DEUTERONOMIO 13

CAPÍTULO 13

 

Versículo 1: “TODA LA PALABRA...NI HABRÁS DE MENGUAR DE ELLO”.

Los sabios de la Masoráh o Masoret indican que este versículo es la finalización de la parasháh anterior, iniciándose el nuevo tema en el versículo 2.

Véase nuestro amplio comentario en Deuteronomio 4:2 y las ideas de Maimónides respecto al contenido de este versículo.

El profeta de la falsedad.

A modo de introducción.

En los albores de la existencia del pueblo de Israel, la Voluntad Divina decidió la Revelación de Ds. a Su pueblo a los pies de Sinai, para que conozca y transmita la Fe y la Verdad.

En ese momento unívoco de la historia, el pueblo de Israel ve, percibe, siente y aprehende con todos sus sentidos y con todo su ser. La Voluntad de D’s. es inmutable y perdura a través de los siglos.

En el comienzo, cuando el impulso del paganismo aún era fuerte y abrasador en el seno del pueblo, y la aberrante idolatría de los pueblos circundantes era un ejemplo peligroso “a imitar”, la Providencia Divina envía Su Palabra por medio de  “nebié emet” -profetas de la Verdad- que ayudarán al pueblo a distinguir entre lo esencial y lo trivial, lo auténtico y lo engañoso. Los profetas de la Verdad bregaron denodadamente hasta cumplir Su cometido.

Una vez derrotado el impulso de la idolatría por los hijos de Israel y desterradala  “habodáh zaráh’ -culto ajeno- de nuestro pueblo, la profecía desaparece, alrededor del año 535 a.e.c., en los comienzos del segundo “Betha Mikdash”. A partir de ese momento el profeta Malají clausura los pórticos de la profecía y sur ge la autoridad del “hajam” -sabio conductor-, cumpliéndose las palabras de los maestros del Talmud: “El sabio es prioritario, más que el profeta”.

Durante la época profética no dejaron de surgir profetas de la falsedad, quienes trataron de desviar al pueblo de Israel de la Verdad revela da en Sinai. Enumeraremos algunos casos: 1 Reyes 18 y 22, Jeremías 27:9 y ss., donde encontramos el caso específico de Hananiáh Ben Hazzur, que habiendo sido profeta de la Verdad, se tras tocó en profeta de la falsedad. La Toráh, profunda conocedora de la mente humana, legisla con nitidez sobre el caso: un profeta -que surja en la época profética, ya concluída - será creíble si viene a confirmar la Toráh escrita y oral. Todo el resto debe ser considerado falsedad, aunque me dien “signos y prodigios”. Creemos innecesario buscar casos y establecer comparaciones, en una época histórica que excede el tiempo mismo de la profecía. Después del profeta Malají, el pueblo judío no reconoce profeta alguno.

Versículo 2: “...PROFETA...”

“Que se autodenomina profeta” (Rambán).

Versículo 2: “...SIGNO O PRODIGIO...”

“Ya sea un signo en el cielo, o un prodigio en la tierra” (Rashi).

Abarbanel establece la razón de la sucesión de tres “prevenciones” hipotéticas, que se inician en el capítulo 13: 2- 6; 7-12; 13-19. En ellos se describen las posibilidades que tiene la persona de ser “seducida” o “inducida” a apartarse de la senda de D’s., encaminándose en pos de ídolos “que no conoce”

“Porque a veces, la persona se seduce y se desvía tras los pasos de un “profeta” o de un “sabio” a quien ve desviándose él mismo, pues el in cauto va a asirse a un “árbol grande.

Otras veces se deja seducir por las palabras de sus hermanos, amigos o parientes, imitando finalmente, sus acciones.

Y, por último, otras veces se deja seducir no por personas que saben más que él, ni tampoco por sus familiares, sino por el grupo, diciéndose:

‘no te separes de la comunidad’. Así va a tender en pos de la mayoría, para desviarse de la senda de la rectitud”.

Versículo 4: “...PUES ESTA SOMETIENDO A PRUEBA ADONAI, VUESTRO D’S., A VOSOTROS...”

