PERASHAT : VAETHANAN

CAPITULO 4:1-49

 

Versículo 1: "Y AHORA ISRAEL, ESCUCHA...”

El pueblo de Israel no está librado a la “cruel dad” de la elección libre, sino más bien orienta doy alentado a optar por la elevación que resultará del cumplimiento de la Toráh.

D’s. está comprometido con Su pueblo, aconsejándolo y orientándolo permanentemente, como hace un padre con sus hijos.

Orientación y libertad no se contradicen.

Libertad sin orientación puede resultar en una “invitación al caos”. La Toráh viene a disipar con su luz la oscuridad y las tinieblas que re cubrían la Creación en los primeros instantes de su devenir.

Versículo 1: “...OS ENSEÑO...PARA CUMPLIR...”

Lo esencial del estudio es el cumplimiento de las mitsvot”. (Ibn Hezra).

Esta idea ya ha sido plasmada por los sabios de la tradición oral, que nos ha dicho, “veló hamidrash hu hahikar, ela hamahaséh’; el estudio interpretativo no es lo esencial, sino la acción. (Tratado de Principios 1:17).

No se puede ser judío solamente en teoría; la cultura judía no acompañada de una forma de vida activa, de cumplimiento y de compromiso con los pilares de nuestra Toráh, está condena da a desaparecer, sirviendo, en el mejor de los casos, para engrosar los estantes de las bibliotecas.

Versículo 1: “...PARA QUE HAYÁIS DE VIVIR...”

La supervivencia del pueblo judío no encierra ningún secreto. Si hay Toráh, hay vida. Nuestro pueblo vive y está asentado en la Tierra de Promisión.

Versículo 2: “NO HABRÉIS DE AÑADIR...”

A modo de introducción.

Las leyes de la Toráh no representan una venganza contra el mundo, sino más bien Misericordia, Amor irrestricto y paz para él” (Mishnéh Toráh. libro Zemaním, leyes de Shabbat Cap.2 Halajáh 3).

Maimónides nos invita a no interpretar la aparente rigidez de nuestro versículo, con una actitud estática, ajena al libre juego de la razón. El Legislador Divino ofrece a los hombres la mejor manera de llevar a la práctica una acción moral reconocida.

Maimónides codificará que, si bien no podemos añadir” ni “menguar’ nada sobre las palabras de la Toráh, los sabios de Israel están autorizados a erigir una vabla protectora en su derredor.

A modo de ejemplo cita el versículo que prohíbe “cocer al cabrito en la leche de su madre’. En T.B. Uulin 11 3A Rabbí Iosi Hagalili sostiene que dicha prohibición no afectaría a la carne de ave, ya que las aves no son mamíferos... Maimónides señala que, para evitar especulaciones osadas o interpretaciones literalistas que reducirían casi a nada el alcance de este versículo de Éxodo, los sabios del Talmud, conocidos como Rabbanán -nuestros maestros-, erigiendo una valla protectora alrededor de la Toráh, incluye ron, por propia decisión, la carne de ave en esta prohibición.

Como resultado, queda totalmente prohibido ingerir todo tipo de carne y leche simultáneamente (Mishnéh Toráh, Hiljot Mamrim Cap. 2 Halajáh 9).

Los sabios del Talmud siempre han distinguido explícitamente las mitsvot “de la Toráh’ de las mitsvot “de Rabban inferidas por los maestros del Talmud según las leyes de hermenéutica vigentes en el sistema de pensamiento talmúdico.

“Y lo instituido por nuestros sabios, como la ampliación de las ‘uniones matrimoniales prohibidas’ y casos similares, es un precepto de la Toráh el instituirlas; pero siempre y cuando sepa la persona que se trata de la valla protectora de la Toráh, y no de revelaciones por Mandato del Santo, Bendito El, en la Toráh” (Nahmánides).

Esta idea de Nahmánides se basa en la interpretación que hacen nuestros sabios del versículo: “Y habréis de cuidar Mi observancia...” (Levítico 1 8:30), según la cual los conductores espirituales del pueblo de Israel tienen el deber de erigir una “valla protectora” de contención en derredor de la Toráh y sus mitsvot.

Tal fue la intención de los sabios cuando recomendaron: “Erigid una valla para salvaguardar la Toráh” (Tratado de Principios Mishnáh 1).

