás y te
satisfarás y
bendecirás al Señor tu D-s”.4 Por ello, dijeron nuestros
sabios,5 “Quienquiera disfrute cualquier placer mundano sin ofrendar
una bendición será culpable de robar lo que pertenence a D-s”.
LA COMPOSICIÓN DEL BIRKAT HAMAZON
Originalmente, el
Birkat Hamazón se componía de tres partes,
pero le fue agregada a continuación una cuarta. Las primeras tres
secciones son: (1) la “Bendición por la comida”, que
finaliza con las palabras Hasán Et Hakol, (2) Birkat Haaretz,
“la
bendición y
agradecimiento por la tierra de Israel”, comenzando con
Nodé Lejá,
y terminando con Al Haaretz BeAl Hamasón, Y (3)
Birkat Ierushalaim,
la oración por Jerusalén y el Santuario que se
inicia con la palabra
Rajem. La antigüedad de esta costumbre,
agradecer después de
las comidas, es confirmada por muchos escritores
de antigua data; y el
Talmud nos dice6 lo que sigue: “Dijo R. Najman:
Moisés instituyó a
Israel el Birkat Hazan en el tiempo en que el
maná descendió para
ellos. Yehoshúa estableció el Birkat Haaretz,
la bendición por la
tierra, cuando entraron en Eretz Israel, David y
Salomón instituyeron
la bendición que concluye con las palabras
boné Yerushalaim,
“Quién
construye Yerushalayim” – la tercera
bendición -, David
instituyó las palabras – al Israel ameja veal
Yerushalaim ireja
– “Por
Israel Tu pueblo y por Jerusalén Tu ciudad”;
también Salomón instituyó las palabras – al habait hagadol vehakadosh –
“por
la Magna y Sagrada
Casa”. La fórmula definitiva fue compilada,
sin embargo, por los
Hombres de la Magna Asamblea.7
Más tarde, fue
incorporada según el Talmud,8 la cuarta bendición
– hatov vehametiv
– “El Bondadoso que concede bondad”, la que decimos
luego de la oración –
Uvné Yerushalaim. Se instituyó en Yavne, en
memoria de los caídos
en Betar, escenario de la última defensa de Bar
Kojba y sus valientes,
en el año 137 A.E.C. Después de haber retirado
Adriano su prohibición
para el entierro de los muertos, fue ordenada en
Yavne la recitación de
hatov vehametiv: hatov, “El Bondadoso”, porque
los cuerpos yacentes
en campo abierto no se putrificaron; vehametiv,
“El que concede
bondad”, pues les fue permitido enterrarlos.9
Existe la oplnión10
de que la razón por la cual finalizamos la
tercera parte rajem, con la bendición boné berajamav Yerushalaim,
Amén, es que está indicando que lo que sigue a continuación son
agregados posteriores y no de origen bíblíco.11
Varios pasajes que
comienzan con la palabra – harajaman –
“El Misericordioso”, son de origen posterior aún, y son todas
peticiones de
naturaleza tanto pública como privada. Encontramos
en el Sidur de R. Amram Gaón que menciona 14 peticiones y también
en el de Saadia Gaón.12
También Maimónides menciona algunas
de ellas las cuales
fueron eventualmente incluídas en nuestro
Libro de Oraciones. Ya
en los tiempos talmúdicos,13 debió haber
sido corriente la inclusión de peticiones y prédicas similares tales
como las que dice el huésped por el bienestar del anfitrión.
La petición, seamos
bendecidos, – bakol mikol kol – como lo
fueron nuestros Patriarcas Abraham, Isaac y Yacob, cada uno
con su propia y correspondiente bendición, tiene su origen en el
Talmud.14 Se basa en los tres versículos biblicos15 en los
cuales estas
bendiciones son mencionadas.
En Shabat y en las
Festividades, antes de dar comienzo al Birkat
Hamazón, decimos el salmo16 Shir Hamaalot, para recordar a
Sión
aún en los momentos en que gozamos placeres terrenales.
En los Días Sagrados,
a continuación de rajem, se dicen también
párrafos adicionales. Dice el Talmud17: “En Shabat y en las
Festividades
se pronuncia el
Kidush sobre el vino con una referencia
hacia el Shabat o a la Festividad en la oración de gracias posterior
a las comidas”. En Shabat decimos, retzé vehajalitzenu,18 que
hace
mención de la santidad del día y del bienestar que nos trae, y en
las Fiestas y Rosh Jodesh, Yaalé veiavó, cuyo texto se refiere a estas
ocasiones festivas.19 Hay bendiciones especiales que son incorporadas
en variadas
oportunidades tales como los casamientos,20 Brit
Milá y en la casa de los afligidos por duelo.21 Estas, que se
encuentran
en el Libro de
Oraciones, se refieren como las demás específicamente,
a todas las ocasiones
especiales mencionadas.
