DEUTERONOMIO 14

CAPÍTULO 14

 

Versículo 1: “HIJOS SOIS VOSOTROS PARA ADONAI VUESTRO D’S., NO HABRÉIS DE RASGAROS...”

La relación del pueblo de Israel con D’s. es como la de los hijos con su padre. Por lo tanto, di ce Hizzekuni, en caso de desgracia u orfandad “tenéis a vuestro Padre que es el D’s. Eterno, quien podéis recurrir”. Como los pueblos paga nos adoran la madera y la piedra, no tienen quién recurrir en momentos aciagos, y por ello acostumbraban a rasgarse y a llorar en demasía, evidenciando carencia de vida espiritual (basa do en Hizzekuni)

Versículo 2: “YA QUE PUEBLO CONSAGRADO ERES TU...”

“...Y deberás separarte de los pueblos paganos, porque eres pueblo consagrado en tu mente y en tu boca. Deberás cuidar tus hábitos y acciones, así como los alimentos que ingieres: no deberás mancillar tu alma al ingerir alimentos impuros”.

Versículo 3: "NO HABRÁS DE COMER NINGUNA COSA ABOMINABLE.”

En nuestra calidad de pueblo consagrado, no deberemos comer nada de lo que la Toráh considera abominable.

Versículo 6: “Y TODO ANIMAL DE PEZUÑA PARTIDA...”

“Estos animales aparecen enumerados cada uno por su nombre, pero si no eres experto en sus nombres, la Toráh te da el criterio para distinguir los animales puros de aquellos que no lo son” (Hizzekuni).

Versículo 13: “EL BUITRE...”

En este versículo figuran tres nombres distintos para la misma ave de rapiña, considera da impura. Rashi, basado en el Talmud, sugiere que la Toráh ofrece todos los nombres posibles para evitar que alguien burle la ley y la coma, pretendiendo que es otro nombre el que la Tor ha prohibido.

Versículo 21: “NO PODRÉIS COMER NINGÚN CADÁVER...”

Todo animal debe ser degollado mediante “shehitáh”. Si ha muerto de cualquier otra forma, según la halajáh, se lo denomina “nebeláh que traducimos “cadáver”. Esta ley rige tanto para animales como para aves puros (S.R.Hirsh).

Versículo 21: “...AL FORASTERO QUE ESTA EN TU CIUDAD SE LO PODRÁS DAR Y QUE LO COMA...”

Referencia al  “guer tosháv”, aquel extranjero que ha decidido asentarse entre nosotros, en nuestras ciudades, que ha abandona do sus hábitos paganos, pero no ha aceptado la Toráh como su forma de vida.

No debemos confundirlo con el i. “guer tsédek”, aquel extranjero que se hace prosélito, quedando sujeto a las mitsvot de la Toráh como los hijos de Israel.

El guer se impurifica tanto como el hijo de Israel por el mero hecho de tocar una “nebeláh’ (basado en Levítico 17:15).

Versículo 21: “...YA QUE PUEBLO CONSA. GRADO ERES TU ANTE ADONAI, TU D’S...

La Toráh recuerda nuestra condición de pueblo consagrado cada vez que hace referencia a las leyes dietéticas.

El concepto de santidad, en general, indica abstinencia y renuncia a determinados place res; en nuestro caso limita la ingestión indiscriminada de todo tipo de carne animal.

Compárese con Exodo 22:30 y Deuteronomio 14:2.

El pedido de consagración a esta santidad representa el prólogo y el epílogo de esta prohibición.

Versículo 21: “...NO HABRAS DE COCER AL CABRITO EN LA LECHE DE SU MADRE”.

Si bien esta mitsváh pertenece a los  “hukim”, o sea mitsvot para las cuales la Toráh no escribe una razón explícita, los sabios de Israel de todas las generaciones han tratado de encontrar alguna razón. Expondremos algunas de ellas.

De acuerdo con Maimónides, era una costumbre pagana que tenía lugar durante las fiestas de los idólatras. Esta idea de Maimónides ha sido confirmada por algunos descubrimientos recientes de la ciencia arqueológica (los escritos de Ugarit). Abarbanel y Luzzatto la consideran como una medida humanitaria destinada a desarraigar la insensibilidad y la crueldad. Rabbenu Leví ben Guereshón quiere ver en ello una finalidad sanitaria, mientras que Recanatti en tiende que la mezcla de carne y leche está incluida en la prohibición de la mezcla de las especies, en hebreo “quilaim”.

Ibn Hezra entiende que es vano tratar de buscar motivos específicos, ya que la razón de los  “hukim” escapa al intelecto humano.

El autor de Tseror Hammor refiere que, de acuerdo a los místicos de Israel, la razón sería el no mezclar ‘fuerzas: la “fuerza” del rigor con la de la compasión; la carne representa “middat haddín” -el Atributo de rigor-, mientras que la leche simboliza la compasión total y absoluta. Por otra parte, agrega, lo rojo simboliza la idea de pecado, y lo blanco, la de la absolución, y por eso hay que separar a ambos.

Onkelos traduce estas palabras de acuerdo a la Tradición Oral: “No comeréis carne con leche”.

Los sabios del Talmud nos enseñaron en Hulín 113 folio A, que esta ley abarca todo tipo de carne que no debe ser ni mezclada ni consumida con leche. La Toráh menciona el cabrito con la leche de la madre simplemente como ejemplo arquetípico.