Versículo 3: “VUESTROS OJOS, SON LOS QUE RABIAN VISTO LO QUE

HABLA HECHO ADONAI EN BAHAL PEHOR...” S.S.

Referencia a lo relatado en Números 25:1 y

Los hombres de Israel se desviaron horrorosamente, e incitados “por las hijas de Moab”, dieron rienda suelta a sus instintos bestiales, prosternándose ante el ídolo de Moab.

La idolatría es la transgresión más grave en la que puede incurrir un hijo de Israel; por eso la Toráh nos recuerda este episodio, ofreciendo nos un antídoto para liberarnos de la idolatría y el paganismo: la “debekut”, el permanecer adictos a D’s. profesándole amor sublime. Amor sublime es vida.

Versículo 5: “MIRA, OS HE ENSEÑADO... PARA ACTUAR AS! EN MEDIO DE LA TIERRA...” S.R Hirsh señala que el pueblo de Israel es el único de la tierra que recibe sus leyes antes de ocupar su territorio geográfico. Normalmente los pueblos van creando sus propias leyes una vez geográficamente instalados.

Mas aún, el legislador que entregó las leyes de la Toráh al pueblo de Israel, jamás pisó la tierra de Promisión. Tras su desaparición física fue sepultado sin haber cruzado el río Iardén. La Toráh no es un medio para conseguir la tierra de Israel, sino que la poseeremos todo tiempo que vivamos de acuerdo a sus normas.

Somos el pueblo de la Toráh, no el pueblo de la tierra.

Hasta aquí el comentario de S.R. Hirsh. Conviene recordar sin embargo, que el pue blo de Israel, asentado en su tierra, cuida su vida, desarrolla su esencia espiritual y defiende a sus hijos de las implacables persecuciones de las que fueron objeto en siglos pasados.

Necesitamos un pueblo, una Toráh, una tierra.

Versículo 6: ‘HABREIS DE OBSERVAR Y HABREIS DE ACTUAR...”

Según Rashi observar la Toráh quiere decir estudiarla.

De acuerdo a la religión de Israel el estudio de la Toráh es uno de los bienes supremos que la persona puede poseer.

Para un judío ser reconocido como un “talmid ajam’ - estudioso de la Toráh- constituye el más preciado de los títulos nobiliarios.

Versículo 6:”...YA QUE ELLA ES VUESTRA SABIDURIA Y VUESTRO DIS CERNIMIENTO...”

Literalmente, esto hace referencia a la Toráh, que quiere decir “enseñanza”.

Sin embargo, los sabios del Talmud (T.B. Shabbat 75A), interpretan este versículo como referencia a los cálculos de los movimientos solares y a las constelaciones.

En la literatura rabínica, las leyes referidas al calendario hebraico son llamadas “sod ha hibbur”, literalmente: el misterio de la gestación, en alusión al misterio de la armonización de los sistemas solar y lunar, base del calendario hebraico.

El autor de Toráh Temimáh nos recuerda que los precisos cálculos astronómicos de los sabios del Talmud para establecer las bases firmes de nuestro calendario (solar - lunar), desvirtuaron por completo las creencias astrológicas populares. Al preveer los precisos movimientos del sol, la luna y los astros, estos cálculos demostraron que responden a movimientos naturales -no dependen de su voluntad, pues carecen de ella- implantados por el Creador del Universo. Nada tiene que ver la astrología con la Fe pura de Israel. Y así lo expresa el profeta Irmiahu: “Así ha dicho Adonai: De las costumbres de las naciones no aprendáis, y de los signos del cielo no temais, pues temen las naciones de ellos...” (Irmiahu 10:2)

Rabbí Moshéh Vali, en un comentario más literal a este versículo, afirma: “Que la intención de Ds. es que haya prosélitos en el pueblo de Israel. y esto no es posible a menos que los prosélitos potenciales valoren a los hijos de Israel por su sabiduría. Esto habría ocurrido en la época del rey Salomón, ya que debido a su sabiduría, vinieron numerosos prosélitos a adherirse al pueblo de Israel. Entre ellos algunos reyes: Hiram, rey de Tsor (Tiro) y la reina de Shebá (Sa- ha)... Pues la sabiduría y la inteligencia de los hijos de Israel emana directamente del cumplimiento y la observancia de las mitsvot de la Toráh.