Nuestros Rabanim han
puesto mucho énfasis sobre la mitzvá de
la hospitalidad y la conducta en la mesa. Dijo R. Yojanán en nombre
de R. Simeón B. Yohai:
“El anfitrión corta el pan y el huésped
dice la bendición posterior a la comida. Este último la dice, para
que de este modo, bendiga también al anfitrión”.22
Cuando tres o más
varones adultos han comido juntos, deben
pronunciar la oración por vía del Zimún, es decir, uno de ellos toma
la dirección invitando a los restantes a dar gracias y a pronunciar
la oración al unísono23
Inicia la bendición con las palabras
Rabotai Nebarej, a las cuales los demás responden que están listos para
agradecer a D-s de cuya bondad han disfruntado Baruj Sheajalnu Misheló
Ubetuvó Jainu.
Hay una variación en el texto, según si el grupo se
compone de tres o más. Pues nuestros sabios24 sostienen que el
nombre de D-s no debe ser pronunciado en tales ocasiones a menos
que sean diez los hombres que lo mencionen juntos. Había también
una diferencia en el contenido del texto usado respectivamente en
Eretz Israel25 y en Babilonia.26 De acuerdo al Talmud
Jerosolimitano,27
la costumbre de
Zimun, “pronunciar la oración de gracias
juntos”, fue introducida en la época de R. Simón ben Shetaj quien
vivó alrededor del año 100 A.E.C. Con respecto a la fórmula
de introducción se expresan diversas opiniones en el Talmud pero
las diferencias son mínimas.28
Existe una forma
abreviada de Birkat Hamazán, conocida como
Meain Shalosh,
“un extracto de las Tres Bendiciones”. Consiste en un
solo párrafo que contiene las ideas principales de la Oración de
Gracias en forma condensada y se recita después de comer tortas
o masitas, algunas frutas y vino.29 El Talmud menciona también
una versión abreviada para ser pronunciada por los trabajadores,30
y formas abreviadas para los niños y una bendición adicional semejante
a las mencionadas para
el afligido por duelo.31
De acuerdo con el uso
general de las oraciones, la de Gracias
después de las comidas finaliza con una nota de paz: “El Señor
dará fuerza a su pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con la
paz”.32
1
Beresh. Rabá 54.
2
Sotá lOa.
3
Mish. Ber. 3,4; Tosefta Ber. 6,1; Ber. 21a; 44b.
4 Dev.
8,10.
5 Ber.
35a.
6 Ber.
48b.
7
Rambam, Ber. 1,1.
8 Ibid. Tosefta Ber.
6,1; Mejilta Shemot 13,3.
9 Ber. 48b.; Taan.
31a.; B. Kamá 120b.
10 Ber. 49a.
11 Ber. 45b.
12 Véase también Ber.
46a.
13 Ber. 46a.
14 B. Batra 17a.
15 Beresh. 24,1;
27,33; 33,11.
16 Tehil. 126.
17 Rashbam Peso 105a.;
Mishn. Ber. 8,8; Ber. 41,b.
18
Vayk. Rabá 34;
Yero Shab. 15,3; RIF Ber. 7; Ber. 48b., también
Rashí.
19 Shab. 24a; Ber.
49a;
20
Ket. 8b.
21
Ber, 46b.; Ket. Sb.
22
Ber. 46a.
23
Mish. Ber. 7,1.
24
Ibid. 7,3; Tosafot Ber. 50a; Mish. Meg. 4,3; Ber. 45b.
25
Yero Ber. 7,2.
26
Ber. SOa.
27
Ibid.
28
Mish. Ber. 7,3; Tosafot Ber. 50a.; Mish. Meg. 4,3; Ber. 45b.
29
Ber. 44a.; Mish. Ber. 6,8; Yero Ber. 6,1.
30
Ber. 16a.
31
Ber. 46b; Kct. 8b.
32
Tehil. 29,11.
Es un mandamiento
positivo de la Torá de pronunciar una
bendición después de haber comido como leemos: “Y comerás
y estarás satisfecho y bendecirás al Señor”. No siendo obligatorio
de la Torá la pronunciación de la Bendición sólo en el caso que
quedó satisfecho como leemos: “Y comerás y estarás satisfecho”.
Es precepto Rabínico bendecir aunque haya comido sólo una
porción del tamaño de una aceituna.
(Rambam, De las
Bendiciones, 1.1)
Abraham recibía a los
transeúntes, y cuando comian y bebían
les decía: ¡agradeced! entonces preguntaban ¿de qué modo? y
él les respondía: “Bendito el Señor del Universo que comimos
de lo Suyo”. Así leemos: “Y rezó al Señor, el Señor del Universo”.
(Midrash Rabá Bereshit 54)
Después que los
transeúntes habían comido y bebido se ponían
de pie prontos a agradecer y saludar a Abraham. El les decía,
¿acaso habéis comido algo mío? ¡Habéis gozado de manos del
Señor del Mundo!
¡Alabad, ensalzad y
agradeced a Quien con Su verbo creó al
Mundo!
(Sotá
10b)
Antes de habitar en
Eretz Israel ¿qué bendición pronunciaban
después de las comidas? Enseñaron los Sabios: Sólo pronunciaban
una sola bendición Asán Et Hakol.
