NÚMEROS 36

CAPITULO 36

 

Versículo 1: “SE ACERCARON...”

Este pasaje es la continuación lógica del versículo segundo del capítulo 35, según el cual Moshéh dispuso la concesión de ciudades especiales para residencia de los leviím. Aquí también los hombres de la familia de Guilhád piden a Moshéh una concesión especial en cuanto a sus futuros territorios. (Ibn Llena).

Versículo 3: “...Y SERÁ AGREGADA...”

Si una mujer de la familia de Guilhád se casare con un hombre de otra tribu y tuviere un hijo, dado que la filiación se hacía por línea paterna y que el hijo hereda legalmente a su madre, la tierra heredada, jurídicamente, pasará a formar parte de la heredad de la tribu paterna. (Basado en Rashi).

Versículo 4: “Y CUANDO FUERE EL IOVEL...”

La ley del Iovél (Levítico 25), que obligaba a devolver tierras al propietario original, no afecta a la ley de herencias, que adjudica al heredero la posesión definitiva, a perpetuidad, de la tierra. (Basado en Rashi).

Versículo 6: “...DE LA FAMILIA…”

Deberá casarse con uno de los hombres de las familias de la tribu de su padre.

Versículo 8: “Y TODA HIJA QUE HEREDA POSESIÓN...”

“Cuando el padre no ha dejado hijo varón” (Rashi).

Versículo 11: “Y FUERON – MAHLAH...”

 “Aquí se mencionan las hijas de Tselofhád de acuerdo a su edad”. (Rashi).

Versículo 13: “ESTOS SON LOS PRECEPTOS...”

“Referencia a las leyes de herencia, de votos religiosos, de la mujer hereden y de todo lo concerniente al homicidio involuntario y al premeditado”. (Ibn Hezra).

Versículo 13: “CERCA DEL IARDEN, A LA ALTURA DE IEREHO”.

Quiere decir en la ribera orientál del río larden.

Según el autor de Minháh Beluláh, el nombre «lardón” se origina en las palabras hebreas “iored” -desciende- y 11, “dan” -de la tribu de Dan -

En efecto, este curso de agua se origina en lo que era el territorio de la tribu de Dan, en el confín norte de la tierra de Israel, y desciende de norte a sur, hasta desembocar en Iam Hammélah.

Versículo 13: “ESTOS SON LOS PRECEPTOS...”

El tercer libro de la Toráh, “Levítico”, concluye también con un versículo similar, pero no dice “por mano de Moshéh”. (Levítico 27:34).

Según Rabbenu Behayé Len Asher, eso se debería a que las Tablas primeras fueron rotas por Moshéh y no perduraron en sus manos. Pero este Pacto, el de las llanuras de Moab, perdurará firme por la eternidad; por eso reza el versículo: “...por mano de Moshéh”. Amén, así sea.