Versículo 7: “...D’S. CERCANO...

En palabras del salmista: “Cercano esta Adonai a todos los que Lo invocan, los que Lo invo can en verdad” (Salmos 145:18).

Este versículo nos recuerda la Inmanencia de D’s. La religión de Israel no reconoce elemen tos materiales capaces de acercar el hombre a D’s. El único medio para llegar a tan anhelada cercanía es la Verdad revelada por D’s. en la Toráh.

Versículo 8: “...FUEROS Y LEYES, JUSTOS...”

Según Rashi : leyes apropiadas y aceptables. Rabbenu Behayáh Ibn Pakuda, en su libro

“Hobot ha Lebabot” -Los Deberes de los Corazones- dice que la Toráh se compone de los siguientes preceptos: a) “mishpatím”: leyes lógicas aceptadas por nuestra mente analítica; y b) preceptos que por su profundidad nuestra mente no llega a escrutar, pero tampoco a rechazar por no ser contrarios a las buenas costumbres y normas del ser humano.

Versículo 9: “..NO SEA QUE VAYAS A OL VLDAR

La memoria colectiva del pueblo de Israel tiene que ser transmitida de generación en generación.

La salida de Egipto tiene que ser rememora da, así como la Revelación de Sinai; los hilos del talet tienen que ser vistos para recordar los preceptos de D’s. ..Según nuestros sabios (Tratado de Principios 111:8), aquél que olvida algo de su estudio religioso es considerado por la Escritura como si comprometiera su existencia. Se trata aquí del olvido voluntario, causado por el abandono y la negligencia; no incluye aquél debido a una fuerza mayor como enfermedad u otra contingencia forzosa.

Lamentablemente muchos jóvenes de nuestra generación están desligados de esa memoria colectiva, histórica, que nos retrotrae a los pies de Sinai y las riberas del Mar de los Juncos, recordándonos el logro de nuestra libertad y la elevación espiritual por la recepción de la Toráh.

Los conductores espirituales de esta última parte del siglo XX, deberán reconstruir inexorablemente esa memoria colectiva en la mente de nuestros jóvenes, so pena de asistir a una asimilación galopante. Hay que intensificar el estudio de la Toráh. Las así llamadas “escuelas lai cas judías” deberían reconsiderar su actitud y cambiar sus programas de estudio, para que no descuidemos nuestras almas, como lo pide el versículo.

Versículo 9: “...CUIDATE Y CUIDA TU AL MA, MUCHO...”

Versículo 15: " DE CUT MU CHO, POR VUESTRAS AL. MAS...”

Abarbanel, en un extenso comentario en marcado entre estos dos versículos, nos recuerda que el cumplimiento de las mitsvot resulta ría insuficiente si no tenemos conciencia cabal y nítida de que la Toráh nos fue revelada en Sinai por D’s., Creador del cielo y de la tierra.

Ese es el cuida do -excesivo- que la Toráh re quiere de nosotros. Estos versículos se dirigen a nuestra espiritualidad.

Los intentos de “secularizar” la Toráh aten tan directamente contra dicho pedido manifieste.

La importancia de las mitsvot radica en el hecho único en la historia de la humanidad que el Creador del universo ha acercado a un pueblo

-Israel- hasta los pies del Sinai, revelándole allí Su Toráh, llamada por las Escrituras u”n s “)iets haim”. No podemos comer el fruto del árbol y a la vez negar la existencia de su raíz.

Lo absurdo no puede ser el sistema rector de nuestra histeria.

En los versículos subsiguientes se vuelve a relatar con vehemencia e insistencia lo ya enunciado en los capítulos 19 y 2O de Éxodo (véase nuestros amplios comentarios a dichos pasajes).

Versículo 9: “...LAS HARAS CONOCER A TUS HIJOS Y A LOS HIJOS DE TUS HIJOS”.

Versículo 10: “EL DIA EN QUE ESTUVISTE DE PIE ANTE ADONAI TU D’S...”

El autor de “Toráh Temimáh” cita del Talmud Ierushalmi, Tratado Kiddushín, página 81, halajáh 7, la siguiente interpretación, basa da en la sucesión de los versículos 9 y 10: “Enseñaron nuestros sabios: todo aquel que escucha un pasaje de la Toráh de boca del hijo de su hijo, es como si la hubiere escuchado desde el Monte Sinai”

Hoy, más que nunca, necesitamos dramáticamente escuchar la Toráh de la boca “del hijo de nuestro hijo”. Debemos asumir nuestra responsabilidad para el logro de este noble fin.