Esta prohibición figura en la Toráh en tres oportunidades: Exodo 23:19, 34:26 y en nuestro capítulo, aludiendo, según los sabios del Talmud a tres aspectos: no se debe cocinar carne con leche, ni sacar ningún provecho como por ejemplo comerciar con ello, ni por supuesto, comerla (T.B. Hulín 115 B).

Introducción a los diezmos.

Cuando el agricultor hijo de Israel recogía su cosecha, ofrecía al Cohen, año tras año, la “terumáh guedoláh”, el dos por ciento de su cosecha (Números 18:12). Del resto de la cosecha, ofrecía al Leví el diezmo  “mahaser rishón” (Números 18:21). Por último llevaba, él mismo, un diezmo del resto -en especies o en metálico-  “mahaser shení”, para ser consumido por él y su familia en Ierushalaim (Levítico 27:30). Nuestro versículo alude a este “mahaser” -diezmo-.

Versículo 22: “...TODO EL PRODUCTO DE TU SEMENTERA...”

El alcance de estas palabras está definido en el versículo 23: “...el diezmo de tu cereal, tu mosto y tu aceite...”.

Esta es la ley de la Toráh, aunque los sabios del Talmud agregan también, “vegetales y legumbres a este diezmo” (Talmud Ierushalmi Tratado Mahaserot Cap. 1 Halajáh 5).

Versículo 22: “...DE AÑO EN AÑO”.

Según los sabios del Talmud, estos diezmos se ofrecían los dos primeros años de un ciclo de seis, previo a la  “shemittáh” -año sabático- pues en el tercer año de ese ciclo no regía el  “mahaser sheni”. Sí regía, en cambio, el “mahaser sheni”, un diezmo del producto del campo que se ofrecía a los indigentes del pueblo de Israel (Deuteronomio 26:12).

Pasados los tres primeros años del ciclo previo a la “shemittáh”, se ofrecían otra vez los diezmos en el mismo orden. O sea que en el cuarto y quinto año regía el “mahaser rishón” -para el Levi”-y el “mahaser sheni” —para su dueño-, yen el sexto año regía nuevamente el “mahaser haní” –para los indigentes-, en sustitución del “ma haser sheni”. El año séptimo será de descanso para la tierra, y no regirá el valor propiedad de la cosecha, siendo el producto de uso libre para todo el que lo necesitare.

“Y será (el producto) de la tierra en el año de descanso, para vosotros, para comer, para ti, para tu siervo y para tu sierva, y para tu asalaria do y para tu residente, los que moran contigo” (Levítico 25:6).

Versículo 23: “...PARA QUE APRENDAS A VENERAR A ADONAI TU D’S., TODOS LOS DIAS”.

“Viendo la gran espiritualidad que reinaba allí.., la persona se concentraba más para venerar a D’s. y para aprender Toráh; pues así dice el Midrash Sifrí: Es muy importante el “mahaser shení” -el segundo, que se traía a Ierushalaim- porque eso conducía al estudio ya que, como dijimos, la persona debía permanecer en le Versículo 24: “PERO CUANDO FUERE MUCHO PARA TI EL CAMINO...”

Los versículos 24, 25 y 26 tratan del rescate del diezmo.

Dado que el agricultor de Israel debía trasladarse a Ierushalaim desde cualquier confín del país, podrían surgir dificultades por la distancia a recorrer o eventualmente, por la gran cantidad  de productos a transportar. Por eso la Pon prescribe vender todo ese producto, y con el dinero resultante, adquirir en Ierushalaim los alimentos autorizados por la Toráh (versículo 26), y disfrutarlos allí.

Con respecto a este rescate, precisa Levítico 27:31: “Empero si redimir redimiere el h de su diezmo, un quinto habrá de agregar sobre su valor”.

La Mishnáh llama a este “canje” “hilul mahaser” -la desacralización del diezmo por su conversión en dinero.

Con el dinero del canje, se podían adquirir en Ierushalaim productos del campo y sus derivados, así como ovinos y vacunos.

rushalaim para disfrutar su diezmo, pero al mismo tiempo, se impregnaba del espíritu de santidad y devoción allí reinantes” (T. B. Babá Batrá 21A, Tosafot).

Versiculo 27: “EMPERO AL LEVI QUE ESTA EN TUS CIUDADES, NO LO ABANDONES...”

“No olvides darle su diezmo primero “mahaser rishón”, pues el hecho de cumplir la mitsváh  “mahaser sheni -segundo diezmo-, no te exime del diezmo anterior, para el Leví” (Rashi e Ibn Hezra).

 Versículo 28: “AL TERMINO DE TRES AÑOS...”

“Si la persona retuvo sus diezmos del primer II’ segundo año del ciclo de la mi “shemittáh”, los deberá escombrar de la casa en el año tercero” (Rashi).

Véase también el comentario de Rashi a Deuteronomio 26:12

Versículo 29: “Y SE ALLEGABA EL LEVL…”

‘Para retirar el diezmo primero que se le había retenido’ (Rashi).

Versículo 29: “...Y EL PROSELITO Y EL HUERFANO Y LA VIUDA...”

Y retirarán el diezmo del indigente correspondiente al tercer año (basado en Rashi).