PERASHAT : VAETHANAN

CAPITULO 5:1-30

 

Versículo 1: “CONVOCO MOSHEH A TODO ISRAEL.."

Esta convocatoria incluía también a un grupo de personas presentes durante la entrega del Decálogo en Sinai, cuarenta años antes; ya que, muchas de aquellas, menores de veinte años a la ida de Egipto, habían sobrevivido hasta este momento. La generación “castigada’ sólo incluía a los hombres en edad militar, o sea a partir de los veinte años.

Por lo tanto Moshéh en esta convocatoria va a construir el es1abón inicial de la enorme cadena de la Tradición del Pueblo de Israel, enunciará nuevamente el Decálogo, pero esta vez como recordatorio de la Revelación unívoca en Sinai, simultáneamente ante testigos presenciales y ante la nueva generación nacida con posterioridad en el desierto. Lo hará minuciosa mente, recalcando la presencia de todo el pueblo Israel.

La nueva generación deberá relatar el Decálogo y la Revelación a la siguiente como un hecho histórico presenciado por ellos mismos; en efecto, como reza el Versículo 3: “No solamente con nuestros padres había concertado Adonai este pacto, sino con nosotros: nosotros los que es tamos aquí hoy, todos nosotros vivientes”.

Versículo 3:”.;.TODOS NOSOTROS VIVIENTES”.

Moshéh rescata en este momento trascendental lo más importante del ser humano: su vida. La generación del desierto no está más. El judaísmo es un sistema de vida, revelado por “Elohím Haim -D’s. Eterno-, que nos ha entregado “Torát Haim” -Toráh de vida- y por medio de ella “Haié holam natah betojenu”, El ha implantado en nuestro ser la eternidad.

Versículo 4: “ROSTRO FRENTE A ROSTRO...”

“Sin ningún intermediario” (Ibn Hezra). Como figura en Deuteronomio 4:12, “...sonido de palabras vosotros oíais, empero imagen vosotros no veíais, solamente voz”.

Tal es el significado de  “panimbe fanim” (Karne Or).

Rabbenu Be propone una interpretación citada a su vez por el Midrash, que dice:

“Que D’s, en Sinai, Se reveló al pueblo de Israel según la fuerza espiritual de cada uno. Hubo quien Lo vió como guerrero, y quien como anciano...

Cabe recordar el  “Shir hacabod”, parte de la liturgia a la usanza ashkenazita, compuesto por Rabbí Iehudáh el hasid en base a este midrash. Citaremos algunos párrafos de sus versos:

Te imaginaron sin conocer Tu esencia, Te describieron en consonancia con Tus obras. Te concibieron en múltiples visiones, Mas eres Unico en todas Tus manifestaciones.

Te imaginaron como anciano y como joven, Describieron Tu juventud y Tu vejez. (Mahzor para Rosh Hashanáh y Iom Quippur, versión castellana del Rabino Mordejai Edery, página 40).

Versículo 5: “...DICIENDO”.

Casi todos los exégetas coinciden en ubicar este término al final del versículo 4.

En cuanto a las ligeras diferencias lingüísticas que aparecen en esta enunciación del Decálogo respecto a la que figura en Éxodo 20, Ibn Hezra aconseja: “Y tú lector, no pongas mientes a las ‘palabras’, pues ellas se asemejan a los cuerpos, mientras que los significados son como el espíritu de la vida”. También comenta en Éxodo 20:1: “Has de saber que las palabras son como cuerpos y los siginificados como almas, y el cuerpo es continente del alma; por lo tanto es norma de todos los sabios, en cualquier lengua, retener los significados, sin preocuparse del cambio de palabras, de momento que el significado es similar”

Versículo 12: "OBSERVA EL DÍA DE SHABBAT...’

En Éxodo 20:8, figura “recuerda el día de Shabbat...”.

Según los sabios del Talmud, recordar el Shabbat quiere decir cumplir con aquellas mitzvot como el Kiddush al inicio y la Havdaláh al final del Shabbat.

Mientras que “shamor” ni -observa- hace referencia a las mitsvot “lo tahaseh”‘, como la prohibición de realizar cualquier trabajo.

Versículo 12: “...COMO TE HA ORDENADO ADONAI, TU D’S.”.

“Antes de la entrega de la Toráh en Maráh” (Rashi).Véase nuestro comentario a Éxodo 15:25.