Versículo 10: “...PARA QUE HAYAN DE APRENDER A VENERARME TODOS LOS DIAS...”

La finalidad de la Revelación de la Toráh en Sinai a todo el pueblo sin excepción había sido para que la Palabra Viviente quede grabada en primer lugar en el corazón de la personas y sólo después en las Piedras denominadas “luhot ha hedut” -Tablas del Testimonio-, símbolo de la implantación de la Palabra Viviente del Eterno en nuestro corazón. Según Irmiahu, D’s. volverá a implantar Su Toráh entre nosotros y “la escribirá en nuestro corazón (Irmiahu 31:32).

Por otra parte, la reverencia a Ds. que tiene que ser enseñada y estudiada, ha generado lo que en la enseñanza rabínica se llama el Musar. Su meta consiste en hacernos comprender las mitsvot como medio para un fin. Ellas constituyen los peldaños que nos conducirán hacia la Elevación -o sea la Reverencia a D’s.-. La Toráh es un sistema coherente y conducente, y debemos cuidar de no convertirlo en un “laberinto’ sin salida. Las personas que vivimos de acuerdo con la Toráh deberemos también desarrollar, para nosotros y nuestros hijos, una di de bondad y generosidad compatible con la Reverencia a D’s.

Rabbí Israel Salanter, en su libro Or Israel, toma como pilar de su enseñanza este versículo de la Toráh, desarrollando sistemáticamente las reglas y normas del aprendizaje para reverenciar a D’s (citado por el Rabino Elle Munk).

Versículo 12: “...SONIDO DE PALABRAS VOSOTROS OIAIS...”

“...La Palabra era dirigida a él (Moshéh) y ellos (el pueblo) oían la Voz Poderosa sin articulación de palabras,...y así dice el versículo: ‘so nido de palabras vosotros oíais, empero imagen vosotros no veíais, solamente voz’; no dice palabras vosotros oíais’. Y cada vez que en este con texto se hablada oír palabras, la intención es oír el sonido o la Voz. Empero Moshéh oía las palabras y se las transmitía a ellos; esto es lo que resulta del lenguaje de la Toráh y de la mayoría de las palabras de nuestros sabios, de bendita memoria” (Maimónides. Guía de los Perplejos Par te 2 Cap.33).

Versículo 14: “...ENSEÑAR A VOSOTROS...”

Según Rashi, esta enseñanza alude a la Tradición Oral.

Pues amén de la Toráh Escrita, con todas sus mitsvot, nuestro pueblo se rige por la interpretación que de ella hace la Toráh Oral.

Ha habido sectas judías como los Caraítas, que se ciñeron literalmente al texto escrito, negando la interpretación fundamental de la Toráh Oral. Ellas han desaparecido casi sin dejar rastros, mientras que la Toráh Oral ha producido una voluminosa literatura religiosa que sigue desarrollándose hasta el día de hoy. Centenares de miles de estudiantes de ieshivot dedican muchísimos años de sus vidas al estudio y desarrollo de la Toráh Oral, hermana gemela e inseparable de la Toráh Escrita.

Versículo 14: “...PARA CUMPLIRLOS VOSOTROS EN LA TIERRA...”

‘El deber de cumplir las mitsvot es absoluto y rige en cualquier lugar y en todo tiempo, empero, para un cumplimiento pleno de nuestra función, nos fue otorgada la Tierra de Israel para que podamos realizar nuestra misión como Pueblo de la Toráh, en la Tierra Nacional que nos pertenece” (S.R.Hirsh).

Versículo 15: “...YA QUE NO HABÉIS VISTO NINGUNA IMAGEN...”

Versículo 16: “NO SEA QUE DAÑÉIS Y OS HAGÁIS ESCULTURA, IMAGEN DE CUALQUIER FORMA...”

El pueblo de Israel, a los pies del Sinai, no ha tenido una visión sensorial de lo que estaba ocurriendo; no captó la grandeza del momento por medio de sus sentidos.

