Isaac – La fuerza de la continuidad

Fuente: Pixabay

RECORRIDOS BÍBLICOS

Sueños, Dilemas y Decisiones del Liderazgo Judío en la Biblia Basado en el original “Biblical Journeys” de Menachem Persoff

Adaptación y Traducción al Español Shai Ben Mordechai (Rosenblum)

La Fuerza de la Continuidad

Creado y redactado por Aliza Moreno Goldschmidt

Perfil
de un lider
Reseña Punto
de Reflexión
Dilemas

Isaac – Perfil de un líder

Ascendencia: Hijo de Abraham y de Sara.
A pesar de no haber sido el único hijo de Abraham fue su único heredero – material y espiritual.
Lazos familiares: Hermano de Ismael (hijo de Abraham y de Agar, la sierva de Sara).
Esposo de Rebeca (Rivka), hija de Betuel.
Padre de Jacob (Iaakov) y Esaú (Esav).
Sus viajes: Hebron
Grar
Sitná
Rejovot
Beer Sheva
Su mensaje: El mensaje fundamental que nos presenta la vida e historia de Isaac es la promesa divina a lo largo de las generaciones, a cause de los méritos de los ancestros. Así habló Di-s a Isaac:
“Multiplicaré tu simiente como las estrellas de los cielos, y daré a tu simiente todas esas tierras; y bendecidse han en tu simiente, todos los pueblos de la tierra. Porque escucho Abraham mi voz, y cuido mi mandamiento, mis preceptos, mis ordenanzas y mis leyes”. Génesis 26, vers. 4-5.
Sus enseñanzas: Fidelidad a las tradiciones.
Obediencia a los padres.
Valoración a la continuidad.
Amor y fidelidad a su única mujer (a pesar de estar permitida y difundida la poligamia).

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Reseña

Isaac fue el hijo de la ancianidad de Abraham y Sara, la cual fue estéril hasta su llegada. Gozó de un amor devocional por parte de sus padres y de la protección
constante de éstos. Años después de morir su madre, envía Abraham a su siervo Eliezer en busca de una mujer, para que Isaac no desposara a una mujer
cananita. Así es como a la edad de cuarenta años une Isaac su vida a la de Rivka, la hija e Betuel. Un gran amor une a esta pareja desde el principio. Tras
veinte años de esterilidad, Rivka e Isaac conciben una pareja de mellizos: Esaú y Jacob, siendo éste último el heredero fundamental de Isaac.

El personaje de Isaac es uno de los grandes enigmas tanto del texto bíblico como de la tradición judía milenaria y su exégesis. Isaac ha sido coronado con el
mérito de ser uno de los tres patriarcas del pueblo judío y, sin embargo, la grandeza de sus actos no obvia ni tampoco sobresale en el ámbito del relato bíblico.
En cierta forma parecen incluso verse ensombrecido por los caminos innovadores y hasta revolucionarios de su padre Abraham y su hijo Jacob.

Isaac no trae consigo ideas teológicas novedosas, ni vivencia aventuras distintas a las de su padre. De hecho, los grandes conflictos de su vida parecen
ser no más que una repetición de la historia de su padre: la esterilidad de su mujer, el conflicto de una herencia única ante dos hijos, el conflicto ante el rey Avimelej donde mintió diciendo que su mujer era su hermana, etc.

La grandeza de Isaac consistió justamente en su capacidad de continuidad: El gran mensaje de Abraham y sus valerosos actos hubiese desaparecido en la memoria humana de no haber existido quien continuase con ellos con tan rigurosa fidelidad como lo hizo Isaac. La perpetuidad es fruto de la constancia a través
de las generaciones. En muchos casos es incluso más sencillo ser innovador que continuador, pues esto conlleva poder, grandeza, ser sobresaliente y admirado. Por otro lado, prolongar corresponde al valor real de la humildad y es el único que asegura la existencia. Si profundizamos, podríamos concluir que una de las principales aspiraciones del pueblo judío es y ha sido seguir tras los pasos Isaac: cuidar, valorar y ser constante en la tradición.

A pesar de ésta característica dominante en la personalidad de Isaac, vale la pena destacar dos puntos en su vida, los cuales sin contradecir los pasos de su
padre, lo convierten en un personaje único: De todos los patriarcas, Isaac fue el único que nunca salió de la tierra de Israel. Además, a diferencia de la
costumbre de su tiempo (incluyendo su padre Abraham y su hijo Jacob), fue completamente fiel a su cónyuge y no conoció mujer fuera de Rivka. Ambos éstos, valores que se infundirían en la tradición judía a lo largo de los años: el lazo inmanente a la tierra de Israel (incluso en años de sequía no bajó a Egipto,
a diferencia de su padre) y la monogamia.

