No
tengas envidia de los hombres malos, y no desees estar con ellos, 2
porque su corazón medita la violencia, y sus labios hablan y (de hacer)
agravio. 3
Con la sabiduría se edifica la casa, con la inteligencia se afirma; 4
y con ciencia las cámaras se llenan de toda suerte de alhajas preciosas
y hermosas. 5
El hombre sabio es fuerte y el hombre de ciencia va aumentando su poder. 6
Porque con ingenio puedes hacer tu guerra; y en la muchedumbre de los
consejeros hay victoria. 7
Cosa demasiado alta para el necio es la sabiduría: en el tribunal no
abre su boca. 8
El que maquina el hacer mal, será llamado hombre de inicuas intrigas. 9
El propósito de los necios es pecado; y una abominación para los
hombres es el escarnecedor. 10
Si desfallecieres en el día de adversidad, escasa es tu fuerza. 11
¡Libra a (los inocentes) conducidos a la muerte!, y a los que van con
pasos vacilantes a la ejecución, ¡oh si los detuvieras! 12
Si dijeres: "¡Nada sabíamos de esto!", ¿acaso no lo observa
Aquel que pesa los corazones? Sí, el que vigila sobre tu alma (Él lo)
sabe: y Él volverá a cada hombre conforme a su obra. 13
Come, hijo mío, la miel, porque es buena, y el panal es dulce a tu
paladar. 14
De igual modo aprende tú la sabiduría en beneficio de tu alma; si (la)
hallares, tendrás un porvenir, (dichoso), y tu esperanza no será
frustrada. 15
¡No pongas acechanzas, oh hombre inicuo, contra la habitación del
justo; no asueles su lugar de descanso!, 16
pues aunque el justo cayere siete veces, él se levantará; pero los
inicuos serán derribados por el mal. 17
Cuando cae tu enemigo, no te alegres; cuando tropieza, no se regocije tu
corazón, 18
no sea que el Señor lo vea, y Le desagrade, y aparte Su ira de sobre él. 19
No te enojes a causa de los malhechores, ni tengas envidia de los
inicuos, 20
porque no habrá porvenir para el hombre malo: la candela de los inicuos
se apagará. 21
¡Hijo mío, teme al Señor y al rey; y no te asocies con los
sediciosos!, 22
porque de repente surgirá su calamidad: y nadie sabe cuándo será la
destrucción de entrambos a dos (tanto de los que no temen al Señor
como de los que no temen al rey). 23
También éstos son (dichos) de los sabios: El hacer acepción de
personas en el juicio no es bueno. 24
A aquel que dijere al inicuo: "Tú eres justo", los pueblos le
maldecirán, y las naciones le execrarán; 25
pero los que censuran (la iniquidad) tendrán felicidad; y sobre ellos
vendrán los parabienes. 26
Besarán los labios de aquel que da respuestas acertadas. 27
Apronta tu obra afuera, y prepáratela en el campo; después edificarás
tu casa. 28
No seas sin motivo testigo contra tu prójimo, ni (le) engañes (al
juez) con tus labios, 29
No digas: "Según hizo conmigo, así le trataré a él; pagaré al
hombre conforme a su obra." 30
Junto al campo del hombre perezoso pasé yo, y junto a la viña del
hombre falto de entendimiento; 31
y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, su faz estaba
cubierta de ortigas, y su
cerca de piedras estaba derribada. 32
Y al ver esto, me puse a reflexionar; miré, y recibí instrucción: 33
¡Un poco (más) de sueño, un poco (más) de adormecimiento, un poco más
de cruzar las manos para dormir; 34
y tu indigencia vendrá cual salteador, y tu necesidad como hombre
armado. |
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