Según nuestros sabios alegoristas, cuando los cinco sentidos de cada persona llegaron a percibir la oscuridad y las tinieblas que envolvían la montaña, se liberó la luz, que es el alma de cada persona, y captó extra sensorialmente la gran odiosidad del momento. Por eso el versículo 15 di ce: “Ya que no habéis visto ninguna imagen”.

Al pueblo de Israel se le prohíbe la representación de lo vivido en ese momento mediante es cultura o imagen.

Representar lo sublime por medio de “madera o piedra”, implica dañar la grandiosidad, con virtiéndola en algo pequeño, limitado, salido de “la manipulación de nuestros dedos”, contrario a la Fe de Israel. Ser portador de este mensaje le ha acarreado mucho sufrimiento a nuestro pueblo a lo largo de su historia.

Según nuestra firme esperanza “haelilim carot, icaretún’ -los ídolos serán destruidos-. La historia de la humanidad llegará a su punto culminante cuando entienda que la idea de D’s. no puede ser limitada, ni fabricada”, ni “reducida” ala voluntad del hombre.

Por el contrario, la voluntad del ser humano debe someterse, en un acto de fe, a la Voluntad del Creador..

Versículo 19: “...LOS QUE HA ASIGNADO ADONAI, TU D’S., PARA TO DOS LOS PUEBLOS, BAJO TODO EL CIELO”.

Cuando D’s. creó los luminares en la extensión de los cielos, les asignó varias funciones:

iluminar con su luz al universo, servir de elementos para medir el tiempo y para regular las estaciones del año, así como las labores agríco las del hombre (Génesis 1:14 y 15).

De ninguna manera debe el hombre convertirlos en objeto de culto, como la idolatría ola astrología. Cada pueblo decidirá si desea usar la bendición de la luz de los astros y luminares para el desarrollo de sus vidas, controlando y so metiendo las fuerzas físicas que ellos represen tan, o si van a someterse a ellos, esclavizando su mente y su razón por creer en su divinidad.

Hizzekuni acota que “es desgraciado y lamentable ver a la persona prosternarse ante el elemento que ha sido creado para servirlo”.

En esta línea de pensamiento, el profeta Irmiahu pide al pueblo de Israel no temer los signos del cielo, como lo hacían las otras naciones de la época (Irmiahu 10:2).

Versículo 20: “...CRISOL DE HIERRO...”

Este versículo entiende que la esclavitud egipcia había servido para purificar al pueblo de Israel, liberándolo “de sus escorias’ y poniéndo lo al servicio de D’s.

Según la interpretación literal de Rabbí Hakiva los egipcios inmolaban a los hijos de Israel, quemándolos en hogueras, llamadas en nuestro versículo “crisol de hierro” (citado por Hizzekuni).

Versículo 21: “TEMPERO ADONAI SE EN FURECIO CONTRA MI POR

CAUSA DE VUESTRAS PA LABRAS...”

El pueblo de Israel cruzará el Iardén para vivir en la Tierra de Promisión; no así Moshéh, por causa de ciertas actitudes del pueblo.

Según S.R. Hirsh, estas palabras de Moshéh incluyen todas las experiencias negativas y amargas que tuyo con su pueblo, durante el largo período de su conducción.

El autor de “Tejelet Mordejai”, comentando a su vez a Nahmánides, entiende que una lectura profunda de los versículos 21, 22y 23, daría pie a sospechar que Moshéh temía que el pueblo le erigiera una estatua para eternizar su memo ria después de su muerte. Por eso les recuerda que ya ha sufrido en vida las consecuencias de sus palabras y pensamientos.

Versículo 23: “...LO QUE TE HA ORDENA DO ADONAI, TU D’S’

“Lo que te ha ordenado no hacer” (Rashi).

Versículo 25: “CUANDO HAYAS ENGEN DRADO HIJOS, E HIJOS DE HIJOS...”

Este versículo inicia lo que Nal ha caracterizado como “prevención profética que advierte contra el envejecimiento”. En efecto, una vez asentados y enraizados los hijos de Israel en la Tierra de Promisión, aparecerá el riesgo del envejecimiento precoz de las generaciones. Se presentará el peligro de perder el entusiasmo surgido de la Fe en D’s., tras superar con la ayuda de la Toráh todas las dificultades y resistir las vicisitudes de la azarosa travesía del desierto.

El futuro del pueblo de Israel dependerá de su capacidad de mantener “una memoria colectiva joven”, evitando el envejecimiento de nuestra Fe, nuestra Tradición y nuestra Voluntad.