El alcance profundo de los términos “sometiendo a prueba” ha sido ampliamente comenta do en Génesis 22:1, cuando Elohim sometió a prueba a Abraham. Transcribimos algunos segmentos de estos comentarios:

“Ds. no lo necesita para Su propio convencimiento. Nada es desconocido ante Su Omnisciencia. El conocimiento que tiene D’s. de las cosas no compele al hombre a actuar. El hombre actúa de acuerdo a su libre albedrío” (Ran).

Según Maimónides, la prueba se propone de mostrar al mundo que debe obedecer a la Voluntad de D’s.. Por lo tanto, su finalidad última es enseñar al hombre qué es lo que se espera de él (Guía de los Perplejos III, 24).

l opina que la prueba transforma en hechos el potencial latente de la persona sometida a ella. Todas las pruebas mencionadas en la Toráh son pedidas a hombres justos -no a impí os-, y siempre para beneficio del justo: “Adonai somete a prueba al hombre justo mientras que al impío y al que ama la injusticia, El repudia” (Salmos 11:5).

Por último, los midrashim entienden que el verbo  “nissáh”, que traducimos como “probó”, puede derivar también del término “nes”

-estandarte- “visualizando a Abraham cual estandarte que llamea sobre una nave” (Bereshit Rabbáh Parasháh 55 párrafo 5).

El pueblo de Israel estará sometido a prueba durante toda su historia enfrentando tanto a los profetas de la falsedad, como a los “desviacionistas” que surgen en su propio seno. En palabras del versículo: “Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo o tu hija, o la mujer de tu afecto, o tu amigo, que es como tu ser, en oculto diciendo...”

Versículo 5: “...OS HABRÉIS DE ENCAMINAR...”

“Actuad según vuestro poder, de acuerdo con Sus acciones y corred en pos de Sus Sendas de Sabiduría”

Versículo 5: “...A EL HABRÉIS DE VENERAR...”

“Al abstenerse de preguntar por qué es esto, quiere decir investigar Su esencia y rodearLo con preguntas, diciendo por qué y para qué es esto”.

Versículo 5: “...SU VOZ HABRÉIS DE ES CUCHAR...”

“Referencia a aquellas mitsvot que nos recuerdan las mitsvot esenciales, como por ejemplo el Shabbat, que nos recuerda la Creación,

Pésah que nos recuerda la salida de Egipto...” (Ibn Hezra, comentado por Iahel Or).

Versículo 6:”...PORQUE HA HABLADO PALABRA DESVIADORA...”

Nuestra traducción está basada en Ibn Hezra, comentado por Iahel Or, para quien “Sará” es adjetivo y califica al término “palabra”.

De acuerdo a este comentario la raíz i “s.u.r.” tiene dos acepciones: a) alejarse y separarse; b) unirse y adherirse. En nuestro versículo está empleado en ambas acepciones. D’s. nos ordena “apartarnos’ de la idolatría, mientras que el profeta de la falsedad nos incita a “adherirnos” a ella.

Versículo 7: “...TU AMIGO, QUE ES COMO TU SER...”

“Nuestros sabios de bendita memoria, lo interpretan como alusión al padre” (Minháh Beluláh).

Versículo 7: “....QUE NO HAS CONOCIDO. NI TU NI TUS PADRES”.

Referencia a las dos vertientes de la fe en D.s el conocimiento a través de las propias vivencias e intelecto y lo que se recibe por tradición transmitida por los padres. Rabbenu Behayé, a quien pertenece este comentario, lo ilustra con la parábola del grupo de ciegos guiados por un vidente, que caminan en fila, tomados de la mano, uno tras otro. Confían que los estén encaminando por el camino correcto, y sin embargo no están seguros de que no se presente algún obstáculo o tropiezo.

Quienes viven y actúan basándose solamente en la tradición de sus padres, se encaminan por la vía correcta y cumplen con la Toráh y las mitsvot que recibieron, pero no es seguro que puedan resistir una eventual “voz de los incite- dores” que los quiera desviar de su camino; es probable que sucumban y se desvíen.