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Punto de Reflexión

El episodio:

La famosa historia del “sacrificio de Isaac” es relatada generalmente desde el punto de vista de Abraham, siendo destacadas su fortaleza espiritual y su fidelidad incondicional a la palabra divina. Sin embargo, es ineludible que dicho también incumbió, obviamente, a Isaac. A continuación intentaremos hacer un análisis de dicho suceso desde la perspectiva de Isaac.

“Fue después de estos hechos, que Di-s probó a Abraham. Díjole:’¡Abraham!’, él dijo: ‘Heme aquí’ Dijo: ‘Toma ahora a tu hijo, a tu único, a quien amas, a
Isaac, vete a la tierra de Moriá, y ofrécelo allí por holocausto, sobre una de las montañas que te diré’. Madrugó Abraham, por la mañana, cinchó su asno, tomó sus
dos mozos con él, y a Isaac su hijo, partió leños de holocausto, levantóse, y fuese al lugar que díjole Di-s. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vió
el lugar lejos. Dijo Abraham a sus mozos: ‘Quedaos aquí con el asno, yo y el mozo iremos hasta allí, nos arrodillaremos y volveremos a vosotros’. Tomó
Abraham leños de holocausto, y puso sobre Isaac, su hijo; tomó en su mano el fuego y el cuchillo; marcharon ambos untos. Habló Isaac a Abraham, su padre, y
dijo: ‘¡Mi padre!’ Dijo ‘Heme aquí, hijo’, Él dijo: ‘He aquí el fuego y los leños, ¿pero dónde está el carnero para el holocausto? Dijo Abraham: Di-s proveerá, el carnero para el holocausto, mi hijo. Y marcharon ambos juntos. A éste versículo explica Rashi:…Y aunque entendió Isaac que será sacrificado, sin embargo, continuaron yendo juntos, con un solo corazón.

Llegaron al lugar que díjole Di-s, y Abraham construyó allí el altar, ordenó los leños, ató a Isaac su hijo, y púsole en el altar sobre los leños. Tendió Abraham su
mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Llamóle un ángel del Eterno desde los cielos, y dijo: ‘¡Abraham, Abraham!’ Él dijo: ‘Heme aquí’. Dijo:’No
tiendas tu mano al mozo, y no le hagas nada, pues ahora sé que temeroso de Di-s Eres tú, y no escatimaste de mí a tu hijo, a tu único Alzó Abraham sus ojos,
y ció que había un carnero que estaba trabado con sus cuernos en el matorral; fue Abraham, tomó el carnero, y ofreciólo por holocausto en lugar de su hijo.
Llamó Abraham ese lugar: El Eterno verá, como se dice hoy:’En la montaña el Eterno aparecerá’. Llamó un ángel del Eterno a Abraham, por segunda vez,
desde los cielos, y dijo: ‘Por mí juré, palabra del Eterno, que por cuento hiciste esta cosa, y no escatimaste a tu hijo, a tu único, te bendeciré, multiplicaré mucho tu simiente, como las estrellas de los cielos, y como la arena de la orilla del mar…”

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Dilemas:

¿La petición que hizo Di-s a Abraham de sacrificar a Isaac fue una prueba para éste exclusivamente o para ambos?
¿Por qué el texto bíblico ignora la participación y los sentimientos de Isaac en éste episodio?
Teniendo en cuenta que Isaac no era un niño y lo más seguro es que fuese mucho más fuerte que su anciano padre ¿Por qué se dejó atar por su padre? No fue Isaac quien oyó la orden divina, ¿Por qué se mantuvo pasivo y ni siquiera cuestionó la razón de actuar de su padre?

¿Cómo se puede explicar que la Biblia adjudica todos los méritos a Abraham únicamente? ¿Por qué sólo Abraham se hace acreedor a la bendición
del Eterno, después de haber superado la prueba?
Comentarios referentes a los dilemas:
Éste episodio, además de estremecedor, se presenta supremamente simbólico referente a las personalidades y funciones de ambos personajes participantes. Abraham representa el aspecto activo y creativo: Di-s le manda y él toma acción inmediata sin cuestionar. Isaac, por su parte, representa el aspecto pasivo y
absorto. Su padre lo guía y él va a ojos cerrados a su lado; confianza absoluta, reverencia profunda.

A pesar de no ser mencionado de forma explícita, al reflexionar al respecto se hace obvio que la prueba fue para ambos – quienes representan a fin de cuentas, los dos lados de la moneda de la fe. Por lo tanto la recompensa incumbe a ambos: la bendición de la continuidad, la promesa de la existencia eterna. En cierto sentido ésta promesa es en realidad la consecuencia inherente a la combinación de sus características: por un lado la innovación que incentiva y por el otro la fuerza de la constancia que asegura la continuidad.

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Producción y
Dirección General

Iair Rubin

Agencia
Judía para Israel
Departamento
de Educación Judía Sionista
Unidad
de Programas y Materiales Educativos

Jerusalem
1999

Comisión
Coordinadora de la Publicación:

Eliahu
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Iosi Goldstein

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Rubin

Shai
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Liza
Barnea

director
de la unidad

rafi
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