Cuando entraron en
Eretz Israel agregaron otra Al Haaretz BeAl
Hamazón.
Después de la ruina del país agregaron Boné Ierushalayim.
(Bamidbar Rabá 23)
Dijo R. Najman: Moshé
estableció para los israelitas la Bendición
(Hasán) “Que alimenta
a todos”, cuando hizo bajar el maná. Yehoshúa estableció la Bendición “Por la
tierra y el alimento” (Birkat Haaretz)
cuando tomaron
posesión del país. David y Shelomó establecieron la Bendición “Edifica a
Yerushalayim con misericordia” (Boné Ierushalayim). David
estableció “Por Israel Tu pueblo y por Yerushalayim Tu ciudad”. Shelomó
estableció “Por la magna y santa Casa”.
La Bendición que
comienza “El Bueno y el Benevolente” fue
establecida por los
muertos de la ciudad de Betar. Pues dijo R.
Matna: Aquél día que sepultaron los cadáveres de los muertos
de Betar establecieron en la Corte con asiento en Yavne “El
Bueno y el Benevolente”. Bueno: porque no malolieron; Benevolente;
porque tuvieron
sepultura. (Berajot 48b)
Resulta que las
Bendiciones se pueden clasificar en tres clases:
las de provecho, las del cumplimiento de los mandamientos, y
las de gratitud, que fueron establecidas con alabanzas, gratitud y
súplica a. fin de recordar al Todopoderoso siempre con el objeto
de temerle.
Los textos de las
Bendiciones fueron establecidos por Ezra y
su corte, por lo que es incorrecto modificarlos, aumentarlos o
disminuirlos. Quien
cambia la fórmula establecida por los Sabios
sólo comete un grave error. (Rambam, De las Bendiciones 4-5)
Tres que comieron al
mismo tiempo deberán coordinar para
bendecir la Bendición posterior a las Comidas en conjunto.
¿De dónde deducimos
(que con tres se puede bendecir en conjunto)?
Dijo R. Asei pues
leemos: “Magnificadal Señor conmigo, y
elevaremos Su Nombre
juntos” (Uno se dirige en plural
a dos; en total tres personas). (Berajot 45a)
No se invita
(invocando el Nombre Sagrado) a recitar la Bendición
de Birkat Hamazán,
sólo con un quorum de diez personas
mayores. (Meguilá 23b)
¿Cómo se invita para
recitar la Bendición posterior a las Comidas
en conjunto? Habiendo
tres comensales dice “Bendigamos”;
si hay diez dice “Bendigamos a nuestro D-s”. (Según R. Altiva
aunque haya más de diez personas no cambia la fórmula).
(Beraiot
49b)
En Shabat comienza con
consuelos (sin recordar específicamente
al Shabat, sino
refiriéndose al consuelo de Yerushalayim)
y finaliza con consuelo, citando la santidad del día sólo en el
medio. R. Eliezer dice: Si quiere la recita junto con la Bendición
del Consuelo de Yerushalayim. Si quiere la recita con la Bendición
de la Tierra. Si
quiere la recita con la Bendición establecida
por los Sabios (de Yavne). (Beraiot 48b)
Dijo R. Oshaya: En los
días que se oficia los holocaustos
suplementarios como
p.e. Rosh lodesh y Iol Hamoel, reza la Plegaria
de las Dieciocho tanto a la mañana, al atardecer como a la noche
conmemorando la fecha antes de la Bendición del Oficio, como
así también en el Birkat Hamazón. (Shabat 24a)
Dijo R. Yojanán en
nombre de R. Shimón Bar Yojay: El anfítrión
corta el pan y el
huésped recita la bendición. El anfitrión corta el pan,
con el objeto que lo
sirva con generosidad. El huésped recita la
bendición a fin que
bendiga al anfitrión. (Berajot 46a)
Halel,
que literalmente
significa – alabanza – es el nombre
dado a un conjunto de oraciones que se recitan en nuestras festividades
mayores y menores. La
Mishná se refiere a esta serie de
himnos o salmos simplemente como Halel.1 En el Talmud- es
llamado Halel
Mitzrí, el Halel Egipcio, en virtud del segundo párrafo
de la misma que se refiere al éxodo de Egipto. Su nombre particular
distingue a esta
colección de salmos, en primer lugar, del
Halel SheKol Yom – el Halel diario – que son las oraciones de
Aleluya
que se pronuncian
durante el oficio matinal,3y en segundo lugar,
del Halel Hagadol,
– el gran Halel- oración recitada en Shabat y
Festividades al
iniciar el oficio de Shajarit.4
Halel
comprende los
salmos 113 al 118. Según nuestros sabios,5
ya los Profetas habían ordenado que fueran recitados en cada
acontecimiento nacional y su origen es adscripto a las expresiones
de muchos reyes, guerreros y profetas durante diferentes épocas
de nuestra historia.6 El Talmud particularmente, sugiere que el
Halel es recitado en las diversas ocasiones festivas porque incluye
la mención de los siguientes cinco eventos: (l) el éxodo de Egipto,
(2) la división del Mar Rojo, (3) la entrega de la Torá, (4) la