Versículo 25: “PARA ENFURECERLO”

El judaísmo distingue entre la acción negativa “rutinaria” y la cometida con intencionalidad; en definitiva es la intencionalidad la que genera el hecho negativo.

Mientras el pueblo de Israel estaba sumido en el paganismo egipcio, carecía prácticamente de opciones espirituales. Pero después de experimentar las múltiples vivencias espirituales que culminan con la entrega de la Toráh, en caso de reincidir en la idolatría ya no podrá alegar falta de intencionalidad.

A partir de Sinai, idolatría equivale a rebeldía y alevosía.

Versículo 27: “...GENTE DE POCO NÚMERO...”

El autor de Iahel Or entiende como “gente debilitada” el término 5 que traducimos aquí como “gente”. (Véase su comentario a Génesis 34:30). En esta desgracia lo determinante no será, únicamente, el número reducido de personas, sino -también su debilidad.

Versículo 28: “Y SERVIRÉIS ALLÍ DIOSES...”

Rashi y Rashbám, entre otros, nos remiten si Targum arameo de Onkelos. Esta versión reza:

“Y serviréis allí a los pueblos que adoran ídolos, obra de mano de hombre”.

En efecto, la historia judía demuestra que el pueblo de Israel en la diáspora no se vuelca hacia el paganismo ola idolatría pero sí “diluye su espiritualidad” al estar al servicio de pueblos no monoteístas. La asimilación es un proceso largo, velado y en definitiva engañoso. Las “culturas religiosas dominantes” influyen sobre el pueblo judío disperso que mora en su seno.

Si no distinguimos nítidamente entre nuestros valores espirituales peculiares, y los circundantes, caeremos en lo que Onkelos denomina magistralmente la “adoración indirecta de falsos valores”.

El autor de “Minháh Beluláh” relaciona alegóricamente estas palabras con “aquellas personas que confían en su gran riqueza, convirtiendo a las monedas con ídolos como efigie, en dioses poderosos”.

Versículo 28: “...QUE NO VEN NI OYEN, NI COMEN NI INHALAN...”

Se enuncian aquí solamente cuatro sentidos, omitiéndose el quinto. Tanto los ídolos, como los que los confeccionan y los que los adoran, no ven ni oyen ni saborean ni inhalan (Minháh Beluláh).

Sigue diciendo este autor que el riesgo del paganismo o de la idolatría, en sus más variadas formas, consiste en perder la sensibilidad y la percepción de lo que ocurre en nuestro derredor. Una vez consumada dicha pérdida, ningún sistema religioso puede revitalizar los sentidos inertes.

El atributo de D’s. Creador de la Existencia es ri ‘, “El hai vekaiam” -D’s. Eterno y Existente-.

Una de las mitsvot cardinales del pueblo de Israel es la de desarrollar la vida, agudizando nuestros cinco sentidos para involucramos con la existencia.

Versículo 29: “Y BUSCAREIS DESDE ALLI, A ADONAI TU D’S., Y LO HA LLARAS...”

Literalmente significa que a desde la tierra de nuestra dispersión, podremos invocar a D’s. y hallarlo.

Algunos intérpretes entienden “y buscaréis desde allí” como referencia a la degradación del paganismo y de la idolatría. El pueblo, al vivir entre paganos, descubrirá sus aberraciones y querrá, necesariamente, volver hacia D’s. y hacia Su Toráh.

Versículo 29: “...CON TODO TU CORAZON Y CON TODO TU SER”.

Abarbanel agrega esta interpretación al significado literal: “Hemos visto que los judíos “anusím” -compelidos a adorar otras divinidades- han estado invocando a D’s. y buscándolo con todo su corazón y con todo su ser, sin llegar a las acciones y a las mitsvot, porque esto les es taba vedado”.

Versículo 30: ‘TEN TU ZOZOBRA...EN LA POSTRIMERIA DE LOS DIAS VOLVERÁS HASTA ADONAJ, TU D’S., Y ESCUCHARAS SU VOZ”.

El sufrimiento y la angustia no quebrarán al pueblo de Israel si no que purificarán su corazón, haciéndolo retornar hacia Adonai, Su D’s. Aquí aparece el concepto de “teshuváh - retorno-, fundamental para la religión judía. Un judaísmo que no desarrolle hasta el extremo la idea de teshuváh es inconcebible.

