DEUTERONOMIO 10

CAPÍTULO 10

 

 

 

Versículo 1: ‘TEN AQUEL TIEMPO...”

Referencia a todo lo relatado en Éxodo 34:1 y Ss. Véase nuestros amplios comentarios al respecto.

Versículo 1: “...Y HABRÁS DE HACERTE UN ARCA DE MADERA

Rambán, citando el Talmud, interpreta que tanto las Tablas “rotas” como las enteras, se encontraban depositadas en el mismo “arón” -Arca- (véase T.B. Babá Batrá 14:B).

Rashi, por el contrario establece una distinta cronología de los hechos. Esta difiere tanto respecto a la construcción del Mishcán -Tabernáculo- como al versículo que nos ocupa.

Rashi entiende que: “...este arón que hizo Moshéh era otro adicional; y este mismo arón era el que salía con ellos cuando había guerra”.

En cambio, el que había construido Betsalel no salía jamás a la guerra, con una única excepción, en la época de Heli, el sacerdote, cuando el arón de Betsalel salió a la guerra y fue captura do por los filisteos, quienes lo devolvieron a los hijos de Israel después de sufrir “castigo” por su profanación (véase 1 Samuel 5:1 y ss.).

Versículo 5: ‘ME TRASLADE Y DESCENDÍ DE LA MONTAÑA...”

Llama la atención que el comentarista Hizzekuni se aferre ala cronología de los “ascensos y descensos” de Moshéh al Monte Sinai, estableciendo las fechas y días de la semana en los cuales ocurrieron. Comentando este versículo, concluye: “De lo que resulta que el comienzo de la separación de Moshéh del pueblo ocurrió el segundo día de la semana en Rosh Hodesh Siván, previo a la entrega de la Toráh... y la última oportunidad en que Moshéh sube a la montaña, habría ocurrido en un día quinto de la semana, en una fecha equivalente al 29 de Ab, y así todos los períodos de ayuno de Moshéh, concluyeron en un segundo día de la semana, en una fecha equivalente al día 9 del mes de Tishrí.

Y es por ello que la gente acostumbra ayunar cada día lunes y jueves, a partir de Rosh Hodesh Siván hasta el día 10 de Tishrí (bm Quippur), así lo he hallado escrito (Hizzekuni).

Versículo 6: “Y LOS HIJOS DE ISRAEL PARTIERON DESDE BEEROT BENE- IAHAKANA MOSERAH; ALLÍ MURIÓ ARARON...”

De lo que se deduce que Aharón falleció al final del año cuarenta, cuando concluía la travesía del desierto. Por lo tanto la oración de Moshéh también surtió efecto, y de allí que se mencione este hecho en este contexto (Ibn Hezra).

Versículo 6: “...ALLÍ MURIÓ MIARON...”

Según Números 20:22 y ss. Aharón murió en la montaña de Hor, por lo cual nuestro versículo suscita dificultades geográficas.

Rambán las resuelve diciendo que existía una cadena de montañas que se extendía desde Moseráh hasta Kad poblados sitos en la llanura, a los pies de las montañas, y cercanos entre sí.

Aharón ascendió a esa cadena montañosa a la altura de Kadésh, y falleció en la cima de la montaña, a la altura de Moseráh. El pueblo emprendió el regreso desde el lugar donde se encontraba, retornando a Moseráh para permanecer allí, en las cercanías de la sepultura de Aharón, durante los treinta días de duelo.

Ese es el retorno mencionado por nuestro versículo: “Y los hijos de Israel partieron desde Beerot-Bené-Iahakán a Moseráh.

Al concluir los treinta días de duelo, regresa ron a Gudgod (versículo 7), prosiguiendo su marcha hacia las riberas del río Iardén (citado por S.R.Hirsh).

Versículo 8: ‘TEN AQUEL TIEMPO SEPARO ADONAI A LA TRIBU DE LE

Moshéh rememora lo ocurrido después del episodio del becerro de oro. De Éxodo 32:29 resulta que la tribu de Levi quedó consagrada al servicio de D’s. en el Mishcán. Si bien su designación formal aparece en Números 1:48 y ss., fué formulada el primer día del segundo mes, en el año segundo de la salida de Egipto (basado en Rashi y Rambán).

Versículo 8: “...PARA SERVIR ANTE EL...”

Los hijos de Levi junto a los hijos de Aharón (Cohaním).

Versículo 8:”...Y PARA BENDECIR SU NOMBRE...”

“Pues era Elhazar quien elevaba sus manos en preces” (Ibn Hezra).

Versículo 8: “...HASTA EL DIA ESTE”.

Se refiere al servicio de Elhazar, hijo de Aharón.

Versículo 9: “...COMO LE HABLA HABLA. DO ADONAI TU D’S., A EL”.