resurrección de los muertos y (5) los sufrimientos que tienen conexión
con la llegada del
Mashiaj.7
Aunque Halel se
recita generalmente en las festividades de nuestro
calendario,8 hay ocasiones en las que se omite dos secciones de
esta oración. Es así que en Rosh Jodesh, una fiesta menor, solamente
se lee una versión
abreviada.9 Lo mismo se aplica a los seis
días de Pesaj, porque según la tradición, fue en el séptimo día de
esta fiesta en que tuvo lugar el cruce del Mar Rojo. Fue entonces
cuando los ángeles ministeriales quisieron cantar una canción de
alabanzas a D-s ante la visión del Faraón y sus huestes hundidos
en el mar. Pero D-s los detuvo diciendo, “¿Cómo habéis de cantar
alabanzas a Mí mientras Mis criaturas se están ahogando?”10 Por
ello, acortamos los himnos de alabanza en esta ocasión.11 En
Ianucá,
por otro parte, se recita el Halel en versión completa para hacer
público el milagro que esta fiesta conmemora.12
En Israel, también se
dice Halel en las sinagogas, en la noche
de Pesaj después del oficio nocturno. De acuerdo al Talmud esta
era la costumbre en los tiempos antiguos,13 y en la actualidad tal
es la práctica Sefaradí como lo es asimismo, el Nusaj Hagrá (conjunto
de normas prácticas
establecidas por el Gaón de Vilna).
En Rosh Hashaná
y en Yom Kipur no pronunciamos Halel. El
Talmud14 nos da la siguiente razón. “Los ángeles ministeriales
dijeron al Santísimo,
alabado sea: ¿Por qué los israelitas no cantan
una canción para Tí en Rosh Hashaná y Yom Kipur? El les
contestó: ¿Es acaso oportuno el momento en que el Rey se sienta
en Su trono de juicio y los libros de los destinados a vivir y de
aquellos que van a morir se hallan frente a él, para que Israel cante
una canción alegre?”
En Purim15
Halel es omitido. Ello es debido a que la lectura de
la Meguilá ocupa su lugar, y además, por los milagros ocurridos
fuera de Eretz Israel, no se dispone cantos de alabanza.
De acuerdo a la Mishná,16
en épocas anteriores, el Lector
acostumbraba recitar
las oraciones de Halel y la congregación respondía
a cada versículo con la palabra Haleluya. Algunas veces, llegaron
a responder como 123 veces.17 Más tarde, sin embargo, en tiempos
del sabio Rava, la congregación misma leía el Halel.18 No
obstante,
continuaron leyendo ciertas partes en forma conjunta, la congregación
repetía cada versículo
tras el Lector junto al estribillo Haleluya.
Esta costumbre no
prosiguió en la actualidad. Hemos retenido solamente
la antigua costumbre
de repetir a continuación del Lector Ana H’ Oshía Na
y Odú LaH’ KiTov
y las otras repeticiones que se encuentran en la oración de
Halel.19
Esta oración es
precedida y finalizada con una bendición.20 En
el hábito Sefaradí la bendición de apertura concluye con la locución
cuando se lee el Halel seccionado y cuando se la pronuncia en su forma
completa. El hábito
Ashkenazí sin embargo, emplea sólo las palabras,
likro et Hahalel,
para ambas
ocasiones.
1 Pes.
5, 7; Suc. 4,1; Taan. 4,4.
2 Ber.
56a.
3
Shab. 118b.
4
Mish. Taan. 3,9; Pes. 118a.
5 Pes.
117a.
6 Pes.
117,118.
7 Pes.
118a.
8
Araj. 10a.
9
Taan, 28b.
Nota: En Eretz Israel no se pronunciaba Halel en Rosh Jodesh, en una época
determinada, por
cuanto no se la consideraba una Festividad importante (Araj. 10b.)
10 Meg. 10b.
11 Véase también Araj.
10b., donde el Talmud ofrece una razón distinta.
12
Shab. 21a.
13
Yer. Pes. 10,1; Pes.14a.
14 Araj. 10b.
15 Araj. 10b.
16 Suc. 3,10.
17 Yer. Shab. 16,1.
18 Sotá 30b.
19 Suc. 38b.; 39a.
20 Suc. 39a.
Dijo R. Yojanán: Los
ángeles ministeriales quisieron recitar
el Canto (de Halel cuando los egipcios cayeron al Mar Rojo).
Les dijo el Todopoderoso: Mis criaturas se hunden en el mar
Y ¿¡Uds. quieren recitar Cantos?! (Meguilá 10b)
Dijo R. Yojanán en
nombre de R. Shimón ben Yehotzadok,
son dieciocho los días que se completa la lectura del Halel aún
en lectura individual: Ocho (9) días de la fiesta de Sucot; ocho
(8) días de Janucá; el primer (2) día de la fiesta de Pesaj; un
día (2) de Shavuot, En la diáspora son veintiún días (sumar las
cifras entre paréntesis). (Arajin l0a)
Rosh Jodesh
que es denominado
fiesta ¿por qué no se lee el
Halel completo? Porque no fue consagrado con la prohibición de
labores, como leemos (Yeshaya 30.29): “Vosotros tendréis una
canción como en la noche en que se observa fiesta solemne”. La
noche que consagra la fiesta trae a colación el Canto pero la
fiesta que no es consagrada con la noche no corresponde Canto.