Esto no ocurrirá con aquél que, amén de la tradición de sus padres, ha estudiado y acrecentado sus conocimientos, su convicción y su fe; esta persona podrá enfrentar los desafíos y supe. rar1os (basado en Rabbenu Behaye)

Versículo 7: “...LA MUJER DE TU REGAZO...

Aún si tuviéramos que decir que no a quienes amamos con afecto “entrañable’, como los enumerados por el versículo, tendremos que hacer lo. Amar no significa complacer todo el tiempo. A veces la mejor forma de proteger a la persona amada es disentir con ella. La Toráh nos ofrece preceptos por comisión y por omisión. La misericordia y la indulgencia también deben ser ad ministradas con responsabilidad, so pena de convertir nuestro mundo en un lugar donde todo está permitido, donde los valores ya no tienen vigencia.

Versículo 8: “...DESDE UN EXTREMO DE LA TIERRA HASTA EL OTRO EXTREMO”.

“Referencia al sol, la luna y las constelaciones celestiales, ya que el ser humano se verá desafiado en cualquier lugar del mundo. Por más que se aparte de los seres humanos que lo puedan seducir o incitar, no podrá alejarse del sol, la luna y las estrellas. El alejamiento físico no resolverá nuestras dificultades. Sólo el aleja miento de “las ideas perversas o corruptas” podrá ayudarnos a superarlas.

Versículo 9: “NO LE CONSENTIRÁS...

Llama la atención que el versículo no genera liza los cinco “protagonistas” de la seducción hipotética mencionada en el versículo 7. Utiliza cinco verbos, de algún modo sinónimos, para significar rechazo y resistencia a la seducción. La Toráh parece sugerir que no hay “fórmulas generales” para desvirtuar ideas negativas. Debemos encontrar la forma y el lenguaje adecua dos para cada caso.

Versículo 10: "PUES MATAR HABRÁS DE MATARLO... Y LA MANO DE TODO EL PUEBLO...”

“El ajusticiamiento no es facultad de un solo individuo, sino que la conocida legislación de la Toráh se aplica por medio de los jueces: ‘. pero un solo testigo no podrá testificar contra una persona para su muerte” (Números 35:30), necesariamente deberá haber dos testigos de cargo como han enseñado nuestros maestros” (S.D. Luzzato).

Versículo 12: ‘Y TODO ISRAEL LO OIRÁN Y TEMERÁN...”

“Tanto la transgresión como la pena deberán ser puestas en conocimiento del pueblo’.

Según el Talmud, sólo cuatro casos de transgresión y pena tienen que ser llevados al cono cimiento público, como medida disuasiva para el resto de la sociedad; de lo que resulta que el principio de disuasión no es la base del código penal de Israel (S.R. Hirsh).

‘La finalidad primordial de la justicia humana es la extirpación del mal; la defensa de la sociedad, por más importante que sea, aparece como efecto pedagógico, no como causa de la sanción. Es inadmisible que la persona humana sea considerada medio para un fin, como sería el caso si se sometiera a alguien a una pena inmerecida o desproporcionada, con el fin de intimidar a los demás” (S.R.Hirsh).

Versículo 14: “...Y HAN DESVIADO A LOS HABITANTES...”

A modo de introducción.

En los capítulos anteriores la Toráh repite con vehemencia la prevención de no incurrir en idolatría o en paganismo.

Cuando el pueblo de Israel ingrese a la Tierra de Promisión, deberá erradicar la idolatría sin ningún miramiento, sea ésta practicada por los pueblos paganos o por algún miembro del pueblo de Israel.

El “profeta de la falsedad” podría pertenecer a nuestro círculo íntimo. Esta “demencia, que es la adoración de ídolos inertes, puede convertirse en demencia colectiva y afectar a toda una ciudad, que se convertiría en  “Hir ha niddáhat”, ciudad desviada.

En el Talmud, T. B. Sanhedrín 71 A, Rabbí Elihezer dice: “esta ciudad ni ha existido ni existirá en un futuro”, a lo que replican los sabios del Talmud: “ qué ha sido escrito este caso en la Toráh? Los maestros contestaron: “derosh ve-kabbel sajár”, “interpreta y recibirás la recompensa”.