Referencia a Números 18:20: “Dijo Adonai a Aharón: En la tierra de el1os no habrás de here dar, ni parte habrá para ti en el seno de ellos; Yo Soy tu parte y tu heredad en el seno de los hijos de Israel”.

Versículo 10: “...YO PERMANECÍ EN LA MONTAÑA...”

Moshéh nos recuerda que, para la recepción de las segundas Tablas de la Toráh, también permaneció en el monte cuarenta días; ya que el versículo 3 de nuestro capítulo no lo había aclarado (basado en Rashi).

Versículo 10: “...TAMBIÉN AQUELLA VEZ...”

“...Pero después que paséis el río lardón, si os váis a desviar, puede ser que no podáis otra vez ser salvados por la oración...” (Hizzekuni).

Este autor nos recuerda que la oración no puede ser un instrumento para ser usado caprichosamente. El real sentido de la oración es la espontaneidad; la que surge naturalmente como las aguas que brotan del manantial. Dificilmente se pueda llamar “oración” a una sesión dirigida de repetición de textos.

De allí que los grupos de oración no sean naturalmente masivos, sino grupos de comunidad de pensamientos y de sentimientos.

Versículo 11: “...LEVÁNTATE, VE - PARA PARTIR -...“

Referencia a Éxodo 32:34.

Versículo 12: "Y AHORA ISRAEL... VENERAR... ENCAMINARTE...Y AMARLO...”

Este versículo enuncia la esencia misma de la Toráh y la finalidad última de nuestras acciones ante Ds. ¿Cómo deberemos entender los conceptos “veneración” y “amor” a D’s.?

Según Nahmánides, la veneración a D’s. consiste en no cometer transgresiones, cuidando las mitsvot “lo tahase”, mientras que el amor a D’s. se expresa mediante acciones y actitudes de Su agrado, cumpliendo las mitsvot “hase”.

En otras palabras, el cumplimiento de todos los preceptos de la Toráh surtirá el efecto deseado, culminando con el logro de los conceptos de nuestro versículo.

Distinto camino transitan los comentaristas Abarbanel y Rabbí Itshak Harama, quienes opinan que la veneración es la conciencia que debe tener cada cual de estar permanentemente circundado por 1a Presencia de D’s., absteniéndo se por ello de hacer el mal. Esta idea ha sido ex presada en forma sublime por el salmista: “Antepongo a Adonai ante mí, siempre...” (Salmos 16:8).

 

Esta veneración es fuente de felicidad para la persona que la posee, encaminándolo por la Senda de D’s. para cumplir con Sus preceptos. “Feliz es el hombre que venera a Adonai: Sus Preceptos desea mucho” (Salmos 112:1).

 

Los Sabios del Talmud deducen de nuestro versículo que “todo está en manos del Cielo, excepto la Veneración al Cielo” (T.B. Berajot 33B).

 

El judaísmo afirma con nitidez que el hombre se somete libremente a la voluntad de su Creador. Esta libertad de elección es el criterio esencial de la vida del ser humano, en el que se bifurcan las sendas del hombre y de la bestia. Cuando el hombre renuncia a esta facultad de elección, dejándose llevar, pierde totalmente el único camino capaz de conducirlo a su verdadera meta (basado en S.R.Hirsh). Pero en ultima instancia, el versículo 13 aclara que todo lo que el hombre haga ante Ds., lo hace para su propio bien.

Cuanto más damos y ofrecemos, más recibimos.

Cabe recordar que  “ahabáh’ - amor - alude a la necesidad de permanecer siempre junto a lo que amamos, sintiendo una suerte de unión inseparable. Los sabios del Talmud han enaltecido a quien cumple la Toráh motivado por el amor... La Toráh nos pide hacerlo motiva dos por lo menos por la veneración que, si bien no llega a la satisfacción sublime del amor a D’s., nos preserva, nos orienta y nos conduce por el camino que culmina con el amor a El.

Y así concluyen los Sabios del Talmud: “Es más grande aquél que lo hace por amor -como el Patriarca Abraham- que aquél que lo hace por veneración -como lo hizo Job-”

Versículo 16: “Y HABRÉIS DE ABRIR EL ATASCO DE VUESTRO CORAZÓN...”

Que esté vuestro corazón abierto a la verdad, no como hasta el día de hoy, cuando “no había dado Adonai a vosotros: corazón para percibir y ojos para ver y oídos para oír, hasta el día de hoy’ (Deuteronomio 29:3).

Versículo 16: “...Y VUESTRA CERVIZ NO HABRÉIS DE ENDURECER MAS”.

Referencia al episodio del becerro de oro, en que el pueblo fue calificado por D’s. como “duro de cerviz” (Éxodo 32:9).

Versículo 17: “...ES D’S. DE LOS DIOSES Y SEÑOR DE LOS SEÑORES...”