Y Janucá que ni fue
denominada fiesta y ni fue consagrada con
la prohibición de labores ¿por qué se lee Halel completo? Para
publicar el milagro. (Arajin 10b)
Dijo R. Yehuda en
nombre de Shemuel: El Canto que está
escrito en la Torá lo pronunciaron Moshé junto a todos los israelitas
en el momento que
subieron del Mar (Rojo). ¿Y el Halel
quien lo pronunció? Los profetas del pueblo le establecieron a
los israelitas para que lo pronuncien por cada acontecimiento. Y
por cada desgracia que
-ojalá no- les acontezca, y cuando sean
redimidos lo pronuncien por la redimisión. (Pesajim 117a)
¿Dónde comienza el
Halel Hagadol (el gran Halel)? Rabí
Yehuda dice: Desde “Alabad” hasta “Sobre los ríos de Babel”,
(capítulo 136 Tehilim). ¿Y por qué se denomina el “gran Halel”?
Dijo R. Yojanán: Pues el Todopoderoso está sentado en las alturas
del Universo y reparte
alimentos a todas las criaturas. (Como
está escrito allí:
“Alabad al Señor del Cielo que da pan a
todas las criaturas” y esto es algo muy grande. (Pesajim 118a)
Y existiendo el gran
Halel, ¿por qué nosotros recitamos el otro
Halel? Pues contiene los siguientes cinco temas: la salida de
Egipto, la partición del Mar Rojo, la entrega de la Torá, la resurrección
de los difuntos, y las
dolencias que prologan la llegada
del Mashiaj.
La salida de Egipto
como leemos: (Tehilim 114) “Cuando
salieron los israelitas de Egipto”; la partición del Mar Rojo como
leemos: (ibid) “El mar vió y se escapó”; la entrega de la Torá
como leemos: (ibid) “Los montes bailaron como corderos” (durante
la entrega de la Torá);
la resurrección de los difuntos como
leemos: (116) “Caminaré frente al Señor en los países de la
vida”; las dolencias que prologan la llegada del Mashiaj como
leemos: (115) “No a nosotros Señor”. (ibid)
La comunidad que no
tienen quien les lea Halel, (en la noche
de Pesaj) se dirigen a la Sinagoga, leen el primer capítulo, vuelven
a sus hogares, comen, beben y retornan a la Sinagoga y completan
todo el Halel. (Toseita Pesajim 10,10)
CÓDIGO DE MORAL |
ORIGEN DE AVOT |
¿CUANDO SE LEE EL PEREK? |
FUENTES |
LA ÉTICA DE LOS
PATRIARCAS
“Avot”, literalmente
“Patriarcas”, conocida también como Pirke
Avot o en forma abreviada Perek y popularmente traducida, “La
ética de los Patriarcas”, es un tratado de Nezikin, la cuarta Orden
de la Mishná.
En su generalidad, la
Mishná es un código de leyes que gobierna
la vida judía; contiene en su mayor parte enseñanzas de carácter
legal, ritual y moral que fueron transmitidas en la forma de instrucción
oral de maestros a
alumnos a través de largos siglos. El
tratado de Avot es sin embargo, esencialmente de contenido sermonario,
y otorga expresión a
la moralidad y a la continuidad de
nuestra tradición. Su primera frase certifica precisamente: “Moisés
recibió la Ley del Sinaí y la transmitió a Yehoshúa; Yehoshúa a
los Ancianos y éstos a los Profetas y los Profetas la transmitieron
a los hombres de la Magna Asamblea”, (una corte compuesta de
120 hombres que retornaron del exilio de Babilonia con Ezra y
establecieron muchas leyes nuevas y reglamentaciones).
Pirke Avot es
una selección de máximas sobre conducta moral
en nuestra vida diaria y expresiones de alabanzas de la Torá. Estas
enseñanzas y dichos abarcan un período de 500 años y comprenden
los pensamientos y exposiciones de alrededor de sesenta Rabanim
que vivieron entre 300 años antes de la era actual y 200 después
de la misma. El período comienza con la época de Simón el Justo
y termina con Rabi Yehudá Hanasí, el compilador de la Mishná.
Pirke Avot
es pues, un compendio
de enseñanza moral, que reúne
la suma total de la experiencia de nuestros grandes sabios de muchos
siglos. Nos enseña una vida de piedad y justicia, amor hacia nuestro
semejante y reverencia al Creador; todas estas ideas y actos son
alcanzados con la ayuda del estudio de la Torá. Fue el Sabio Raba
quien afirmó:
“Quienquiera convertirse en piadoso debe dedicarse
al estudio de las palabras de avot” 1.