Rabbí Uaim Ben Attar, en su libro Or ha I considera que entre los versículos 29 al 31 se exponen los dos caminos que conducen hacia la teshuváh: a) “teshuváh shelemáh” -el retorno cabal y perfecto- por amor hacia D’s. y Su Toráh; y b) la teshuváh a la que se accede después de “sufrimientos y tribulaciones”, decidiendo acogerse a la Misericordia de D’s.

Versículo 30: “...EN LA POSTRIMERLA DE LOS DIAS...”

Cuando este concepto bíblico aparece en los libros proféticos, hace referencia a “iemot hamashiah” -los días del Mesías- (Ver a modo de ejemplo Ieshahiahu 2:2 y Iehezkel 38:16).

Rambán entiende que aquí también alude a los días del Mesías.

Onkelos en el Targum traduce a “aharit haiamím”, como “el final de los días’.

Versículo 32: ‘PUES PREGUNTA AHORA POR LOS DIAS PRETERI TOS...”

La historia de la humanidad en la cual el pueblo de Israel está inserto se extiende entre “iamím rishoním”, o sea, el inicio mismo de la historia, cuando D’s. creó al ser humano, y “aharit haiamím” -la postrimería de los días-, cuan do D’s. redime a Iahacób liberándolo de la mano de sus opresores. Sin estos “dos polos’ de la historia, el presente se convierte en “días carentes de sentido”.

Millones de personas en esta parte del siglo, hallan muchas dificultades en encontrar un sentido para sus vidas. ¿Acaso puede orientarse el viajero internado en la jungla si no cree en los mapas ni en la brújula?

Estos versículos hablan de la peculiaridad de la historia de Israel, que ha presenciado la Re velación de D’s., tras haber sido liberado maravillosamente y con Portentos de la esclavitud egipcia. Estos eventos conforman la “raison d´étre” del pueblo judío. La libertad espiritual lograda a los pies del Sinai, significó la complementación y corolario de la libertad física obtenida en la salida de Egipto.

Nótese que en este pasaje los versículos 33- 34, invierten el orden histórico de los eventos, citando a Sinai antes que a la salida de Egipto, sugiriendo que la finalidad última de la salida de Egipto, había sido Sinai.

La Toráh sin la independencia nacional del pueblo judío ha dado lugar a tribulaciones y sufrimientos en nuestra historia. Pero, la independencia nacional sin la Toráh representa la mutilación de la historia y de la continuidad del pueblo de Israel.

Versículo 35: “A TITE FUE MANIFESTADO PARA SABER. QUE ADONAI ES ELOHIM, NO HAY MAS FUERA DE EL.”

Lo ocurrido en Egipto y en Sinai, a saber: la dureza de los eventos de Egipto ola grandeza de la Revelación de D’s. ante el hombre, ante los hijos de Israel, no debe entenderse como un des pliegue fastuoso de fuerza y poder por sí mismos. Su finalidad es implantar en el corazón del hombre que Adonai es el Poder y nada hay excepto El.

Todos estos eventos demuestran que, cuando el hombre no hace uso de su libertad para elegir el bien, D’s. rige la historia y gobierna los acontecimientos. Así fue destruido el gobernante egipcio tras haber perdido su condición humana, al esclavizar, matar y torturar a sus congéneres.

Cuando la humanidad aprenda, acepte y viva este mensaje de la Toráh, habrá sobrevenido la era mesiánica: “Cuando las naciones no levanten más as espadas las unas contra las otras, ni se ejerciten más para la guerra” (Isaías Cap. 2)

Versículo 36: “DESDE LOS CIELOS TE HIZO OIR SU VOZ PARA ADOC TR El pueblo de Israel se conmovió ante la manifestación de la Presencia Divina al punto de rogarle a Moshéh: “Habla tú con nosotros y obedeceremos; empero que no hable con nosotros Elohím, no sea que vayamos a morir” (Éxodo 20:16)

Según Ibn Hezra, una de las finalidades de la manifestación de la Voz Divina apuntaba a que los hijos de Israel tomasen conciencia de su humana dimensión.

El autor de Minja Beluláh señala que D.s. hizo conocer los atributos de Su Divinidad, mediante el oído y la visión -los dos sentidos más importantes del hombre-.