Por su parte Hizzekuni trae un texto de la Haggadáh de Pésah como prueba contundente de que el Shabbat fue entregado en Maráh. En este pasaje, conocido como “Daienu”, el autor di ce: “Si El nos hubiese dado el Shabbat y no nos hubiera acercado ante el Monte Sinai, nos fuera suficiente”. De lo que l infiere que la ley de Shabbat no fue enunciada en Sinal sino en Maráh, como ya se ha dicho.

Versículo 15: “HABRAS DE RECORDAR QUE ESCLAVO FUISTE...”

Éxodo 20:11 afirma respecto al Shabbat:

“Pues en seis días hizo Adonai los cielos y la tierra...Por eso bendijo Adonai el día de Shabbat y lo consagró”.

Maimónides en la “Guía de los Perplejos”, Parte 2, Capítulo 31, nos recuerda que las ideas abstractas, así como las concepciones teóricas, no pueden mantenerse si no generan acciones concretas para fundamentarlas, difundirlas y perpetuarlas. Por eso D’s. nos pide en la Toráh “recordar y observar” el día de Shabbat. En el primer pasaje del Decálogo (Éxodo 20), la razón para el Shabbat es la Creación por El de todo lo existente. En Deuteronomio 5, en cambio, la razón es la liberación de la esclavitud egipcia.

Estas dos razones remiten a la concepción de “creación de un mundo nuevo”. No siendo más esclavos, podemos reposar el día séptimo, pero lo haremos en ese día por ser la culminación de la Creación, y simultáneamente recordaremos la Bondad de D’s. para con nosotros, y Su Benevolencia nos ayudará a implantar en nosotros la concepción teórica y la normalidad física de nuestros cuerpos.

Versículo 16: “...Y PARA QUE SEA BIEN PARA TI...”

Esta mención no figura en el pasaje del Decálogo de Éxodo 20. Ibn Hezra considera, junto con algunos Sabios del Talmud, que este ‘bien” se refiere al bien completo y definitivo que existe solamente en el mundo por venir.

Versículo 16: “...SOBRE LA TIERRA...”

Es norma de Sahadiah Gaón en su versión de la Toráh al árabe, interpretar “sobre la tierra que Adonai tu D’s. te da a ti...”, como un bien que recaerá sobre la totalidad de nuestra nación; mientras que: “...Para que se prolonguen tus dí as...”, sin la mención “sobre la tierra”, recaería sobre el individuo, no sobre el grupo (Véase Deuteronomio 22:7).

Versículo 17: “NO ASESINES...”

Los cinco mandamientos que se inician con éste, conocidos como “ben adam lahaberó” -afectan las relaciones entre el hombre y su prójimo-. Remitimos a nuestro comentario en Éxodo 20:13 y S.S.

Los cuatro últimos se relacionan al inmediato anterior por medio de la conjunción copulativa — “ve”, sugiriendo que todos los mandamientos conforman una ley indivisible, que no puede ser parcializada o reducida. Cometer un número menor de transgresiones no convierte a alguien en mejor ciudadano; cada uno debe orientar sus acciones hacia la preservación de la vida del prójimo en sentido amplio: su vida misma, su esposa y sus afectos, sus bienes y pertenencias (basado en Abarbanel).

Versículo 18: “Y NO DESEES...”

Los verbos “desear” y “codiciar” son casi sinónimos que se alternan en su uso (compárese con Éxodo 20:14). Algunos comentaristas insisten en que el “deseo” es una actitud del “corazón, una actitud mental que, si no se controla o cana liza adecuadamente, conducirá a un acto de posesión ilícita.

Por eso en opinión de los comentaristas, este último mandamiento, corolario de los anteriores, quiere fijar en nosotros la distinción entre la acción o el pensamiento y el deseo que genera la acción.

En palabras de la Toráh: “Pues cercana a está la cosa, mucho: en tu boca y en tu corazón, para cumplirla” (Deuteronomio 30:14). La Toráh quiere que el mundo interior coincida con lo que decimos y hacemos. No hay lugar para lo que nuestros sabios han denominado  “ahat bapéh veahat balev”, el doble discurso.

Versículo 19: “LAS PALABRAS ESTAS...

Después de un extenso análisis, Abarbanel concluye que se refiere al Decálogo en su totalidad.

Rabbí Simlai, en opinión minoritaria, considera que solamente los dos primeros mandamientos fueron escuchados por el pueblo “mipí hagueburéh” -por Revelación del Mandato Divino-, mientras que los ocho restantes los escucharon de boca de Moshéh, quien los repetía para el pueblo, tras recibirlos por Revelación Divina (T.B. Maccot 23B y 24A).