Avot
es el título con que
se designan en la Mishná a Pirke Avot.
Este término, que en
la Escritura se aplica a los tres Patriarcas
Abraham, Isaac y Yacob, los antepasados del pueblo judío, ha sido
ampliado para incluir a los grandes maestros y a los hombres famosos
de la nación que
transmitieron la Torá, sus tradiciones y
enseñanzas para la posteridad. Ellos se convirtieron en los patriarcas
espirituales del pueblo, en sus guías y padres.
El tratado Avot
en la Mishná, comprende cinco capítulos pero
en el curso del tiempo le fue agregado un sexto (incluso en el Libro
de Oraciones) conocido como “El capítulo de la
adquisición de la Torá”, en razón de sus primeras palabras, la
Beraitá de R. Meir. Estas Beraitot o “enseñanzas externas” se
aproximan a la Mishná en autoridad. Este capítulo le fue agregado
a los cinco de la Mishná debido a la costumbre de utilizar a Avot
como lecciones de lectura en las largas tardes de los seis Sábados
entre Pesaj y Shavuot.
Originalmente, la
lectura de Pirke Avot se destinó a los Sábados
que median entre Pesaj y Shavuot pero, en el transcurso del tiempo
fue extendida a todos los largos Sábados de los meses de verano
hasta Rosh Hashaná. Son muchas las razones que se han dado por
la selección del período original. El Midrash Shemuel adelanta la
opinión de que la lectura fue introducida antes de Shavuot, festividad
que celebra la entrega
de la Torá, para que la gente pudiera
estudiar y así adquirir el necesario conocimiento de cómo preservar
la Torá, compenetrarse de su espíritu y comprender los principios
requeridos para la aplicación de la Torá en la vida diaria. ¿No
ha sido Simón el Justo el que ha dicho en el primer Perek: “Sobre
tres cosas el mundo
está basado: la Torá, el oficio en el Templo
y la práctica de la caridad?”2
El estudio o lectura
de un capítulo de Pirke Avot en cada Shabat
fue ya probablemente una costumbre en Babilonia y Avot es el
único tratado de la Mishná que ha sido íntegramente incluído en
nuestro Libro de Oraciones.
Cada capítulo de
Pirke Avot es precedido – en el Libro de Oraciones –
por un pasaje que
proviene de una Mishná3 que comienza Kol Israel
Iesh Lahem Jelek
LeOlam Avá
y cierra con una sentencia tomada
de otra Mishná4 que comienza Rabí Janania Ben Akeshia.” Ambos
pasajes se refieren a
las obligaciones y privilegios especiales de Israel en
calidad de pueblo de la Torá y como nación sagrada, y dan una
apropiada introducción y conclusión a cada capítulo.
Pirke Avot
se ha convertido en
una de las fuentes de estudio de
mayor elevación y popularidad en la vida judía. Shabat tras Shabat,
dice el extinto Rabino
Jefe Hertz en su comentario sobre Avot,
los padres estudiaron estas sabias y edificantes máximas con sus
hijos, y se empeñaron en su aplicación moral, con el resultado de
que las palabras se convirtieron en parte de la vida y del habla
judías. El más humilde trabajador judío que carecía de medios y
no tenía oportunidad de profundizar en el estudio del Talmud,
tenía su Sidur y era por lo general muy versado en los capítulos
de Avot reimpresos allí.
La influencia del
Pirke Avot en la formación del carácter del
judío ha sido tan amplia como benéfica.
1 B.
Kamá 30a.
2
Avot 1,2.
3
Sanh. 10,1.
4 Mac. 3,16.
¿Cuál es el motivo que
este tratado se denomina Avot (Padres)?
Creo que se debe a que
se trata de advertencias y sermones, y quien
orienta a su compañero
por la buena senda se lo considera como si
él fuera su padre …
Resulta que todos los Tanaim que son citados en
este tratado se han
convertido en “padres” de todos aquellos que
quieren acatar sus
orientaciones.
(Midrash Shemuel 1,1)
Encontré escrito lo
siguiente: “¿Cuál es el motivo de la cos-
tumbre de leer este tratado – Avot – en la época que media
entre pesaj y Shavuot, un capítulo cada Shabat? Debido a que
el clima es más cálido en esta época, y se despiertan los deseos
y placeres mundanos, dominando el genio del mal, establecieron
el estudio de este tratado que está lleno de advertencias Y sermones
que alientan a la
persona a la virtud y vigorizan al buen
genio a que venza la trama del mal genio.” Otro escrito encontré:
“Por cuanto en Shavuot
fue entregada la Torá, y quien la estudia
debe conocer sus métodos de aprendizaje y comportamiento posterior a
su estudio,
establecieron este estudio antes de Shavuot a fin de que cada
uno se prepare para
ello”.