La interpretación minuciosa y exhaustiva de los textos de la Toráh -que posibilitan más de una lectura- es nuestra verdadera recompensa como judíos. El judaísmo halájico, esencial, ha desarrollado una dinámica que lo autoriza a asumir las prerrogativas de la representatividad del pueblo de la Toráh.

En relación al tema de la ciudad desviada, encontramos en el Talmud (T.B. Sanhedrín 117B) una serie delimitaciones, restricciones y excepciones en el campo legal, que imposibilitan que este caso pueda prosperar en el campo jurídico-legal.

Por otra parte, debemos recalcar el gran de bate entre los maestros del Talmud acerca de la aplicación de la pena de muerte. En T. B. Maccot 7A, leemos que la corte (Sanhedrín) que hubiere dictado tan sólo una pena de muerte en un período de siete años, sería considerada “corte damnificadora”. “Rabbí Tarfón y Rabbí Hakibá dicen: si nosotros hubiéramos estado en el Sanhedrín, no habría sido condenada a muerte persona alguna, jamás”. Agrega Rashi: “por quien investigarían a los testigos, hasta llegara preguntas imposibles de ser contestadas satisfactoria mente”

A modo de ejemplo, a los testigos de cargo que hubieran acusado a alguien de cometer un homicidio, se les preguntaría entre otras cosas si la víctima era sana o enferma. Porque si no fuera sana, estaríamos matando a un hombre muerto”

En resumen, el derecho talmúdico, usando mecanismos y reglas a su disposición, ha logra do conciliar el rigor de la justicia con la dulzura de la misericordia. Tras el vibrante alegato contra la pena de muerte de Rabbí Hakibá y Rabbí Tarfón, Rabbán Shimhón Ben Gamliel -Sabio y Maestro del Talmud- opinó: También ellos habrían incrementado la cantidad de asesinos en el pueblo de Israel” (T. B. Maccot 7A). Este maestro temía que la anulación o atenuación de la pena de muerte mediante mecanismos de lenidad surtirían un efecto negativo alentando a los potenciales asesinos.

Este debate talmúdico todavía no ha concluido. Los sistemas legales de la sociedad democrática aún disienten respecto a la aplicación de la pena de muerte.

El eco de las esperanzas y de los temores de Rabbí Tarfón, Rabbí Hakibá y Rabbán Shimhón Ben Gamliél aun resuena en nuestra sociedad.

Versículo 15: “...INQUIRIR...INDAGAR...PREGUNTAR...”

Las distintas etapas de la investigación exhaustiva a la que se sometía a los testigos comprendían procedimientos de fondo y de forma. Si no satisfacíamos requerimientos deforma, el testigo era descalificado. Así el proceso que podría conducir eventualmente a la pena de muerte quedaba debilitado en su base testimonial.

Por último, Rabbí Elihezer dice que: “la ciudad donde hubiera tan sólo una mezuzáh no podía caer en la categoría de ciudad desviada”. A lo que acota Rashi, y “con mayor razón, si hubiere uno de los cinco libros de la Toráh, o algún libro de los profetas de Israel donde figure la mención del Tetragrama; ya que es inconcebible que mar un texto sagrado que se encontrara en la ciudad”. Así no podríamos aplicar la ley en su totalidad como dice el versículo 17: “Y todo su botín... quemarás con fuego la ciudad y todo su botín...”

Versículo 18: “CONCEDA MISERICORDIA Y TENGA COMPASIÓN DE TI...”

A veces el cumplimiento y aplicación de la ley, con todo su rigor, nos obliga a ‘contener nuestra misericordia. Pero hay que guardarse de convertir “una situación efímera en un patrón de conducta”. Aplicar el rigor de la ley no significa volverse cruel.

Una vez aplicada la ley -en este caso de la ciudad desviada- habrá que volver a la misericordia por el otro, propia de nuestra condición humana. Así nos haremos merecedores, también nosotros, de la Misericordia de D’s. (T.B. Shabbat 151 B).