Abarbanel ofrece pruebas textuales de sus aseveraciones pero reconoce que, en lo sucesivo, Moshéh no volverá a repetir los dos primeros mandamientos en su forma original. Ello podría indicar que fueron percibidos con tanta claridad y nitidez por el pueblo, que no necesitaban repetición. En concordancia con Rabbí Simlai, Abarbanel deja entrever que los ocho mandamientos restantes fueron percibidos por el pueblo con menor intensidad.

Para la comprensión de los versículos subsiguientes, hasta el 26, sugerimos consultar nuestro comentario a Éxodo 20:16 y s.s.

Versículo 22: “Y AHORA, ¿POR QUE HABREMOS DE MORIR?...”

El autor de “Tseror Hammor”, interpreta que después de la conmoción espiritual de Sinai, nuestro pueblo toma conciencia de su dimensión y valoriza, con modestia, su capacidad espiritual. No se siente con la capacidad necesaria para una Revelación permanente, que sería en realidad la Profecía misma. Temen no poder sobrevivir a esta situación. En ocasión de un gran evento tomamos real dimensión de nuestra “pequeñez”. Pero en ello reside nuestra grandeza, pues no hay mayor grandeza que la valoración exacta de lo que somos. El auto sobre dimensionamiento no es más que un complejo que conduce a la soberbia y en última instancia a la destrucción.

La Palabra de D’s. es Vida. Moshéh será el portador de la Palabra de D’s., asegurando la vida del pueblo.

Versículo 24: “...Y TU HABLARAS CON NOSOTROS...”

El pronombre personal que traducimos como “tú” figura en nuestro versículo bajo la forma he brea “at”  Radak, en su tratado de gramática, establece la siguiente regla: que el pronombre  “attáh” se emplea para el masculino, y “at”  para el femenino, aunque este último puede usarse indistintamente para masculino y femenino, como ocurre en tres oportunidades en el Tanaj, a saber: en Números 11:15, en Deuteronomio 5:24 y en Iehezkel 28:14.

Versículo 26. “QUIEN LO DIERA...”

El Santo, Bendito El, no se impone al libre albedrío del hombre, porque de no ser así, no hubiese dicho El Santo, Bendito El, diera! (Minháh Beluláh).

La Toráh insiste en la libertad del ser huma no. La Fe no es compulsión, porque la compulsión es autoritarismo, y el autoritarismo destruye la esencia del ser humano. La Toráh es Vida. Los caminos que conducen al bien o al mal están abiertos, tanto como los caminos de la vida.

Versículo 26: “...PARA VENERARME...”

“Y no para tener temor de los castigos; así es la veneración auténtica (Minháh Beluláh).

Versículo 26: “...PARA OBSERVAR TODOS MIS PRECEPTOS, TODOS LOS DÍAS...”

“Por toda la eternidad, pues no ha de mutar D’s. ni cambiar Su Toráh” (Minháh Beluláh).

Versículo 28: ‘ TE REVELARE A TI: TODOS LOS MANDAMIENTOS, Y LOS FUEROS Y LAS LEYES...”

“...De lo que resulta que la mayor parte de la Toráh, en el Monte Sinai, le fue revelada a Moshéh; pero él se la transmitió a los hijos de Israel en el desierto de Sinai” (Ibn Hezra).

Versículo 28: “...QUE LES HABRÁS DE EN SEÑAR A ELLOS...”

“...Para que ellos entiendan la intención real, por eso el versículo no habla de transmisión o comunicación, sino de enseñanza” (Minháh Beluláh).

La Toráh debe enseñarse de manera esclarecedora, y no solamente transmitirse como meros enunciados o comunicados.

Versículo 29: “...NI A DERECHA NI A IZQUIERDA”.

La derecha representa el “exceso” y la izquierda el “defecto”. El que agrega algo a la Tor piensa que está haciendo el bien (Minháh Beluláh).

Versículo 30: “...PARA QUE VIVÁIS, Y SEA EL BIEN PARA VOSOTROS...”

“Porque a veces la prolongación de los días causa el mal a la persona; por eso agrega la Toráh “y sea el bien para vosotros” (Minháh Beluláh).

Nuestra generación está presenciando la prolongación dramática de la vida. Pero también, deberá enfrentar con valentía e imaginación la posibilidad de ofrecer una vida digna a nuestros ancianos, a cuya longevidad han contribuido tanto la ciencia como la sociedad.