“Todas las fuerzas de la naturaleza están supeditadas a Su Fuerza y todos los dominios del hombre están entregados a Su Dominio’ (S.R.Hirsh).

De momento que D’s. es Señor de los señores, ‘no hay ningún señor que pueda salvaros a vo sotros de Su Poder” (Rashi).

Versículo 17: “...MAGNO..."

En benevolencia.

Versículo 17: “...PODEROSO...”

En rigor.

Versículo 17: “...TEMIBLE...”

En misericordia (Rabbenu Behayé).

Según este comentarista, la Soberanía de D’s. se manifiesta a través aquellos tres de Sus Atributos que rigen al ser humano por doquier. La Grandeza de D’s. es Su Benevolencia y Su Misericordia, mientras que el atributo de Rigor- Justicia de D’s está flanqueado a la derecha por la Benevolencia y a la izquierda por la Misericordia. El concepto judío de la justicia la considera escoltada por los otros dos atributos. De esta forma hace honor a su nombre y no se convierte en “mero hecho vengativo” de las personas.

Versículo 17: “..NI ACEPTA SOBORNO”.

Mal interpreta que el hombre piadoso no puede hacer cálculos pensando que con una “buena acción” puede anular una “mala”. No se debe actuar mal con premeditación, ofreciendo una buena acción como soborno,

Cada uno de nuestros actos tiene sus propias consecuencias; el resto es especulación, y la Toráh nos previene contra ella.

Versículo 18: “VINDICALA CAUSA DEL HUÉRFANO Y LA VIUDA...”

D’s., a diferencia de los seres humanos, traduce Su Grandeza en Misericordia y Su Poder en Benevolencia para aquellos sectores sociales débiles, a los cuales sus congéneres suelen atropellar. Por eso dice el Talmud: “Cuando aparece el Poder de D’s., allí hallamos Su Modestia”; aun siendo Adonai “Señor de los señores... presta atención al huérfano y a la viuda” (T.B.Meguiláh 31A).

Versículo 18: “…AMA AL PROSÉLITO...”

Por lo tanto “vosotros estáis obligados a amar lo” (Ibn Hezra).

Amar al prosélito significa considerarlo como uno de nosotros, como lo expresa la Toráh:

“Como el nativo de vosotros habrá de ser el extranjero que reside con vosotros. Y lo amarás como a tí mismo ya que extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. Yo soy Adonai, vuestro D’s.” (Levítico 19:34).

Versículo 18: “...PAN Y VESTIMENTA”.

“Y esto es muy importante, pues el mismo Patriarca Iahacob invocó a D’s. en su oración pidiéndole pan para comer y ropa para vestir” (ver Génesis 28:20, Rashi).

Los conceptos “pan y vestimenta”, aluden a las necesidades terrenales del hombre. El pan puede simbolizar lo interno y la vestimenta lo externo. El Patriarca Iahacob al decir pan para comer y ropa para vestir pedía tácitamente una buena salud. A veces el sufrimiento del ser humano es causado por la carencia de alimentos o ropa, y otras se agudiza por la imposibilidad de usufructuar lo que se ha acopiado.

Versículo 20: “...A EL HABRÁS DE ADHERIRTE...”

“Esto se logra por medio de la Toráh; mas ésta no se obtiene sino por medio de los Maestros, y por eso Nuestros Sabios, de venerada memo ria, incluyen en la veneración a D’s. a los i a “talmide ajamím” -los Estudiosos y Maestros de la Toráh-, que deben ser venerados por lo que saben y por lo que siguen estudiando” (basado en Minháh Beluléh).

Versículo 20: “...Y POR SU NOMBRE PODRÁS JURAR”.

En las condiciones que ha establecido el Pro feta: “Y habrás de jurar: Eterno es Adonai, con verdad, con justicia y con rectitud” (Jeremías 4:2. Citado por Miniiáh Beluláh).

Versículo 21: “CON EL TE LOARÁS...”

El sentido esencial del concepto  “tehiláh” es: causar que la personalidad esté radiante y que su luz irradie. Hay que lograr que la esencia interna sea conocida por medio de manifestaciones como raudales de energía. Adonai y tu relación con El, son el fundamento de toda tu esencia interna, que vive y se auto realiza y merece el reconocimiento de los demás. (S.R.Hirsh).

Versículo 21: “CON EL TE LOARAS...”

Rabbenu Sahadiá Gaón escribió en su Siddur comentado: “Esto quiere decir que la persona tiene que dirigir sus plegarias a D’s., pues el concepto “tehiláh” n’ implica dicha acepción

Versículo 21: “...EL ES TU D’S....”

 “Abrigar la fe absoluta en la recompensa de D’s., en Su justa retribución y en Su salvación que nos liberará” (Siddur de R. Sahadiá Gaón).