Rabbí Menahem Recanatti acota que, si bien la Voz Divina se originó en los cielos, el pueblo sólo pudo oírla “mitoj haesh” -de en medio del fuego-, o sea en un nivel perceptible para los seres humanos.

Versículo 37: “...Y HA ELEGIDO SU DESCENDENCIA EN POS DE EL..’

D’s. manifestó Su Revelación en Sinai no sólo para que el pueblo tomara conocimiento de Su Existencia, sino también por amor a los patriarcas de Israel. Por eso ha elegido a la descendencia del tercer patriarca de Israel “Iahacób-Israel”, para portar Su Nombre y Su Mensaje, liberando a Iahacób-Israel de la esclavitud egipcia.

Versículo 39: “HAS DE CONOCER, HOY, Y HAS DE RESPONDER A TU CORAZÓN: QUE ADONAI ES ELOHIM, EN LOS CIELOS ARRIBA Y EN LA TIERRA ABAJO; NO HAY MAS”.

Esta mitsváh por comisión de la Toráh, nos ordena el conocimiento del Nombre, Bendito Sea, a Quien deberemos conocer e inquirir por Su Unicidad, no descansando solamente sobre la tradición recibida. Este conocimiento se ad quiere al contemplar Sus Obras y Sus Magnas Acciones, y todas Sus Creaturas, superiores e inferiores. Y he aquí que este conocimiento es posible, empero el conocimiento de Su Esencia está vedado y es imposible insistir en ello, como re za el versículo:’La Honra de Elohím es ocultarla palabra’.

Y como el tema de la Divinidad no se capta por la vía intelectual, -en el inicio de su razona miento-, el versículo señala: ‘Has de responder a tu corazón’; como aquella persona que observa la cosa, empero necesita volver y observar una y otra vez, como el profeta Eliahu. “...Empero Adonai no está en el viento; y después del viento, estruendo, en el estruendo no está Adonai. Y después del estruendo, fuego, en el fuego no está Adonai; y después del fuego el sonido de un susurro tenue” (1 Reyes 19:11 y 12).

La persona que piense acerca de El, si es viento o estruendo o fuego, que retorne y derrumbe ‘el edificio de su razonamiento: después de todos estos pensamientos no hallará más que ocultamiento y silencio’.

Y éste es el significado de: ‘después del fuego, el sonido de un susurro tenue’.

Debemos creer con nuestro corazón que Adonai es Elohím, Rector del universo y de todo lo que contiene, desde lo superior hasta lo inferior, desde las alturas celestiales, hasta las profundidades de la tierra: “No hay más” (Rabbenu Behayéh).

Versículo 41: “ENTONCES SEPARO MOSHEH TRES CIUDADES”

En lo que respecta a las ciudades de refugio, véase Números 35:11 y s.s.; y Deuteronomio 19:1 y s.s.

Según Ibn Hezra, este pasaje acerca de las ciudades de refugio que parece interrumpir la continuidad del relato del deceso de Moshéh, refiere simplemente, el relato cronológico de los hechos. Cuando Moshéh hubo separado las ciudades de refugio, ya había comunicado a Israel las palabras del Pacto concertado en Sinai cuan dola entrega del Decálogo. Este tema aparece en el capítulo 5 de nuestro libro.

Versículo 44: “Y ESTA ES LA TORA!! QUE EXPUSO MOSHEH ANTE LOS HIJOS DE ISRAEL”.

“Referencia a lo que va a exponer Moshéh después de este pasaje” (Rashi).

“Esto hace referencia a las palabras (Decálogo), que va a exponer Moshéh de inmediato, después de este pasaje” (Rabbenu Behaye)

Abarbanel ve en el versículo 44 la continuación lógica de Deuteronomio 1:5, donde se dice que Moshéh quiso explicar esta Toráh a los hijos de Israel. Todas las palabras que mediaron entre aquel versículo y el nuestro han tenido como finalidad - agrega Abarbanel- la de aclarar dudas o reservas mentales de los auditores. Una vez logrado dicho objetivo, Moshéh retorna su propósito inicial y esencial, que es narrar la Toráh y el gran evento de la Revelación a la nueva generación nacida en el desierto, que es la que realizará el tan anhelado propósito de vivir en la Tierra de Israel según la Toráh expuesta por Moshéh ante ellos.