(Midrash Shemuel
-prólogo)
¿Cuál es el motivo que
prologaron este tratado con la Mishná
que enuncia “Todos los israelitas poseen una parte en el mundo
venidero”? Siendo que todas estas advertencias fueron entregadas
a Moshé en el Sinai, y es posible que cuando la persona se entere
de estas exigencias le pese, tal fuere una carga muy pesada, de
modo que tal vez renuncie a la Misericordia, en la creencia que
nunca ha de merecer la vida del mundo venidero hasta que no
haya cumplido con todas las prescripciones de este tratado, y
en la convicción que aunque sea una pequeña parte de estos enunciados
es demasiado difícil
para cumplir, y con mayor razón todos
juntos, por lo que ha de renunciar a esas prácticas y a merecer
la vida del mundo venidero. Por eso prologaron esta Mishná
para enseñar a todos lo israelitas que cada uno tiene reservada
su parte en el mundo venidero, aún cuando no cumpla con la
totalidad de los enunciados. (Midrash Shemuel -prólogo)
LAS PLEGARIAS DE SELIJOT |
FUENTES |
El mes de Elul que
precede a los Yamim Noraim, ha sido definido
como un período de
intenso examen de conciencia y preparativos
para los “Días
Solemnes”. Nuestros Rabanim leyeron en
las cuatro letras que forman la palabra Elul (????), la
abreviatura de
Aní Ledodí BeDodí Lí (???
????? ????? ??)1.
“Yo soy para mi amado
(D-s) como El lo es
para mí”, dando así expresión al objetivo de
este mes. El
significado del mes de Elul está expresado en especiales
y devotas plegarias
llamadas Selijot, las cuales son recitadas en la parte
final del mes (como se refiere más adelante) y durante los Diez
Días de Penitencia.
Estas plegarias son
súplicas a D-s para que nos perdone por
nuestros pecados y son a la vez promesas de enmienda. Ellas colaboran
en despertar nuestra
conciencia judía, en preparamos para
recibir los próximos Iamim Noraim, y en dirigir nuestros pensamientos
hacia un propósito y un fin más elevado de vida. El verbo Selaj,
que significa perdonar, aparece muchas veces en la Biblia en conexión
con oraciones de
perdón. Moisés pidió a D-s que perdonara
a la nación por el pecado de maledicencia de los espías, diciendo:
Sláj Na Lehavón Hahám HaSé.2 Oraciones similares pidiendo
perdón
fueron vertidas por
Yermiya,3 Yeshaya,4 Amos5 y otros. Parece que
el
término Selijot proviene del Libro de Daniel,6 al exclamar
Daniel
en su plegaria en Babilonia, “al Señor nuestro D-s pertenecen la
compasión y el
perdón”. Todas estas citas demuestran la enorme
importancia que
algunas de las más grandes figuras bíblicas han
adjudicado a la
plegaria de Selijá.
Cuando nuestras
oraciones fueron definitivamente fijadas por los
hombres de la Magna Asamblea y ellos redactaron el Shemoné Esré,
incluyeron en ella una
oración de Selijá: “Perdónanos, oh Padre
Nuestro porque hemos
pecado; discúlpanos, oh Nuestro Rey, porque
hemos transgredido”.
Respecto al origen de
las Selijot, el Midrash tiene la siguiente
historia ilustrativa: 7 El Rey David estaba profundamente preocupado
de cómo Israel podría
una y otra vez obtener el perdón del
cielo por sus repetidas faltas. Y es así que el Santísimo, Alabado
Sea, le dijo: “Toda vez que Israel se sienta afligido por sus pecados,
que vengan ante Mí
unidos en la oración, que confiesen sus
faltas y pronuncien la oración expiativa especial, las Selijot, y Yo
los perdonaré”. R. Yojanán comenta en el Talmud8 que esto fue
revelado en los Trece Atributos de la Misericordia Divina, que son
las frases dominantes
de la Selijot y en todas las oraciones de
arrepentimiento: (1)
El Señor, (2) El Señor, (3) D-s, (4) Misericordioso
(5) y clemente, (6)
lento en ira y (7) abundante en benevolencia,
(8) y Verídico; (9)
que provee con benevolencia hasta la milésima
generación, (10) que
perdona la iniquidad, (11) la transgresión,
(12) y el pecado, (13)
limpiando a los que se arrepienten … 9
Estas características
Divinas fueron proclamadas a Moisés
– y como R. Yojanán
figurativamente lo expone, – “El Santísimo,
Alabado Sea, lo cubrió
con el Talit, tal fuera el Lector de una
congregación y le
mostró a Moisés el Seder HaSelijot, el orden
de las Oraciones del
Perdón. El le dijo:
Toda vez que Israel
peque, que pronuncien estas plegarias ante
Mí y Yo los perdonaré”.10
Además de ser llamadas
comúnmente Selijot, “Plegarias del Perdón”,
y Tajanunim
“Súplicas”, muchas de estas Selijot son también
conocidas por nombres especiales aunque el significado de algunas
no está completamente claro. Está la Petijá, la Selijá de
apertura;
una Selijá cuyos pasajes son cantados alternativamente por el Jazán
y la congregación; la
Selijá de dos versos; una Selijá de tres versos;
una Selijá
completa de cuatro versos,la Hakedá, una composición que
se refiere al
sacrificio de Isaac, y una oración de súplica que generalmente
se encuentra al final
de las Selijot. Preeminente entre las Selijot, además
de Shelosh Esré
Midot, “Los Trece Atributos de la Misericordia”, es el viduy,7
“una confesión de pecados”, que comienza por lo general con la
palabra Ashamnu, “nosotros hemos pecado”, etc.
Hay Selijot
fijas para cada uno de los días de Selijot; y para la
noche de Rosh Hashaná, las hay numerosas. La Selijá más destacada
de ese día es Sajor Berit, compilada por la gran autoridad rabínica,
Rabenu Gershon Ben
Yehuda, “la Luminaria del Exilo”, como reverentemente fue llamado y que vivió en
el siglo X. El primer
verso de esta
Selijá dice: “Recuerda el Pacto con Abraham y las
ataduras de Isaac y
haz regresar a los exiliados descendientes de
Yacob. Ayúdanos por el
favor de Tu nombre. De un exilio a otros
hemos deambulado pero
a la Torá nunca hemos olvidado”.
Comenzamos a leer las
Selijot en el domingo anterior a Rosh
Hashaná. Si, no obstante, la Festividad cae en lunes o martes,
comenzamos a decir
Selijot el domingo de la semana precedente.
Como estas oraciones deben ser pronunciadas por la mañana temprano,
ha surgido la
costumbre en muchas congregaciones, de leer
la primera Selijot el Sábado después de la medianoche. Los Sefaradim
comienzan a decirlas ello de Elul y continúan mañana y noche durante todo el
mes.
1 Ganzfried, Kitzur Shuljan Aruj,
Cap, 128; Shir Hashir.
6,3
2 Bamid. 14, 19.
3 Yirm. 31,34.
4 Yesh. 55,7.
5 Amos 7,2.
6 9,9.
7 Tana Debé Eliyahu
Zuta, Cap. 23.
8 R. Hash. 17b.
9 Shemot 34,6.
10 R. Hash. 17b.
Al Señor nuestro D-s
le son propias las compasiones y las
piedades.
(Daniel 9.9)
“Y pasó el Señor al
frente y exclamó” Dijo R. Yojanán sino
fuera que este texto está explícito en el versículo, no lo podría
afirmar. Deducimos de aquí que el Señor se cubrió con el Talit,
tal fuera el Lector de la Congregación y le mostró a Moshé el
orden de las Oraciones del Perdón. Y le dijo: Toda vez que
Israel peque, que pronuncien estas plegarias ante Mí y Yo los
perdonaré.
El Eterno, el Eterno:
Yo soy (misericordioso) antes que pequen;
Yo soy
(misericordioso) después que han pecado y enmiendan
sus actos.
“D-s misericordioso y
clemente” Dijo R. Yehuda: Existe un
pacto respecto a estos Trece Atributos de la Misericordia Divina
que cuando los israelitas los invocan no serán denegadas sus plegarias.
(Rosh Hashaná
17b)
R. Elazar dice: No
podemos afirmar que “limpia” pues está
escrito que “no limpia”. Tampoco podemos afirmar que “no
limpia” pues está escrito “limpia”. ¿Cómo poder explicarlo?
Limpia a los arrepentidos que enmiendan sus actos; y no limpia
a los que no enmiendan sus actos. (Yoma 86a)
Ruégote perdones la
iniquidad de este pueblo, según es grande
Tu misericordia y según has sido indulgente para con este pueblo
desde Egipto hasta aquí. Y respondió el Señor: “Yo he perdonado
conforme a tu
palabra”. (Bamidbar 14. 19-20)
El ilustre Maestro R.
Yitzjak Luria (Arí) de bendita memoria
escribió: Leemos (Shemot 21.13): “Cuando no lo hiciere premeditada
e intencionalmente,
sino que el Señor le hiciere caer en
su mano. Yo te señalaré el lugar adonde habrá de huir”.
Este verso incluye en
acróstica el vocablo Elul, para señalamos
que este mes es propio
para arrepentirse y enmendarse de todos
los pecados cometidos,
y en especial de todos los pecados cometidos
sin intención ni
voluntad.
Dijeron también los
exégetas de las alusiones, leemos (Devarim
30.6): “El Señor, tu
D-s, circuncidará tu corazón y el corazón
de tu simiente … ”
Este verso que incluye
en acróstica Elul, alude a la importancia
de enmendarse durante
este mes, a fin de purificar el corazón.
Leemos (Shir Hashirim
6.3) “Yo soy de mi amado, y mi amado
es mío!”
En este verso
encontramos también el acróstico de Elul, que
alude a la importancia de las plegarias y las súplicas en este mes.
Leemos (Esther 9.22):
“Haciéndolos días de banquete y regocijo,
y de enviar presentes
los unos a los otros. y de hacer dádivas a
los pobres”.
El acróstico Elul de
este verso indica la necesidad de aumentar
las dádivas a los pobres durante este mes.
(Kitsur Shuljan Aruj
128.1)